вeιɴɢ loved | Kαтѕυĸι Bαĸυɢoυ

Nueve.

- Imbécil, maldito desgraciado hijo de puta.

Katsuki caminaba por toda su habitación evitando explotar, literalmente.

- Katsuki... Fue ya hace mucho. Recuerda lo que me dijiste, no valen la pena ya.

- ¡Eso no quita lo que te hicieron! Fue... Jodidamente horrible.

- No importa... Solo...

- ¡ES QUE NO PUEDO! - Me gritó.

Quedé callado.

- ... Lo siento. Lo siento, lo siento en serio. - se arrodilló a mi altura.

Katsuki se había enojado muchísimo cuando le hablé de lo que me hicieron en el colegio, antes de ingresar aquí.

Pese a mis intentos de calmarlo, él no cedía, se veía muy... Afectado.

- No quiero darles esa satisfacción de que me sigan atormentando. - Solté esas palabras que aún me pesaban.

- Deberías estar furioso, desearles todo el mal, ¡Fueron tan desgraciados que...! ¡Agh! - tapó su rostro.

- Aprendí hace tiempo que no gano nada haciendo eso, créeme. Aunque planeara la peor venganza, sería castigarlos del pasado. Ni siquiera sé si cambiaron, si se arrepintieron...

Bakugo gruñó. Lo miré con atención cuando me tomó de las manos, y siguiendo con la cabeza agachada dió un suspiro entrecortado.

- Yo hice lo mismo. Lastimé a alguien mucho, más de lo que alguien puede merecer. A este punto, ni siquiera me he disculpado porque no tengo el estúpido valor.

Su voz se quebraba. Desde que me di cuenta que lo quiero demasiado, su dolor se ha vuelto el mío, por lo que mi corazón se apretaba con cada palabra que se gritaba odiandose.

- No merecen que seas tan bueno con ellos, no merecen tu perdón. Así como yo tampoco por las acciones qué cometí.

El rubio estaba avergonzado así como melancólico.
Me bajé de su cama, y me arrodillé frente a él.

Estaba llorando.

- Katsuki... - Tomé sus manos. - Mírame...

Intenté levantar su rostro con mis manos, este lo esquivó.

- Hey, está bien... No tiene nada de malo llorar... - Suavicé mi voz intentando tranquilizarlo.

- No estoy llorando... - Su nariz tapada por los mocos lo contradijo.

- Tu no eres como esas personas, ni de cerca. No puedo asegurar que aquellas personas hayan cambiado y estén arrepentidas, no me importa saber. Por otro lado, tú, estás arrepentido y sabes que fuiste un tonto.

Bakugo me miró fijamente. Verlo en este estado vulnerable me carcomía súbitamente.
Estaba bien mirar al pasado y notar que cambiamos, ya sea para bien o para mal, conocer que esa persona que fuimos no decidía si éramos la misma ahora, mas, son las acciones lo que demostrarían que se ha cambiado tanto físicamente así como de pensamientos.

- ¿Me acabas de decir tonto? - Curvó una leve sonrisa en sus labios.

- Todos lo llegamos a ser.. - Le dí un casto beso colmado de apoyo.

Hice una pequeña pausa para brindarle calor corporal.

- Tus acciones del pasado no te definen, Katsuki.