Doce.

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Abrí mi armario buscando ropa para ponerme, estar cómodo pero aún así verme bien.

No estaba muy concentrado, sería quizá un pésimo día; únicamente me confortaba que Katsuki estaba a mi lado.

- ¿Por qué sigues en pijama?

Di un leve brinco.

- Me asustaste. - Posicioné mi zurda en mi pecho.

- La estúpida puerta estaba abierta, solo pasé. - Espetó con una mueca. - Se hace tarde

- Son las nueve.

- Bastante tarde para seguir con esa ropa puesta.

- ¿Qué harás? ¿Quitarmela? - Reí.

Sonrío desviando su mirada. - Lo haría de no ser por el hecho de que vamos tarde.

- Oh, por favor. - abucheé. - Ni siquiera tenemos una hora de llegada. Por mi, no llegaría.

Apreté mi entrecejo.
Katsuki se dió la libertad de entrar y ponerse de lado a mi.
Analizó el closet frente a nosotros y después de unos segundos tomó tres prendas.

- ¿Qué tal esto?

Me mostró un pantalón amplio grisáceo, una camisa blanca con un estampado. Simple.

- Supongo que está bien...

Tomé un binder de mi closet y enseguida miré a Katsuki

- ¿Qué? - preguntó.

- Volteate pues.

- Ah, como sea. - Se dirigió a la ventana del balcón.

Me quité la camisa que traía puesta para ponerme mi binder y después la remera que el rubio me acababa de sugerir.
Tomé mis pantalones y terminé de vestirme.

- Tengo que darte algunas advertencias de.. a dónde vamos, Kats.

- ¿Advertencias? - Elevó una ceja.

- Si, ahm... Ya sabes. Yo sé cómo eres, y te quiero así - Sonreí estableciendo contacto visual con él. - Pero en ese lugar, te insultan de una manera pasivo-agresiva.

- Lo puedo manejar. Deja de preocuparte por mi.

- No tienes por qué hacerlo, el venir conmigo, después de todo es mi familia y no la tuya - Reí nervioso.

- Aunque me intentes persuadir no abandonaremos la intención de ir ¿Comprendes?

- ¡Creí que la tercera sería la vencida!








-










- Me siento avergonzado de que mi primera interacción con usted sea porque tenga que llevarme a un lugar, señor Bakugo - Aseguré con culpa.

Íbamos por la carretera, en el auto del padre de Kats, con el padre de Kats.

- ¿Bromeas? ¡No hay problema alguno!  - Mostró una sonrisa amplia mientras me miraba por el espejo retrovisor.

- Deja de quejarte idiota, ya vamos a medio camino - Se quejó el rubio a mi lado.

- Katsuki, por favor no le digas así a tu novio - Lo reprendió su padre.

вeιɴɢ loved | Kαтѕυĸι BαĸυɢoυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora