6 Avengers

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Un año más tarde

Stella se encontraba en su habitación, había pasado días allí encerrada ya que la gente del pueblo no dejaba de perseguirla y acosarla por lo sucedido hace unos meses con Thor y el devastador. Al parecer su secreto ya no era tan secreto, todo el mundo sabía que ella no era quien decía, no era la inocente Star Montesco que llegó de Red River porque tenía ganas de vivir alejada se su familia, sino que era una guerrera experimentada que tenía poderes sobrenaturales. Hace unos meses a la joven la habían despedido de su empleo por todos los incidentes que habían ocurrido por lo que hace semanas no salía de su casa.

El estómago de la joven rugió ya que no recibía alimento hace varias horas lo que hizo que esta se levante y se dirija hacia el refrigerador, en ese momento se dio cuenta de que estaba sucediendo lo que más había temido, se había quedado sin comida, lo que implicaba tener que ir a comprar más, lo que conllevaba a tener que salir de su apartamento y que las personas se vuelvan a amontonar a su alrededor. Stella se encaminó hacia su habitación y abrió su armario, buscando ropa que cubra todo más de la cuenta para ocultarse del pueblo, cogió unos lentes de sol y salió de su casa, bajó por el ascensor rezando para no encontrar a ningún vecino dentro, al llegar a la acera suspiró y se dispuso a caminar hacia el mini supermercado que habia a un par de calles. En un canasto comenzó a meter todo lo que necesitaba, pastas, salsa de tomate, harina, pan, verduras, frutas y productos de aseo personal, una vez que terminó de meter en el canasto todo lo que necesitaba al llegar al mostrador también tomó unos chocolates y dulces que había ahí. El cajero miró a la chica con los ojos entrecerrados mientras escaneaba los productos y los metia en distintas bolsas, cada movimiento lento y perezoso del joven hacían que la joven se desesperara cada segundo un poco más, después de lo que para la chica fue casi una eternidad el joven habló.

-Serán $40.35- la chica asintió sacando de su cartera un billete de 50 dólares y se lo tendió al chico frente a ella. El lo tomó, mientras sacaba el cambio de la caja.- ¿Puedo tomarme una foto contigo? Es que te vi el otro día en la pelea y me pareciste una gran superheroína.- tendió el vuelto a la chica quien lo recibió con una mirada seria levantándose los lentes de sol hasta la mitad de la cabeza corriendo los cabellos salvajes sobre su cara.

-em, si claro.- Respondió extrañada por el pedido del muchacho. Este sacó de su pantalón su celular y activo la cámara frontal para tomar una selfie de ambos, el tenia una sonrisa amplia y la joven a su lado detrás del mostrador mantenía una sonrisa ladeada de boca cerrada.- Nos vemos, Juan.- dijo leyendo el gafete en la blusa roja del muchacho, cogió sus bolsas y salió del supermercado.

A unos pasos de la puerta del local la estaban esperando unas quince personas quienes rápidamente la aprisionaron en un círculo, todos hablaban tan fuerte que hicieron que a la joven le comenzará a doler la cabeza muy gravemente, unos le gritaban que la amaban y le agradecían por salvar al pueblo. Los otros, en cambio, le decían que era un peligro para el pueblo y que mejor se largue antes de que destruya todo, como pudo la joven se abrió paso entre las personas y corrió hacia el edificio de su departamento, entró lo más rápido que pudo y llamó al ascensor apretó el número 5 y el aparato comenzó a subir lentamente. Utilizó ese minuto en el ascensor para calmar su respiración y contar hasta 100 para calmar el mini ataque de ansiedad que le había provocado estar en esa situación. Al llegar a su departamento depositó las bolsas sobre la mesa de su cocina/comedor y notó que antes de salir de la tienda en su mano tenía 5 bolsas y sobre la mesa ahora solo habían 4, revisó el contenido de las bolsas y noto que la que faltaba era la de los chocolates y dulces que había tomado del mostrador.

-Hijos de per...- Un carraspeo de garganta detrás suyo la obligó a callarse y voltear en un fracción de segundo mientras en su mano derecha se materializaba su hoz de oro puro. Frente a ella se encontraba un hombre moreno, alto, vestido completamente de negro, lo que más llamó la atención de la chica fueron las cicatrices y el parche que este tenía en su ojo izquierdo, cuando la chica se puso en posición de ataque con su hoz a lo alto, el hombre levantó las manos en signo de paz y habló.

Daughter of the Stars -The AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora