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Stella daba vueltas en su cómoda cama intentando apagar el sonido de golpes que escuchaba a lo lejos, cosa que no estaba dando resultados, ya que con cada vuelta el sonido se hacía más fuerte, llegó un momento en el que la joven entre los golpes comenzó a oír una voz que la llamaba.

-Señorita Stella, despierte!- Rossell golpeaba la puerta intentando despertar a la joven quien había hechado llave para que nadie la molestara.- El director Fury la requiere, Stella!- Stella se frotó los ojos y se sentó en la cama bostezando.- Despierte señorita o el señor Fury vendrá personalmente y eso no le gustará.- Seguía tocando la puerta el pobre agente que llevaba diez minutos parado ahí.

-Ya voy! Ya te oí!- Gritó la joven y se paró dirigiendose al armario, tomó en sus manos el uniforme de SHIELD, se quitó la ropa y examinó su brazo izquierdo notando que ya no dolía y habia comenzado a cicatrizar. Desdobló el uniforme y se lo puso, este le quedaba ceñido al cuerpo pero igualmente era cómodo, le quedaba perfecto, cogió las botas estilo militar admirandolas y se las puso, para su buena suerte le quedaban perfectamente bien. Sintió otra vez un golpe en la puerta y un bufido, suspiró y caminó hacia la puerta y la abrió mirando a Rossell.- ¿Me das un minuto? Ya termino.- Volvió a cerrar dejando las palabras del hombre en su boca y caminó al baño, se miró al espejo, sus moretones ya habían desaparecido y donde se encontraban los rasguños sólo habían pequeñas manchitas rojas que pronto desaparecerían. Vió su cabello todo enredado, ya que se habia quedado dormida con este mojado y cogió un peine que había dentro del espejo, se peinó intentando deshacer los nudos dejando su pelo lacio cayendo por sus hombros, se lavó los dientes, la cara y salió del baño. Se dirigió a la mesa de luz y tomó la radio que Rossell le había entregado. Cuando abrió la puerta de la habitación Rossell la miró de arriba a abajo y se sonrojó.

-El señor Fury y los demás la esperan en la sala de computadoras, vamos.- el hombre comenzó a caminar con la chica detrás de él.

-¿Cuánto estuve durmiendo?- Preguntó la joven notando que ya era de día.

-Son las 11 del mediodía así que ha dormido, 9 horas.- Stella se sorprendió ya que sentía que solo había dormido un par de horas y no tanto.

Luego de de un rato caminando por extensos pasillos, llegaron a una puerta de vidrio que tenía persianas así que no podía ver que había dentro.

-Bien, aquí es, la dejo para que ingrese sola. Adiós.- El agente hizo una pequeña reverencia y se fue alejando por el pasillo.

La Diosa se acercó a la puerta y está inmediatamente se abrió sola dejando ver una extensa habitación llena de computadoras y gente, justo la pared frente a la puerta era una enorme ventana que mostraba el cielo, la joven se adentró en el lugar solo mirando la ventana cuando ya estaba en el medio noto que debajo de ellos ya no había agua como cuando llegó sino que el agua se veía pequeña como si el lugar estuviera en altura.

- ¿Qué carajos? ¿Estamos volando? ¿No estábamos flotando? Esto es cool y pensar que me quería quedar en casa comiendo chocolates, genial.- mencionó la joven aún sin despegar la vista de la ventana.

-Caballeros, Señorita, les presento a Stella.- Al escuchar la voz de Fury la joven se volteo encontrándose con el director frente a ella quien a su lado tenía a un hombre castaño, bajito que tenía una expresión amigable, la joven lo reconoció al intenté era el Dr. Bruce Banner el experto en rayos gamma que la chica admiraba, a un lado de el se encontraba una mujer pelirroja super hermosa que podría asegurar que ya había visto en la televisión y al otro lado de la mujer un hombre alto, musculoso, rubio, de ojos azules como el cielo que se veía por la ventana, este la miraba como si ella fuese lo más extraño que había visto en su vida.- Ella formará equipo con ustedes para conseguir el artefacto que estamos buscando.

Daughter of the Stars -The AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora