Instrucciones para sobrevivir a la guerra

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Una vez en el campo, recuerde su ENTRENAMIENTO. No pierda la calma y mantenga sus pies atados a la arena del suelo. Respire profundamente el aire marino si se encuentra en una playa. De no ser así, sienta el olor de la pólvora que flota en el viento. No intente nada extraño y proceda a revisar el ARMA. Asegúrese de que se encuentre CARGADA. Proceda a recordar a su familia y por ningún motivo cuestione su enlistamiento en los marines. Séquese las lágrimas, busque en sus memorias cuando su padre le dijo que los hombres no lloraban, como eso le hacía sentir, las múltiples heridas que le hizo a su madre. Recuerde cómo grabó en su memoria esos momentos, y comience con su cometido.

Mantenga presente palabras importantes y las que lo mantienen despierto:

-TRINCHERAS: Manténgase con la cabeza baja y busque donde cubrirse. Procure que sus compañeros sigan las indicaciones para no volver a casa con la sensación de culpa y pérdida.

-DECLIVES: Mantenga discreta atención con el campo en donde se encuentre y utilícelo a su favor. Quédese atento a las voces de sus compañeros sin dejar que el momento traumático le desencadene recuerdos de la infancia no deseados.

-COLUMNAS: Recuerde las formaciones aprendidas en el entrenamiento, las veces que escribió sus cartas narrando sus experiencias a su esposa en casa, y piense en los caballitos de juguete que su hijo formaba en líneas de ataque. Mantenga las ideas presentes y permanezca atento a cualquier señal de su superior. Ignore el dolor en su médula, es solo el efecto de la adrenalina

-MEDICAMENTOS: Procure estar alerta al sonido de las bombas. Sepa diferenciarlas del ruido al retirar el anillo de seguridad de las granadas aliadas. Observe al cielo en busca del apoyo aéreo que le proporcionará la medicina necesaria para mantenerse con fuerzas. Busque un lugar seguro y mantenga la espalda pegada en la esquina del acolchado.

-JERARQUÍA MILITAR: Recuerde lo que ha aprendido. No pierda el respeto hacia sus superiores, no importa cual sea su vestimenta. Mantenga la postura firme sin quebrarse. Presente su información a su superior. Este lo atenderá a la hora de siempre. Procure mantener un comportamiento serio y recuerde las múltiples suspensiones que le trajo la mala conducta en la escuela. Recuerde su edad. Recuerde en donde está parado. Continúe estando alerta.

Cuando le sea requerida su presencia, reprima memorias borrosas y manténgase listo para cualquier altercado que pueda ocurrir. Recuerde que el enemigo puede infiltrarse en sus tropas. Recargue el arma y prepárese para alguna situación desagradable. NO CONFÍE EN NADIE. Vuelva en sí. Tenga presente que su vida está en riesgo. Usted ha sido escogido. No olvide recordar las PALABRAS CLAVES y mantenerse con los ojos abiertos en caso de que deba reemplazar al médico del pelotón.

Una vez se dé cuenta que su situación no se parece en nada a las películas que veía en su infancia, procure continuar con la masacre de la cual obtendrá secuelas. Mantendrá terapia de rehabilitación y quizás termine por divorciarse, provocando que su hijo sea un bully más en la escuela y que en el futuro deba enlistarse como usted. No olvide permanecer CONCENTRADO en estos pensamientos hasta que sus días de servicio acaben. Por nada del mundo deje que su pelotón sea secuestrado por TERRORISTAS, recuerde los atentados a su país, y lo que lo trajo a enlistarse en este lugar.

ATENCIÓN – Si por alguna razón, su equipo pierde la compostura, no dude en comentárselo a sus superiores. Ellos son los más capacitados para situaciones de alto riesgo. En caso del asesinato de los afectados, mantenga la calma. Las medidas del ejercito no le serán comentadas a su familia.

Cuando comience la operación dependiendo su rango, manténgase enfocado en la razón por la cual sostiene un arma. El país le agradecerá su sacrificio, sea la misión que sea. Vuelva a recordar a su familia y a quienes ama. Recuerde los cumpleaños y los momentos felices. Sus aniversarios y las sonrisas que temió perder al no regresar. CREA QUE REGRESARÁ. Su misión aún no acaba.

Unavez caiga la noche, procure utilizar de manera correcta los SUPLEMENTOSMILITARES que sus superiores le proporcionarán. Cuando sienta el sin saborde la comida y el frío que hiela sus pies, luche con todas sus fuerzas paradespertar. De no poder lograrlo, prepare para jalar del gatillo en su sienizquierda. Recuerde que no tiene esposa ni hijos. Mantenga la calma, acaba dedespertar de su dosis de morfina. Procure no forcejear el chaleco de fuerza yespere la siguiente instrucción de la institución para continuar con elprocedimiento de este manual. 

Cantos de un corazón fragmentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora