Quejas

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Draco estaba con su familia charlando, no, quejándose constantemente de Harry Potter. Hablando de sus malas habilidades de duelista, y claro su habilidad para hablar parsel.

- Y le dije "¿Asustado, Potter?" Y él me dijo "Ni un poco"- Dijo mientras miraba a sus padres con el ceño fruncido.

- Lo sé hijo, yo estuve ahí - Suspira frustrado Severus mientras toma un poco de té. Lucius miró a su pareja y negó levemente, pobre Severus, él tenía que aguantar la mayor parte de los quejidos de Draco en persona, aunque su persona no tenía mucha suerte dado que solía mandar vociferadores casi chillando.

- Y le lance una serpiente, fue el primer hechizo que se me ocurrió y y...el niño habló parsel.

- Eso es extraño - Murmuró Lucius - aunque bueno, dado los raros lazos familiares tal vez algún Potter tuvo que ver alguna vez con un heredero de Slytherin - negó.

- A quién le importa el lazo de sangre, y lo que sea.~ Luego cuando fui al campo de Quidditch para entrenar como buscador, apareció el equipo de Gryffindor y y...bueno, dado las escobas que refaccionamos creyeron que compré mi puesto, Esa Granger se metió diciendo que nadie compraba su puesto en Gryffindor y...- tomó aire apretando su mano.

Ambos adultos lo miraron alzando su ceja.

- La... llamé...sangre sucia, inmunda - Murmura apenado. Severus miró feo a su hijo.

- Yo soy mestizo, Draco y no por eso soy un sangre sucia, la mamá de Potter era hija nacida de Muggles - dijo suspirando, su hijo no tenía la culpa de la estupidez de su esposo, seguramente lo habrá oído de él y sus amistades.

- Yo te dije que esos términos eran malos, Draco - Dijo Lucius negando, su esposo lo mataría pues Draco habría oído eso de sus amigos, los Parkinson.

- Uhm...debería disculparme...- Negó Draco.

Ambos padres estuvieron de acuerdo.

En hogwarts...

- ¡Hey Granger! - se acercó Draco, mirándoles, los tres chicos miraban con recelo al Malfoy. - Yo...quería...pedirte disculpas por decirte...uhm...sangre sucia...

Los tres niños se miraron sorprendidos, Draco algo avergonzado con sus mejillas rojas suspiró.

- Está bien...no hay problema - Murmura.

Harry Potter miraba fijamente al rubio, que estaba un poquito más alto que él. Draco lo miró, miró la mano unida de Hermione y Harry, un pequeño detalle que no prestó atención hasta que la vió bien.

- De todas formas... No tienes la culpa de ser hija de muggles...y tus dientes de castor - Dijo Draco.

La niña se puso roja hasta las orejas de rabia y salió corriendo con Ron detrás suyo, Harry volteó a ver a Draco y apretó sus manos.

-... Eres...despreciable. - Dijo Potter para después correr tras su amiga. Draco soltó un chillido de frustración tocándose el cabello quedándose solo.

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Lucius knows Donde viven las historias. Descúbrelo ahora