3:15am.
La sala se encontrará oscura. Tomarás una de los trozos de cama que vienes moldeando como plastilina hace meses y lo utilizarás cual palanca en la puerta. La oscuridad recorrerá toda la institución, tendrás un escape libre.
5:46pm.
Pego el pentagrama sobre el cabezal. Las líneas me hacen pensar y recordar cada nombre que vi desaparecer en el campo, bañados en la sangre gris y la pólvora roja. Vacías de sonido como la sordera de la situación. Completamente blancas, sin gente ni bullicio que le de vida. Me siento más cuerdo al ver las pequeñas rayas invisibles para mis ojos desde esta posición, alargarse por el contorno del mural acolchado que los enemigos colocaron.
12:10pm
La alarma suena. Parece que hay una fuga. Mis dedos buscan cobijo por la rendija de metal que se abre para el brunch; un trozo de algo muerto con una pasta blanca asoma su mirada anunciando la hora de comer. Está frio.
7:00am.
Una vez los pies rocen el gélido suelo de la tierra, correrás hacia tu hogar esperando seas recibido como lo mereces, un soldado condecorado. Un hombre que se sacrificó por la nación. No fue tu culpa. No fue tu culpa.
6:01pm.
Me da la impresión de que tal vez, y solo tal vez, escribir las memorias no sería mala idea. Tomo el pentagrama y lo observo más allá de la barrera de púas que significan los cuatro caminos horizontales. Los veo allí. En el suelo polvoriento, sin sus cascos, sin sus trajes. Desnudos como vinieron al mundo, esparcidos en su color carmesí. Veo mis manos.
1:00pm.
Los doctores están corriendo. Algunos van manchados de pies a cabeza. Veo el final del pasillo al reducir mi tamaño para que mis ojos queden a la par con el orificio, tres figuras corren desenfrenadas con frascos en las manos.
1:30am.
Debes dejar de golpear la cabeza contra los costados. A veces no eres tú quien hace el ruido y lo haces para olvidar. Planeemos como salir de aquí, necesitas el calefactor de casa, ya se acercan las épocas de rojo y blanco. Adorarás ver luces coloridas nuevamente.
6:48pm
Sé que la melodía es de elevador, bajando al inframundo en donde el color sube hasta los huesos de mi rostro. Las notas como gritos de personas que no verán más a su familia. Las líneas como formaciones que jamás se llevaron a cabo. De sordos y mudos teñidos en sangre. Veo a mi pelotón asesinado en las notas escritas, y yo, sentado en la colcha sin metal de un cuadrilátero conmigo mismo; la culpa de un desgraciado.
6:50pm.
La puerta está abierta. La salida también estará abierta. Aprovecha el caos, tararea la música que te trajo aquí y agradece que otros hayan dado la vida para que tú regresaras. No importa si tú fuiste quien se las arrebató.
4:22am.
Uno de los locos que mantienen aquí está tarareando una canción.
1:30pm.
Alguien chilla fuera del rectángulo de metal que me separa de los pasillos. Deja un pentagrama en donde van las bandejas de comida. Vuelvo a observar por la rendija, pero las luces del subterráneo donde nos mantienen se ha apagado. Sacaré el mechero de la almohada.
10:00pm.
Piso el acelerador. Coloco el trozo de papel en la radio. Está descompuesta. Dejé la partitura en el pasillo. 68 Rue Dejardins. Me alejo rápidamente del Hospital.
5:03am.
Colocarás una nota fuera de la rendija. Pedirás que silencien al pájaro cantor del pasillo. Se armará el caos. Saldrás terminado el día. Eso es lo que hace un buen soldado. Piensa antes de atacar. Mantén la calma. Sabes bien cómo sobrevivir a la guerra. Deja que estalle sin tener nada que ver, al menos sin que nadie sepa. Saldrás caminando por la entrada.
8:59pm
Escribo detalladamente la melodía. Sé qué clase de villancico puede ser bienvenido en la casa de mis hijos. Rojo navideño y las llaves de un auto como cascabel. Recordar de memoria los sucesos y a cantar. Deben saberlo.
2:00am
El sonido y los cabezazos cesaron hace quince minutos. Deben estar todos dormidos. Tomarás un trozo de pared para reprimir el sonido de la cama. Debes quitar un trozo de la cama. Debes recordar qué ocurrió esa noche.
12:00am.
Últimas instrucciones del día. Sé que es diciembre, lo dice al lado del logo de la institución Pierre Janet. Nieva afuera, seguramente, comienza a hacer un frío que entumece los músculos. Viene siendo hora de salir.
11:50pm
Los veo cenar por la ventana. No es una masa blanca ni una pulpa sin sabor. Pavo relleno. Vestidos de rojo. Rojo. Rojo.
00:59am
¿Y si olvidamos que asesinaste a tu pelotón?
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Cantos de un corazón fragmentado
De TodoLas voces de las sirenas recurren a mis dedos. Cuentos, relatos y poemas. Todos independientes el uno del otro y, a la vez, tocando temas similares entre sí. Cantos de un corazón fragmentado es la segunda recopilación de cuentos y prosas que comien...