Tres.

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- Mierda, ven acá.

Katsuki me tomó y besó con desespero apretujandome.
Estando así, no pude evitar el impulso de bajar mi mano en dirección a su intimidad; aún estando sobre la tela de la ropa me ponía nervioso, y muy caliente.

Sus besos eran agresivos, me mordía e invadía mi cavidad vocal con su lengua. Su mano diestra estaba posada en mi nalga, la que apretaba con fuerza.
Yo metí mis manos por su camiseta tocando su abdomen, recorriendo el contorno de su cuerpo, hasta su pecho el cual apretaba de vez en cuando por la textura.

Había una sola cosa que me preocupaba, y era que las cosas avanzarán a más allá...

No porque no quisiera, sino, por... Lo otro.

- ¿Ya estás así..? No pierdes el tiempo... - Sonreí con altanería.

- Por supuesto que no. - Respondió con una sonrisa coqueta que no dejaba nada a la imaginación. - Yo solo quiero saber qué harás al respecto...

- Ah, ¿Yo?

Escabullí de entre su abdomen mi mano dominante, deslizándola hasta llegar a su área pélvica, o como yo la conozco su "v".
Esta acción pareció sorprender al chico, por lo que me miraba sin dejar escapar ningún mínimo detalle de la escena.

- ¿Qué debería hacer yo...? - Le pregunté burlón.

- Idiota... A mí se me ocurren muchas jodidas cosas...

- Claro..

Mi mano se adentró entre su boxer y sentí un bochornoso calor que había en aquel lugar.

Con mis dedos, tracé el contorno de su pene. Bakugo siendo sensible, retorció un poco su espalda y gimió profundo entre mis labios.

Aún cuando no podía ver cómo era su falo, era capaz de distinguirlo con tan solo mi sentido del tacto...
Era de un tamaño bueno, ancho grosor y la punta algo más pequeña que el tronco.
Subiendo a medida de un vaivén mi mano, me encontraba masturbandolo. Pude notar que su glande era una parte bastamente sensible, al menos en comparación a lo demás; por lo que le daba pequeñas caricias con mi pulgar

- ¿Eso es todo lo... - Jadeó. - ...que puedes hacer?

- No te conviene retarme en esta situación.- Advertí apretando un poco su miembro.

Katsuki me miró analizando bien lo que hacía, como lo que decía, y frunció el entrecejo.

- Hey, déjame también...

Intentó bajar su mano a mi ropa interior, de inmediato lo detuve.

- Por ahora solo concéntrate en ti.

El rubio iba a protestar, a lo que actué rápidamente utilizando mi otra mano para estimular sus testículos y acariciar su glande con más velocidad en mi otra mano.

Su respiración comenzaba a desenfrenarse cuando apretaba sus bolas.
En algún momento se desesperó tanto que bajó de golpe su pantalón junto a su ropa interior, lo que dejó expuesto su miembro.

Alejé mis manos queriendo hacerlo sufrir mientras yo miraba con atención su pene.

Era de un tono claro, tenía vello púbico, sin embargo no era tan abundante. Su glande podía ser mi cosa favorita, rosada, hinchada y palpitante. Su tronco con venas resaltantes.
Y sus testículos que eran de un tamaño proporcionado.

- Una foto duraría más, imbécil... - Se quejó. - ¿Quién te dijo que podías parar?

- Quería verlo... No es mi culpa que se vea apetecible.

вeιɴɢ loved | Kαтѕυĸι BαĸυɢoυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora