V.- Sentimientos que fluyen

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11:20 p.m

En realidad esperaba una habitación más pequeña, pero frente a mis expectativas era un lugar simple y cómodo. Tampoco era enorme; el living compartía espacio con la cocina, y al fondo solo habian dos habitaciones. Uno era el baño, según se veía al estar la puerta abierta, y el otro era probablemente su dormitorio.

—Ah... se me olvidó sacar la basura. —Dijo una vez entrando.— En fin, ¿Quieres tomar café?

Cruce la puerta y la cerré, tratando de no hacer mucho ruido.

—Si, por favor. —Respondí tímidamente.

Chaeyoung tiró su bolso en el sillón, para luego ir a la cocina a colocar el hervidor. Sacó dos tazas de un mueble arriba del lavaplatos, y las coloco una tras otra.

—Ven, siéntante. —Me dijo, mientras ella misma se sentaba en la mesa.

Asentí, y me senté a su lado.

—Es un lindo lugar ¿no? —Dijo, mientras miraba el hervidor calentar el agua a lo lejos.

—Si... parece un lugar tranquilo.

—Si, lo es. —Colocó su codo sobre la mesa, y apoyó su cabeza sobre la mano del mismo brazo.— Por lo general estas habitaciones son usadas como motel, así que las personas son algo ¿Sigilosas?

—¿Cómo motel? —Pregunté, algo confundida.

—Si. —Sonrío debilmente.—Como este lugar esta fuera de la ciudad, es el sitio perfecto para, ya sabes, hacer cosas de motel.

Sonreí tímidamente.

—A pesar de eso, no se escuchan ruidos a través de las paredes.

—¿Y porqué decidiste vivir aquí? —Le pregunté con una sonrisa.

—La habitación era barata, por alguna razón. —Comenzó a reír.

De pronto su mirada se desvío del hervidor hacia mí. Y antes de mover la cabeza hacia una lado, por lo nervios que me provocaba ser mirada por ella, pude notar lo cansada que estaba.

—Es algo pequeño, pero acogedor. —Me dijo, mientras yo volvía a dirigirle la mirada.— El único problema es que tiene un solo dormitorio. —Hizo un pequeño silencio, para luego seguir conversando.— Hablando de eso, ya que te vas a quedar esta noche ¿Te molestaría... dormir en mi cama?

Sin más, comencé a ponerme roja.

—¡No n-no! Tranquila. —Comenzó a reir.—  me refiero a que no tengo más lugares en donde hacerte dormir. Es que dormir en la cama de un desconocido puede causarte pudor, o algo así. Y quería saber si eso te molestaba.

—Aah... —Sonreí nerviosa.— No, no me molestaría. Pero ¿Y tú donde dormirías?

—En el sillón. —Volvió a mirar el hervidor.

—¡No! —Le respondí algo exaltada.— Digo, ¿No es suficiente ya con que me hayas dejado quedarme? No puedo aceptar eso...

—Tranquila... —El hervidor finalmente se apagó y ella se levantó.— ¿Acaso se te olvida la situación es la que estas? —Dijo a lo lejos.— Estas llena de moretones, por todos lados. Si te hago dormir en el sillón, probablemente amanezcas toda adolorida.— Finalmente volvió a la mesa, y nos sirvió agua a ambas.

—No, pero es que-

—A ver Mina, te voy a aclarar una cosa —Frunció su ceño.— Estamos en mi casa, entre muchas comillas. —Levanto sus manos haciendo el gesto de comillas.— Y aquí, se respetan mis reglas. Si te digo que yo duermo en el sillón, y tu en mi cama, no puedes decir que no. ¿Entendido? —Finalizo con una sonrisa.

Solo asentí. El problema era que me sentía realmente mal aceptando todo lo que me ofrecía. Como si en realidad estuviera aprovechandome de ella.

—Mañana me iré a primera hora. —Dije, tras pensarlo por un momento.— Para no causarte más molestias.

—¡N-no! —Levanto su mano, y la abrió en forma de seña para que me detuviera.— Mina, de verdad no me causas ninguna molestia. No puedes irte en la mañana. Todavía ni siquiera sabes donde ir ¿O me equivoco?

Era verdad, pero aún así no podía seguir abusando de su confianza.

—Pero yo...

—Mira, quiero que comprendas que yo ya soy parte de esto. —Dio un pequeño suspiro.— Ya soy parte de tu problema. Si te dejo ir como si nada, sería como dejar las cosas a media. Así que ni siquiera pienses en irte. No te dejare tranquila, hasta ver que realmente estés bien.

Asentí con la cabeza cabizbaja, mientras sonreía mirando el café.

Es extraño. Era un sentimiento extraño. No lograba entender como podía sentirme tan cómoda y tranquila con una persona que había conocido solo hace unas horas. Chaeyoung realmente era otro tipo de persona. Quizás fue cosa del destino haberla conocido. O simplemente un poco de suerte. Cual fuera de las dos opciones, me sentía extremadamente afortunada de haberme topado con ella en aquella situación.

Finalmente después de tanto días, todo el infierno que viví se quedo atrás.

Amor de una sola noche - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora