Un cielo nublado y oscuro que daba a entender que pronto llovería y la triste melodía de un violín que acompañaba los sollozos de un castaño, eran el escenario de un funeral.
Ser un exsoldado de Hydra y tener antecedentes tan oscuros, dejan muchos enemigos resentidos, familias dolidas y personas con sed de venganza. A pesar de haberse redimido y de haber tratado de llevar una vida más "normal" esto no impidió que la muerte tocara a su puerta.
—Esto... Es un escrito que Bucky me entrego hace unos meses— Habló Steve Rogers, quien caminó hasta estar a un lado del ataúd. —Lo dejó para Tony— Bajó su cabeza y aclaró su garganta, tomando con un leve temblor el papel entre sus manos.
—"Si algún día visitas mi tumba no llores, solo imagina que estoy durmiendo..."— Su voz se quebró solo un poco, pero con un suspiro pudo continuar. —"Te visitaré con el alba, te abrazaré con el viento, te besaré con la lluvia y cantaré para ti en silencio... Nunca pienses que me he ido, porque entonces... entonces, sí habré muerto"
Un largo silencio inundó los oídos de los presentes y solo una suave brisa los envolvió.
Luego de que el ataúd fuese enterrado, todos abandonaron el lugar excepto Tony y Pepper. La mujer abrazaba al castaño que lloraba en un tortuoso silencio. El dolor lo consumía en su interior, el temblor y las lágrimas que rodaban por sus mejillas eran la prueba de ello, no quería creer que se encontraba allí, no quería creer que había perdido al hombre que amaba.
—Pepper... Por favor vete— Ordenó el genio con su afligida voz.
—Tony...
—Solo vete, ¡ahora!
La rubia dio un salto y retrocedió un poco. —Te esperaré en el auto— No recibió respuesta y solo se dispuso a cumplir la orden.
Al sentir que por fin estaba solo, un quejido de dolor salió de su boca, dejándose caer a un lado de la tumba de Bucky. Apretó un poco de la reciente tierra esparcida y por fin el lamento se tornó en un llanto audible. Estaba tan vacío, solo y cansado de perder a las personas que amaba, y quería dejar de sentir todo ello.
"Nunca pienses que me he ido"
Esa frase hizo eco en su cabeza, por lo que mordió su labio inferior con ira. —Lo siento...
Unas pocas semanas pasaron, y Tony perdió el brillo que lo caracterizaba. Esto no solo lo notaron sus amigos más cercanos, sino el mundo entero.
Eran pocas las veces que lo podían ver salir y eran pocas las misiones que le aceptaba a Nick Fury. Se había vuelto un hombre sin carisma, sin humor; su mirada era apagada y triste y su voz al hablar era difícil de escuchar.
Durante esas primeras semanas, no pudo dormir bien, sin embargo, cierto día lo pudo hacer y esto lo agradeció, pues en sus sueños, se encontró a un sonriente Bucky Barnes que lo recibió entre brazos.
—B-Bucky...— Susurró al verlo enfrente suyo extendiéndole una mano.
—Te extrañé
Tony no pudo evitar dejar salir unas pocas lágrimas, por lo que se abalanzó sobre el contrario.
Estas alucinaciones, conocidas como sueños, de alguna forma, se convirtieron en su salvavidas. Lo mantuvieron a flote por días, semanas... Y su sonrisa volvió a decorar su hermoso rostro.
Sus sueños eran felices, podía pasar momentos maravillosos, juegos, citas, cariños... Todo era como en la vida real. Ésa se volvió la realidad en la que quería vivir por la eternidad.
Pero la eternidad es un para siempre, y los humanos no soportan eso. Toda acción conlleva una consecuencia y su cuerpo comenzó a enfermar, solía estar más cansado de lo normal, su cerebro ya no funcionaba como antes y el sobrepeso comenzó a hacerse presente, además, el insomnio le arrebató su realidad.
No conciliaba el sueño, por lo que, en medio de su desesperación, las pastillas para dormir se convirtieron en su puente hacia Bucky. Éstas las consumía en mayor cantidad cada día y dormía incluso al comer.
Sus amigos hicieron lo posible por detenerlo tan pronto descubrieron lo que hacía, pero todo era reprochado por Tony y cada vez más eran alejados de su lado. Pepper quiso comenzar a tomar medidas drásticas, así su trabajo corriera peligro. Con frecuencia esculcaba cada rincón de la torre y se deshacía de los frascos de pastillas que encontraba, soportando de esta forma los gritos descontrolados de ira de Stark.
Sin embargo, esto no detuvo al genio, ni siquiera el hecho de que trataron de llevarlo a un centro psiquiátrico.
—¡Quítenme las malditas manos de encima! — Gruñó con enojo, pero sus fuerzas eran pocas para ese momento, por lo que le ordenó a Jarvis usar su armadura como un arma en contra de los enfermeros. —Lárguense, o juro que lo único que saldrá de esta habitación son muertos.
—Tony, cálmate. Tienes que ir con ellos, sólo mira el estado en el que estás— Habló Pepper, quien mantenía sus manos arriba, mostrando que no haría nada.
—¡Estoy bien! Yo... Yo solo quiero dormir, ¿¡Ni eso puedo hacer!?
De esta forma, logró deshacerse de los invasores de su habitación, quedando completamente solo de nuevo. Buscó más pastillas para dormir y el único frasco que encontró, fue el que en su momento, escondió dentro de uno de sus zapatos. Se sentó en su cama y empuñó el pequeño tarro, estaba cansado de pasar por ese tipo de situaciones; para esas alturas, quería dormir para siempre y poder estar por siempre junto a quien amaba.
Sin pensarlo dos veces, tomó todas las pastillas del frasco, una por una hasta caer dormido.
De nuevo y como siempre estaba al frente de aquella puerta de cristal en medio de la oscuridad, estaba solo a un paso de encontrarse con su Barnes, este pensamiento solo lo llenaba de felicidad.
Abrió la puerta y su ropa automáticamente cambió a un hermoso traje vino tinto. La luz lo encegueció, y una brisa cálida con aroma a flores de loto lo envolvió. Parpadeó varias veces hasta aclarar su vista y allí estaba Bucky, como en cada encuentro, esperándolo con una hermosa sonrisa y con una mano extendida. La tomó con suavidad y caminó hasta tenerlo al frente.
Bucky posó una mano en la cintura del castaño y con la otra, elevó la de Tony, para así comenzar una lenta danza que era acompañada por una suave melodía. No hacían falta palabras en muchos casos, pues cada toque, cada mirada y sonrisa, expresaban cuánto amor había entre ambos.
Sin embargo, el sonido de un cristal rompiéndose los interrumpió. Ambos giraron hacia la puerta, la cual se encontraba en pedazos.
—Tony... ¿Qué hiciste? — Susurró Barnes con una inmensa tristeza en su mirar.
El castaño giró su cabeza confundido, pero solo pudo sonreír. —¿Qué ocurre? Quiere decir que no debo volver... Barnes, podré quedarme contigo por siempre.
El mencionado negó y lo abrazó. —Cuánto lo siento...— Unas cuántas lágrimas rodaron por sus mejillas, al tiempo que le daba un beso a Tony, uno lento y suave.
Tan pronto se separó del castaño, su forma comenzó a cambiar. Un aura roja lo envolvió y su rostro se perdió en la oscuridad del gorro de una enorme capa negra. Tony tembló, Bucky había cambiado por completo y ahora era un enorme esqueleto.
Barnes estiró su mano hacia el menor, quien sintió la falange del índice acariciar su mejilla.
—Bucky...
Tan pronto dijo el nombre, el suelo en el que estaba parado se desvaneció por completo, comenzando a caer. Lentamente veía cómo la figura de Barnes se volvía más pequeña y cómo su alrededor se oscurecía. Sería una caída infinita y un castigo por amar a la muerte.
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La idea del Os de hoy fue inspirada en el cortometraje animado: "Un amor de sueños"
---El nombre del poema escrito por Barnes es: "Nunca pienses que me he ido" no sé quién es el autor, así que créditos a él/ella---
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Angstruary 2022 || Marvel
FanfictionAngstruary de la página «Es de Fanfics» basado en shipps de Marvel. 1. "Lo hice por ti" 2. Almas gemelas no destinadas 3. Gaslighting 4. Homo/Transfobia 5. Ghosting 6. Break up 7. Overthink: Sobre pensar mucho las cosas. 8. Dysphoria: Sentimiento de...