III.- Posibilidades

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Había algo en ella que me generaba cierto interés, pero no sabría decir específicamente que cosa. Era una persona muy atractiva, y no tan solo físicamente hablando. Tenia una extraña forma de hacer que el ambiente se sintiera agradable.

—Lo siento, no te recuerdo. —Le respondí.

—Ah bueno, es normal. Compartimos un par de clases, y no hablábamos mucho. Pero yo te recuerdo perfectamente. —Remarcó.— Soy Minatozaki Sana, un gusto conocerte por segunda vez.

Extendió su mano frente a mi, y yo le respondí de la misma forma, terminado con un sutil agarre de manos. Su piel era muy suave, casi como la de un bebe. Mantuvo sus ojos en mí en todo momento, sin dejar escapar un solo movimiento mio. Y esa sonrisa, era inusualmente coqueta. Incluso mucho más que las que suele darme Nayeon, y que me incomodaban. Pero Minatozaki Sana parecía saber perfectamente lo que hacía, y esa mueca en sus labios llamaba mi atención más de lo que debería.

—El gusto es mío. —Respondí.

—¿Porque no has vuelto a clase? —Preguntó cambiando su expresión.— Un día desapareciste sin dejar rastro.

—Tuve... algunos problemas. —Repuse.

—Oh, ya veo. ¿Pero tienes pensado volver?

—Lo más probable es que no. Hoy vine justamente a pausar la carrera.

Levantó sus cejas haciéndose la sorprendida, y luego la siguió una cara de pena. Era muy adorable.

—Ay... que lastima. Me caías muy bien. Eras de las únicas que llamaban mi atención en clases. Me gustaría haber compartido más tiempo contigo.

Sonreí ligeramente, y me sonrojé otro tanto.

—Gracias...

—De nada. —Esbosó una sonrisa.— Ahora mismo ya no quedan tantos estudiantes como antes. Todos han ido dejando la carrera de a poco, y solo quedan algunos que... no son los más agradable. —Explicó algo disgustada.— Se nota demasiado cuando no hay nadie con quien simpatizar.

—Es una pena. —Respondí.— Me gustaría haber seguido en clases.

—Pero ya que. Aún podemos ser amigas, si no te molesta. No fue casualidad que nos hayamos encontrado hoy día. —Volvió a sonreir de forma coqueta.— ¿Tienes algo de tiempo? Si quieres podemos ir a comer algo, y continuar hablando por un rato.

Quería aceptar, pero era algo difícil. No estaba en la mejor de las situaciones, y el tiempo era lo que menos me sobraba. Se supone que en cuanto terminara, tenia que volver al trabajo. Aunque tampoco sentía mucha ganas de regresar. Aún necesitaba despejarme de algunas cosas. Y al menos, creo que ir con ella me puede ayudar a olvidarlas. Quizas al final sea una buena idea.

—Si, me queda algo de tiempo. —Asentí.

—¡Bien! —Respondió animada.— Conozco un lugar que es muy bonito. No esta muy lejos de aquí. —Comenzó a caminar de espaldas mientras hablaba, y yo la seguí a un lado.

—Bien. —Asentí con una sonrisa.

Comenzamos a caminar en dirección hacia la salida del campus, mientras sana me hablaba de trivialidades de la universidad, y yo solo asentía o daba una breve opinión. Me mantuve mirando el lugar por todo el camino. A esa hora del día habían muchas personas descansando en el pasto y bajo los arboles, y otras venían en sentido contrario o yendo hacia la misma dirección que nosotras. Pero algo que me llamo la atención, fue el como las personas observaban atentas a Sana, cuando ella pasaba cerca de ellos. Algunos la miraban de forma muy discreta, y otros no podían ocultar la cara de embobados que mostraban inconcientemente. Al parecer, Sana era algo popular

Amor de una sola noche - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora