kneel | Tom Riddle

50

50 | una dulce tragedia

"Tom Sorvolo Riddle, será mejor que tengas una buena razón para despertarme a las 5 a. m. en una mañana de escuela." se quejó Seraphina mientras la arrastraban de la muñeca por los pasillos vacíos. "Todavía está oscuro afuera. ¿Por qué me odias? ¿todo esto?"

Era principios de marzo, pero aún era una mañana muy fría y todo lo que Seraphina deseaba era estar dentro de sus cálidas sábanas, durmiendo plácidamente. En cambio, Tom fue a su dormitorio para despertarla y la arrastró fuera de la sala común, sin decirle a dónde iban.

Apenas tuvo tiempo de prepararse para el día, lo que explicaba por qué su rostro no tenía maquillaje. La mayoría de las chicas de su edad no se molestaban en maquillarse todas las mañanas, pero ella se sentía desnuda y vulgar cuando no tenía delineador.

Tom, sin embargo, preferiría verla sin maquillaje, tan natural y pura, tan perfecta. Las pecas que cubrían su rostro la hacían parecer más joven e inocente, casi como si no estuviera planeando conquistar el mundo con él.

"¡Tengo hambre!" Ella protestó mientras seguían caminando hacia donde iban. "Por favor, dime que me vas a llevar a algún lado para que desayunemos muy bien, porque me muero de hambre."

"Podemos hacer eso también, si quieres. Pero tengo que mostrarte algo antes de la clase." dijo, sin mirarla y empezando a caminar más rápido.

"¿Por qué no podemos hacerlo después? La clase comienza en dos horas, Tom, todavía tenemos tiempo para dormir." trató de persuadirlo, pero era imposible, él estaba demasiado determinado en lo que quería hacer.

"No seas perezosa, Seraphina, la procrastinación no es para personas como tú y como yo." dijo, llevándola con él hacia una gran escalera.

Ella resopló siguiéndolo con una mirada infeliz. "Entonces tal vez la próxima vez no me obligues a quedarme despierta contigo hasta la 1 am, solo para que tengas compañía para estudiar." Tom se giró para mirarla con las cejas levantadas.

"¿Quédate conmigo? Te quedaste dormida en el sofá mientras yo hacía tu tarea." le recordó con voz áspera.

"Ahora, ahora, Tommy, no seas así. Los dos sabemos lo mucho que te emociona hacer la tarea y estudiar. Deberías estar agradeciéndome, en realidad." bostezó, permitiéndole tirar de ella con él, tenía demasiado sueño para caminar correctamente.

"Deja de quejarte, ya casi llegamos." Seraphina se quedó callada por un rato, pero aún no estaba contenta con lo que hizo. Al menos sabía que él no la estaba llevando a la Cámara de los Secretos, ya que estaban subiendo, en lugar de descender hacia el baño de niñas en el primer piso.

Después de unos minutos de silencio, finalmente dejaron de caminar y se pararon frente a una gran pared sin nada, lo que hizo que Seraphina frunciera el ceño. "¿Qué estamos haciendo aquí, Tom?" Miró alrededor del espacio, tratando de ver si había algo o alguien allí, pero estaba vacío.

"Cierra los ojos." dijo, apretando su muñeca.

"¿Qué? No, ¿por qué habría de hacerlo? Primero, me arrastras aquí cuando ni siquiera son las 6 a.m., y ahora quieres que-" ella comenzó a discutir con él, pero él la miró fijamente, interrumpiéndola.

"Deja de ser una mocosa y haz lo que te digo." dijo con dureza, mirando su rostro impasible. "Cariño, confía en mí." le pidió en voz baja, sabiendo que ella no haría lo que le pedía si estaba siendo engañado.

La bruja hizo una pequeña sonrisa. "Así está mejor." dijo después de cerrar los ojos. Tom soltó su muñeca y la miró por última vez para asegurarse de que aún tenía los ojos cerrados. De repente, comenzó a escucharlo caminar frente a ella, pero él no parecía ir muy lejos, lo que la hizo fruncir el ceño. "¿Tom? ¿Qué estás haciendo?"