Daughter of the Stars -The Avengers

Prólogo

 ¿Cómo se crea la vida cuando no hay nada? ¿Cómo el poder del universo siquiera puede llegar a crear un ente con solo dos cuerpos brillantes que colisionan entre sí? ¿Cómo es fisicamente posible que esto suceda?

Actualidad

Stella caminaba de una pared a la otra dentro de su habitación mientras se estiraba su cabello negro con ambas manos murmurando cosas inentendibles, paró su caminata errática abruptamente y se giro hacia su padre.

—¡NO PUEDO CREER QUE ME HAYAS MENTIDO DE ESA MANERA! ¿¡HE PASADO MÁS DE MIL AÑOS EN UNA COMPLETA MENTIRA!?— Exclamó la joven princesa roja de furia mirando a Odin. En su mente se repetían una y otra vez las palabras que escucho accidentalmente cuando quiso entrar al estudio de su madre.

"—Tenemos que decirle Odin...— la voz dulce de Frigga remplazó el silencio de la habitación. Al escuchar esto Stella frenó su mano que estaba a punto de girar el cerrojo. Sintiéndose culpable por entrometerse en la privacidad de sus padres, pero a la joven la curiosidad le ganaba muchas batallas.

—No puedo Frigga, no está lista... no estoy listo. No puedo hacerle esto a ella es mi pequeña niña— Stella frunció el seño y sintió una presión en el estómago que impedía que pueda respirar con normalidad, estaban hablando de ella pero, ¿Para qué no estaba lista? ¿Qué era el gran secreto que mantenía a sus padres tan inquietos?

—Será mejor decirle antes de que lo averigüe por sus propios medios, sabes que es poderosa y creo que es mejor decirle que tan peligrosa es antes de que pase algo malo.— la cabeza de la joven comenzó a doler ya que no podía procesar de manera correcta todo lo que estaba escuchando. Odin lanzó un suspiro triste.

—¿Cómo le digo a mi hija que no es mía?— Una lágrima cayó del único ojo del rey.
La chica aún detrás de la puerta se tapo la boca y de sus ojos comenzaron a brotar lagrimas gruesas y densas que bajaban de sus mejillas con una rapidez impresionante.
Abrió la puerta y diviso a su madre sentada en una silla de su estudio y frente a ella su padre quien hasta que no escuchó un sollozo no giro el rostro, ambos la miraban con culpa y temor en sus ojos.

—¿Cómo pudieron?— dijo con un hilo de voz y salió corriendo a su habitación."

—Por favor hija...— Ante esta palabra la joven se acercó al dios.

—No me llames así.— Lo miró con tanta furia que sería capaz de intimidar a cualquier ser en el mundo. Odin con una mueca de dolor ante las palabras de su hija menor suspiró.

—Esta bien, Stella. Deja que te explique.— señaló la cama en la habitación de su hija invitandola a sentarse. El Dios comenzó a hablar recordando todo lo que habia sucedido aquella noche...