Primer Libro de la Saga Vizcaya
Camila decide que irse a vivir con su padre es su mejor opción, todo porque quiere mejorar su vida, con las excelentes escuelas y ofertas universitarias que se otorgan en Fairfax. Además de que quiere ser una de las m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Camila
Hacer un poco de ejercicios no viene mal para uno, pero ya es avaricia querer hacer una dieta y no poder comerme los ricos tacos y hamburguesas de la esquina. Llego a la casa para darme un baño relajante y quedarme a revisar unos trabajos que debo entregar pronto.
— ¡Camila! ¡Camila! —Grita Ámbar hasta llegar al cuarto de baño, empieza a tocar la puerta hasta que le respondo.— Cam, ponte bien cómoda y bien deportiva
Arqueo una ceja mientras me froto la esponja por el cuerpo. Algo comienza a olerme mal pero sigo bañándome sin más. Nadie iba a joderme mi día, así que abro el grifo y quito la espuma de mi cuerpo.
Salgo con una toalla enrollada en mi cuerpo cuando veo el conjunto rosa que Ámbar tenia arriba de mi cama.
— ¿Esto qué significa?
—Que vamos a salir, bueno a un juego de futbol.
— ¡Un juego de futbol! Pero no han visto las noticias, viene la tormenta.
—Cam, pareces una vieja reclamando, eres una aburrida. ¡Quédate con tu aburrimiento! Y la tormenta no viene dentro de dos días.
Y de un portazo cierra la puerta dejándome con los pelos erizados. Es verdad, me he vuelto una gran aburrida. Agarro el teléfono y le marco a Ámbar para que me espere.
Me visto enseguida con la ropa escogida por la susodicha y salgo corriendo, dejo mi teléfono y agarro un poco de dinero.
(...)
El auto de mi mejor amiga frena fuertemente, mi corazón se quiere salir y solamente la miro con ganas de asesinarla. Miro a mis alrededores y veo muchísimas personas para ser un juego de mala muerte como Laurdn había descrito lo que iba a suceder. Me bajo del auto, miro de nuevo a todos y me lamento a ver venido hoy. ¡Mierda! Me he vuelto una vieja. Suelto mi pelo y me arreglo el short para salir con mi amiga camino hasta las gradas donde estaba Lauren con dos paquetes de rositas de maíz.
— ¿Trajiste el vejestorio de Camila? Te admiro amiga.
Ruedo los ojos y le quito las rositas para sentarme en mi asiento.
El lugar era el estadio principal de Fairfax, simplemente es un espacio público bastante concurrido y bueno en este pueblo por cualquier cosa en tema deportivo hacen una tormenta en un vaso de agua. Por lo que pude escuchar iban a jugar Lorenzo, Sam y Josh *quien está tratando de adentrarse en el grupo*, Jack no tenía ganas de jugar y decidió disfrutarlo con nosotras en las gradas. Bueno iban a jugar ellos tres en un grupo de chicos que conocieron en la preparatoria, y sus contrarios eran del año del hermano de Lorenzo. Jack se sentó a mi lado con dos vasos de refrescos y una pizza. No paraba de mirar a un muchacho que estaba en la banca del equipo contrario, yo le daba unos codazos para que no fuera tan obvio, y terminábamos riéndonos llamando la atención de todos.