#44 Viaje al Oeste IV

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-Bien ya llegamos - dijo esta bastante cansada.

-Espere maestra aún no sabemos si este lugar es bueno o malo - dijo Wukong.

-Claro entiendo es para no repetir tu error del anterior pueblo donde los monjes insultaron tu apariencia y nuestro aspecto pobre y les enseñaste nuestra túnica las cuales le prestaste y luego nos intentaron prender fuego, pero tú me tapaste con un manto mágico que fuiste a buscar al cielo y soplaste el fuego para quemar el monasterio pudiendo simplemente buscar agua, luego vimos como se murió el viejo loco ese que resulta que era longevo porque era amigo del demonio de oso negro que se llevó la túnica y después fuiste a recogerla, peleaste con ese tipo 2 veces y las dos quedaron en empates porque él se fue a comer, ingeniando tú junto a Guan Yin un plan de meter a la deidad en la fiesta transformado en uno de sus amigos y tú en una píldora que el demonio se la comio y le reventaste las tripas desde adentro para luego Guan Yin obligarlo a ser un guardián en cierta cueva llevándoselo destruyendo tu la montaña trayéndome la túnica mientras yo gastaba la comida de los monjes del monasterio quemado, si hay que evitar errores como ese - dijo ella un poco sofocada al final.

- Exacto - dijo este apenado por sus errores pasados.

- Ya me lo imaginé - dijo ella mirándolo indiferente continuando ambos el camino.

- Déjame ver - dijo el mono inspeccionando el pueblo con su mirada de fuego.

- Está bien maestra, en este pueblo hay mucha bondad, podemos pasar bien la noche - dijo este y ambos avanzaron hasta la entrada del pueblo donde se encontraba un hombre de muy desaliñado aspecto.

- ¿Oye como se llama este pueblo? - pregunto Wukong agarrando el brazo del hombre.

- Quítame la mano de encima, duele, tienes una tenaza por mano - se quejaba el hombre sin poder zafarse.

- Ya suéltalo - le dijo la monje.

- No entiendes maestra, eso le quita la diversión, dime todo sobre este pueblo, claro únicamente si no te puedes zafar - dijo este retando al hombre y después de muchos movimientos este se rindió y empezó a hablar.

- Este pueblo se llama Gao porque todos aquí se llaman así, mi señor me ha mandado a buscar monjes fuertes para cazar a un monstruo, pero solamente he encontrado mediocres y este me ha castigado severamente, si falló esta vez temo que me desaloje.

- Mi fuerza y tus problemas encajan a la perfección, yo eliminare a ese demonio, llévame con tu señor - dijo el mono y el hombre se los llevo a la morada del señor Gao.

Al entrar el hombre a los minutos salió junto a un anciano que lucia bastante cansado.

-¿Nosotros somos monjes que vienen del esté en busca de las escrituras budistas de Buda, podremos tener alojamiento está noche?- pregunto Xhanzang.

- Vienen del este, si han hecho un viaje tan largo solo puede significar que son poderosos, pero solamente quieren alojamiento - dijo el viejo decepcionado.

- No malinterpretes señor Gao, yo puedo cazar a su monstruo por diversión - habló Wukong.

- Pero tu aspecto eres igual a él - le dijo el viejo.

- Veo que la edad le afecta y no puede distinguir entre un demonio bueno y uno malo, ahora cuéntame todo lo que necesitó saber sobre ese demonio.

- Está bien, este pueblo siempre a estado libre de la influencia de esas bestias, pero mi único problema es no haber tenido ningún hijo varón, tuve tres hijas, dos de ellas se casaron con hombres del mismo pueblo, mi única esperanza era que la tercera se casará con un hombre de otro pueblo que quisiera vivir en mi casa y adoptar mi apellido para que naciera mi heredero, un día un hombre hermoso y fornido acepto y así se casaron, este hombre trabajaba de mañana a noche, todo era perfecto hasta que su aspecto cambio su aspecto fornido desapareció y se volvió gordinflón, sus orejas se hicieron gigantes y su nariz era la de un cerdo, no este hombre era un cerdo, su apetito incansable acabo con todas mis reservas de comida, descontento conque mi hija estuviera casada con un demonio este se la llevó y la encerró en la parte trasera de su guarida - terminó de contar la historia el hombre cayendo deprimido.

Shinku no honoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora