23- De cualquier forma, siempre te sales con la tuya.

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Xiao XingChen tardo un tiempo en darse cuenta de aquello que tramo seguramente Xue Siu, pues la sorpresa en Xue Yang era la misma que él... Su aturdimiento fue tal, que solo tardo varios minutos en darse cuenta de la situación y, de hecho, estaba algo nervioso. A Xiao XingChen le tomo un tiempo algo largo confirmar el hecho de que Xue Yang estuvo todo el tiempo escondido detrás de un árbol escuchándolos... ¿Cómo no lo noto? Al parecer aquel hombre que acababa de marcharse incremento su aroma confundiéndolo aún más, siendo así que no lograra el darse cuenta de... ese aroma a dulces que en esos momentos cosquilleaba en su nariz. 

Xiao XingChen no logro evitar el dejar escapar un suspiro, cuando observo de reojo a Xue Yang. No logro evitar sorprenderse un poco, no era algo que esperaba de ese hombre. No es que su rostro, o dicho de mejor modo, su apariencia en general haya cambiado. Todavía poseía esa aura dominante, con ese traje ajustándose y acoplándose de buena manera en su cuerpo, estaba pulcramente vestido. Sin embargo el tono de sus ojos, lograban permitir al espectador estipular cuántos días y posiblemente noches consecutivas, concurrieron que él no había dormido bien, su rostro un poco más pálido de lo normal, careciendo de ese color rosáceo común, y ese hecho permitió dar indicios a las personas, que de hecho, Xue Yang no estaba del todo bien.

Desvió su rostro a otra dirección, después de todo lo que pasó, todavía se preocupaba por él. Que tonto.

Xiao XingChen se acurrucó en su asiento, mientras sus manos cubrían su estómago. Recuerda las palabras de Xue Yang 'Podría sacarlo de su vientre', no era que le temiera, solo era por qué Xue Yang no merecía estar cerca de ese ser que apenas se formaba en su vientre. Sus manos acariciaron suavemente esa parte, el cual se tornó como su deber, solo para asegurarse que estaba allí, presente, en lugar de que algún incidente causara consecuencias mayores.

Xiao XingChen no volteo en dirección de Xue Yang, pero tampoco deseaba irse. Al menos aún por más tonto que fuera... deseaba una explicación o al menos un rechazo correcto para cerrar esa etapa. Era lo correcto. Ante ese pensamiento logro levantar su mirada hacia arriba.

No obstante, solo se encontró con aquel par de ojos color azabache, sin rastro de aquel tono carmesí, el cual esperaba ver. Solo mostrando un destello de miedo, nerviosismo y una inexplicable emoción. Ningún rastro de aquella demencia del día que se quebró su relación, era solamente... Miedo y preocupaciones ocultas, temiendo que posiblemente él lo notara.

Solo logro parpadear, pues su mirada no lograba apartarse. Solo observo el reflejo de él mismo... Muchas veces le gusto eso... Pero ahora nada. Ningún atisbo de felicidad se creó en su pecho. Solo por el hecho de comprender el rechazo ajeno. Y por tan sólo la genuina preocupación los cuales cubrían los orbes ajenos. No era lo mismo.

—Lo lamento. Pero deberías marcharte —Xiao XingChen desvió su mirada, cuando noto lo que hacía, su corazón estaba acelerado, cuando el hormigueo cubría su piel. Estaba nervioso. Era incomodo— Seguramente la recepción y la celebración ha terminado —forzó una simple sonrisa.

Xue Yang dejo escapar una inhalación fuerte.

Odiaba eso. No era la misma sonrisa la cual lo volvía loco. No era la sonrisa que lo atrajo, aquella que lo enamoró. No era aquella que Xiao XingChen le regalaba... Era diferente. Le dolía.

Las manos en el regazo de Xue Yang se tensaron. Su corazón dio un vuelco cuando se contrajo al ver como esos orbes cobaltos eran bañados de dolor. Xiao XingChen era alguien que lograba controlar sus emociones, jamás se permitirá tal falta, pero Xue Yang lo conocía. Ese brillo en sus ojos no era de alegría alguna, eran un estallido de dolor. No era aquella que lograba causar que Xue Yang cayera a sus pies.

Seducción -Omegaverse XueXiao-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora