Abro los ojos y recuerdo todas las caricias que nos dimos anoche, exploramos un sinfín de sentimientos y de sensaciones. Yo fui de Lorenzo más de una vez y no me arrepiento de nada. Siento su mano arriba de mi abdomen y unas piernas enrocadas en la mía.
Me rio bien bajo cuando veo esta escena, parece un bebe durmiendo. Quien diría que una persona como él guardara tanto miedo, tanto rencor e incertidumbres.
Mi móvil vibra con un pequeño mensaje de Lau deseándome un lindo día, sonrío pero enseguida mi sonrisa se desaparece veo un mensaje de Josh preguntando que como estaba la novia más bonita del mundo.
Me levanto de la cama con mi celular en manos y salgo de la habitación. Marco su número que como de costumbre nunca me contesta, necesitaba dejarle las cosas claras, decirle que mi corazón y cuerpo siempre le ha permanecido a Lorenzo. Mi cabeza es un lio porque aun debo encontrar la manera de decirle a Lorenzo que me voy a Barcelona dentro de unos pocos días.
Les explico por qué debo de estar un mes entero antes, pues debo resolver el tema de la beca y ponerle al día con las materias que voy a dar. Aparte esa facultad se dedica hacer curso gratis de correcciones para principiantes, cosa que me va hacer muy útil en el futuro.
Decido salir a recorrer las calles de Long Beach, donde la añoranza me ataca brutalmente pues ahora con el tema de la Universidad me va hacer imposible visitarlos. Odio todo lo que hice, nunca debí irme de este lugar que es mi pueblo, es mi hogar desde que tengo memoria. Mis pies caminan hacia mi lugar especial "la laguna azul" como le decíamos Sadie y yo.
Me siento en unas de las piedras cercanas al agua, nada ha cambiado en este lugar, aunque 6 meses no es mucho tiempo, pero para mí ha sido un siglo. A lo lejos pude observar a uno de los enamorados de Sadie, Cristian.
— ¡Hey Cris! ¿Todo bien? —le grito mientras este me saluda bastante amigable, la verdad nunca entendí porque Sadie nunca le dijo que sí.
— ¡Hey Mila! ¿Qué raro tú por aquí? Este lugar después que te fuiste, nunca fue lo mismo.
Asiento lentamente, mis recuerdos me atormentar, tantos momentos felices e incluso realizábamos fiestas que eran bastantes populares.
— ¿Has visto a Joel?
—No, ni quiero verlo Cristian.
—Creo que deberías, un consejo como amigos. Para abrir nuevos capítulos, es necesario cerrar otros. Lo de Joel y tú nunca se cerró ¿Verdad?
Asiento suavemente, realmente me hace demasiada falta cerrar todos los capítulos de mi vida para tomar esa medida drástica que va a lastimar a unos cuantos, principalmente a mi Lorenzo.
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¡Hey tú, idiota! © V1
Teen FictionPrimer Libro de la Saga Vizcaya Camila decide que irse a vivir con su padre es su mejor opción, todo porque quiere mejorar su vida, con las excelentes escuelas y ofertas universitarias que se otorgan en Fairfax. Además de que quiere ser una de las m...