I.‐ Antes de que salga la luna

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Mina - 10:00 a.m

Ya era de día. La luz del sol entraba por el umbral de la habitación, iluminando tenuemente el lugar. Tenia las sabanas pegadas en el rostro, y el cuerpo adormecido por alguna razón. Había dormido bien. Aún así, parecía como si hubiera pasado toda la noche trasnochando. Quise dormir unas cuantas horas más ya que el cansacio era demasiado, a pesar de saber que me haría mal. Pero un ruido en la habitación hizo que me despegara de la cama, haciendome sentar en ella y quitarme la sabana de encima.

El ruido había sido por la puerta del armario que estaba al lado de la cama, y con el, Chaeyoung como culpable mirándome asustada.

—Lo siento ¿Te desperté? —Dijo lamentantandose.

—No, tranquila. Ya estaba despierta. —Le respondí mientras me restregaba los ojos.

—Ah, menos mal. Solo estaba buscando algunas cosas en el armario, así que enseguida me voy.

—Bien.—Le sonreí.

Todo parecía ir normal. Chaeyoung hacia unos ruidos extraños moviendo cosas, siendo que en el armario solo había ropa, y yo me quede pegada mirando el fondo de la habitación, tratando de canalizar energia para poder levantarme. Pero por alguna razón, una extraña sensación de vacío comenzó a invadirme por dentro. Como si algo me hiciera falta.

—¿Y el cuadro? —Le pregunté a Chaeyoung.

Era aquel cuadro que tanto me gustaba, de esa chica con un vestido amarillo, el que había desaparecido misteriosamente de la pared frente a mi. A pesar de que no se podía ver el rostro de aquella chica debido al angulo en el que fue dibujada, me transmitia una inusual sensación de felicidad. Los colores eran calidos, y los detalles fueron hechos con mucho cuidado.

Desde que comencé a vivir aquí, ya parecía ser un ritual el levantarme y observar el cuadro. Pero ahora ya no estaba.

—Yo... lo quité —Respondió de espaldas, mientras seguía buscando algo en el armario.

—¿Y porque? —Insistí.

—Me traía malos recuerdos. Nada importante.

—Ah, comprendo. —Asentí.— ¿Tiene que ver con la chica que sale en el? —Pregunté curiosa.

Un silencio incomodo invadió la habitación. ¿Había dado en el clavo? Chae solo suspiró, mientras seguía haciendo ruidos con sus manos.

—Es algo de lo que no me gusta hablar. Pero no le tomes importancia. —Dijo finalmente. Luego saco su cuerpo del closet, y se marchó sin más.

Creo que se molestó. Quizás fui un poco entrometida, pero de verdad tenia ganas de saber más a fondo sobre ese cuadro. ¿Quien era aquella chica del vestido amarillo, y que tan importante era para Chae, al punto de hacerle un retrato, y hablar de malos recuerdo al referirse a ella? Pero supongo que aún no es tiempo para que Chaeyoung me lo cuente. Tampoco quiero presionarla a recordar cosas que no quiere, así como ella trata de no hacerme recordar mis malos recuerdos. Lo mejor quizas, es dejar ese tema de lado por el momento.

El día ya habia comenzando, y yo aún seguía anclada a las sabanas. Con las pocas ganas que sentía, baje lentamente de la cama para poder vestirme. Me coloque unos short negros que había dejado tirados sobre una silla, un par de zapatilla que estaban al lado de la comoda, y partí rumbo al baño para poder arreglarme. Pero trás abrir la puerta de la habitación, encuentro a Chaeyoung parada frente a mi, con su rostro más serio de lo normal, y mirando la nada. En cuanto vio que estaba frente a ella se asustó; Sonrió nerviosa, y retrocedió unos cuantos pasos hacia atrás.

—¿Estas bien? —Le pregunté.

—S-si, estoy bien. —Caminó hacia el sillón y se sentó.— Tenia otra cosa que hacer en la habitación, pero se me olvidó.— Mintió de forma muy evidente aún manteniendo esa sonrisa en sus labios.

Amor de una sola noche - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora