Día 3: Gaslighting || IronStrange

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Existen seis etapas de una relación, es por ello que no todo es igual al inicio. Todos experimentan esto y el momento de Tony llegó. Conoció a Stephen Strange, un poderoso hechicero que colaboró con los Vengadores en una de las tantas batallas en la cual salieron victoriosos.

Las cosas comenzaron a acomodarse lentamente a favor de ambos, como si estuvieran hechos el uno para el otro, una pareja que a los ojos de los demás, era perfecta.

Primera etapa, enamoramiento. En la base, en reuniones e incluso en misiones, Tony y Strange mantenían más juntos que nunca, algo empalagosos para el parecer de los otros. Solían hacerse regalos mutuos y ser más cariñosos de lo normal, estaban completamente enamorados uno del otro y esto ciega los aspectos negativos de cada uno.

-Te ayudo, amigo- Tony, ayudó a levantar a Rhodey del suelo, pues estaba en sus días de recuperación luego de un accidente en la que la motricidad de sus piernas se vio afectada. Eran días difíciles, pero que como amigos debían superara juntos.

Pues bien, Strange no lo veía de esa forma. Solía pensar que Tony tenía acercamientos no muy amistosos con Rhodey, y esto lo hacía enfurecer, por lo que algunas veces no reaccionaba de muy buena forma.

-¡Tony! - Llamó al castaño, quien con un gesto lo dejó a la espera unos minutos más.

-Está mejorando- Habló animado, acercándose a Strange que lo esperaba con los brazos cruzados y una expresión poco amigable. -¿Te volvieron a robar el postre de café del refrigerador? - Preguntó burlón y se empinó un poco para darle un beso en la mejilla.

-Me robaron algo mucho más importante- Miró al genio serio y luego pasó su brazo por sobre el hombro de éste. -Tu atención

Tony rio y pasó su brazo por la cintura del contrario. -No seas idiota, solo le ayudaba con su terapia.

Este era uno de los tantos escenarios que Tony vivía día a día, pero que normalizaba, excusando con que Stephen solo lo "cuidaba". ¿A quién engañaba?

Esos comportamientos de Strange, cada vez eran más notables, por lo que varios compañeros de Tony le advertían sobre ello, pero como siempre, el castaño solo lo excusaba.

-Oye, enserio, no es normal lo que hace tu querido mago- Susurraba Natasha estando sentada en el comedor junto a Stark.

-Eres paranoica, Nat. No es nada, enserio

-¿Nada? ¿Sabes lo que me dijo la última vez? - Su tono de voz se tornó algo más molesto. -Que dejara de querer cortejarte o me enviaría a una tal dimensión perplejo o algo así dijo

-Estaba bromeando... De seguro- Aunque su respuesta sonaba tranquila, algo dentro suyo se estremeció, amaba a Strange, pero no permitiría que le dijera ese tipo de cosas a sus amigos. No era ninguna clase de objeto que le perteneciera a alguien en específico.

-¿¡Qué carajos buscas diciéndole ese tipo de cosas a Romanoff!? - Entró un Tony molesto a la habitación en la que Strange descansaba leyendo un libro.

-¿Ahora qué dijo? - Preguntó calmado sin despegar su vista del libro.

-Stephen, mírame cuando hablamos. - Pidió todavía más enojado. -No sé qué te ocurre últimamente. Sueles enojarte si me ves con alguien más y ahora amenazas a mis amigos.

La atención del hechicero por fin se centró en el genio. Se levantó de la cama y caminó hasta quedar al frente del más bajo. -No es nada de eso, solo te lo imaginas- Sonrió y pasó su mano por la mejilla ajena. -Tienes mucha imaginación Stark, pero yo soy realista. Romanoff se acerca a ti con otras intenciones ¿Crees que no lo he notado? Solo que me amas tanto que no lo notas, ¿cierto?

Stark rodó los ojos, desvió su vista y cruzó sus brazos. -Es cierto... Te amo, pero enserio, no creo ser tan tonto como para no notar algo como eso. Ella solo es mi amiga, además está en una relación con Steve. ¿No será que el que imagina cosas es otro?

-¿Qué insinúas? - Levantó su tono de voz, no permitiría que Tony le contradijera, sin embargo, trató de calmarse. -Bien, tal vez me equivoqué, pero no olvides que solo lo hago porque te amo y no quiero perderte... Eres muy importante, Tony- Su expresión se volvió algo tierna para Stark, sintiendo de repente cómo tomaba sus mejillas y las apretaba.

-Eres un tonto... No importa, olvidemos esto- Manteniendo sus manos en las mejillas del hechicero, lo besó en los labios. -¿Quieres un postre para el mal humor?

Stephen negó ante el ofrecimiento. -Quiero otra cosa- Sonrió con picardía.

La puerta tras Tony fue cerrada por la capa de Strange y ambos se centraron en olvidar lo ocurrido con algo de sexo.

Los días pasaron, la relación de ambos mejoraba poco a poco, pero los celos de Strange solo empeoraban, aunque Tony creía haber podido comenzar a manejarlos a su manera y "controlar" a su pareja.

Segunda etapa, Conocimiento. Era extraño, aquella perfección con la que, en un inicio, se veían entre los dos, había comenzado a desaparecer. Ambos eran hombres muy orgullosos y esto solo contradecía sus personalidades, sin embargo, con la vaga creencia de que se amaban, lograron superar esos aspectos y poco a poco congeniaban de mejor forma. Aunque no solo eso era lo que debían superar como pareja.

-¿Stephen? - Mencionó en un tono de voz triste. Lo que sus ojos presenciaban parecía ser un sueño... Más bien una pesadilla de la que quería salir pronto.

-To-Tony... No es...- Quitó sus manos de la cintura de Carol Danvers y se acercó al genio, quien solo retrocedía con cada paso que daba.

-Eres una maldita pe...- Fue interrumpido con una mano en su boca, Stephen repentinamente se le acercó y lo cayó. Dio un fuerte golpe en la muñeca del mayor, logrando quitar la mano de este de su boca. -¿¡Te atreves a callarme maldito bastardo!? - Gritó aún más exaltado y lo empujó del pecho para alejarlo. -Los dos, los quiero fuera de mi base. Y a ti maldita- La señaló con su dedo índice -Si te vuelvo a ver, no dejaré siquiera cenizas para que te lamenten

Se dio la vuelta y caminó a un ritmo acelerado hacia su laboratorio. Al sentirse solo, unas cuántas lágrimas comenzaron a salir, las que estuvo reteniendo desde el momento en que vio tal escena. Al llegar al lugar, golpeó con fuerza una de las mesas y tiró todas las cosas que había sobre ella.

Sintió un toque en su hombro y al suponer quién era, tomó una llave inglesa que había quedado sobre la mesa y giró rápidamente en busca de golpear a Strange, pero sólo se encontró con la capa y detrás de ésta al contrario, por lo que su golpe fue fallido.

-Te dije que largo de aquí- Gruñó y tiró la herramienta al suelo con fuerza.

-Tony, hablemos

-¿Qué mierda quieres hablar? ¿Vas a decirme que me imaginé que te besabas con tu querida "capitana"?

-No... Lo hice... Pero Tony- El hechicero suspiró y empuñó sus manos. -¡Es tu maldita culpa!

Stark abrió los ojos con sorpresa, no podía creer que Strange dijera algo como eso.

-Sí, es tu culpa- Continuó. -Me cansé de verte coquetear con tus "amigos" quería que sintieras lo que yo siento

-¿Enserio?... Yo... No coqueteo- Stark bajó la cabeza, comenzaba a cuestionarse, ¿en realidad era su culpa?.

A decir verdad, no podía evitar pensar en ello, desde joven se sintió culpable de la muerte de sus padres. Pensaba en el hecho de que, si hubiera sido mejor hijo, habría evitado el viaje de ellos ese día y así su muerte. Culpabilidad, un sentimiento con el que había vivido por años y que ahora afloraba de nuevo.

-Sí...- Respondió el hechicero con una leve sonrisa, pues su manipulación mejoraba cada día sobre el genio. -Me obligase a hacerlo... A esa mujer ni la aprecio, yo te amo a ti Tony, pero si sigues siendo tan amigable con los que llamas amigos, me sentiré mal y tal vez lo vuelva a hacer- Lentamente se acercó al castaño y lo abrazó tan pronto este se lo permitió. -Aléjate un poco de ellos- Besó su frente. -Y no haré nada que te hiera, ¿si?

-Lo haré...

Angstruary 2022  ||  MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora