Seis.

6.4K 793 688
                                    






Aventurados estábamos en una pequeña colina de un parque, detrás de unos arbustos.

El plan inicial había sido una cita en el parque, para darnos el tiempo de platicar más, comer algo y simplemente divertirnos el uno con el otro.

Era todo tan lindo hasta que los besos dulces y la charla tanto tímida como cotidiana, evolucionó a toqueteos, miradas cómplices, roces por aquí y allá, y el plato fuerte, una conversación candente.

Katsuki posó su cabeza en mi cuello y comenzó a morder.
Mis jadeos incontrolables se convertían en pequeños gemidos, que de tener más éxtasis llegarían a ser audibles.

Llegadas mis manos a su cabello, mi tacto apetecía cada mínima parte de él, doblaba mis codos acaparando su cabeza en mi cuerpo.

- Katsuki... - Suspiré llamándolo.

Mis piernas falseaban y se restregaban a las de mi pareja frente mío; del cual notaba que el excitado no era solamente yo.
Cuando entrelacé mi pierna a la suya, Bakugo empezó a frotar su erección en mi, lo cual me hacia perder la cabeza.

- No... Estamos... Estamos en público Katsuki...

Sin importarle mi advertencia bajó su mano a mi muslo y lo subió a su cintura provocando que su erección quedara tan cerca de mi intimidad.

Abrí los ojos buscando que mi cabeza no se nublara por completo e intenté divisar si había alguien cerca que nos llegará a sorprender.

- Joder... - separó su boca de mi cuello dejando esa parte sumamente mojada.

No le bastaba ya tenerme a su merced, quería dejarme sin aliento y yo no pondría resistencia a eso.
Después de tan agitada semana sin permitirle a nuestros cuerpos tener algo de pasión por estar distraídos cuidando un bebé, este conjunto de emociones era lo que me recompensaba.

Katsuki me dió vuelta y apegó mi trasero a su pene, el cual empezó a frotar con mucha exasperación, demandando a sus labios besar mi nuca.

Nunca debí decirle que tenía sensibilidad en abundancia ahí.

¿A quién engaño? Claro que se lo dije a propósito, fue tan premeditado que me avergonzaría, más si se enterase de mis fantasías que he armado dándole toda la información de mi persona.

Estaba prosiguiendo a velocidad, era tal que en cualquier instante va a desnudarme.
No tendría problema de no ser por la parte evidente.

Sin embargo, claramente había algo que quería hacer.

- Ah, ¿Qué... Haces..? - Respiró con pesadez.

Dejé que se sentará en el césped y bajé sus pantalones con una mínima velocidad dándole la pista de lo que venía.

- ¿Y esa iniciativa, idiota...? - Me dió una sonrisa retadora.

Únicamente lo miré directo a los ojos y sonreí.

Frente a su pene, aún sin bajarle la ropa interior,   metí su glande en mi boca provocando un grito ahogado del que es... Mi novio.

Cuando me quedé sin paciencia de jugar con él saqué su erección y empecé a hacerle caricias mientras lamía sus testículos sensibles y apañables.

La mano que no estaba usando bajó entre mi ropa a mi parte íntima, la cual por debajo del pantalón empecé a estimular.
Estaba demasiado excitado, tanto que cada toque era un pequeño vistazo al paraíso de las sensaciones.

Sin divagar más, humecté con mi saliva abundante su falo dejando que chorreara por el tronco y así mi lengua hizo círculos en su uretra.

Los gemidos de Katsuki comenzaron a agudizarse pasando a ser más audibles; y aunque saber que estaba de ese modo por mí incrementaba mi ego, no podía olvidar que estábamos en público.

вeιɴɢ loved | Kαтѕυĸι BαĸυɢoυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora