Capítulo 3

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Mery entró en la escuela seguida de Cordelia, cruzó un pasillo que daba a unas escaleras que debían de dar a las habitaciones y giró a la derecha. Entró en una especie de salón en el que había tres chicas más: una morena de mediana estatura, una rubia alta y una chica bajita que parecía tener el síndrome de down. La morena habló:
- Hola soy Zoe, bienvenida.
- Yo... Soy... Dan- dijo la chica Down tartamudeando.
- Yo... Bueno, seguro que me conoces- dijo la chica rubia.
- Eres Madison Montgomery- dijo Mery entusiasmada.
- Veo que me conoces. Bueno esta noche hay una fiesta por aquí, estas dos sosas no quieren venir.
- Me apunto- dijo Mery.
- Veo que ya os habéis presentado- intervino Cordelia- pero antes debo explicarle algunas cosas básicas de nuestro aquelarre. Nosotras heredamos los poderes de las brujas de Salem, seguro que tú tienes un don o varios especiales, sin embargo en cada generación hay una suprema, una bruja que ha sido capaz de realizar las siete maravillas, es decir, que posee todo tipo de dones. Cuando una nueva suprema se alza la antigua comienza a marchitarse. Ahora hablemos del presente, aquí te enseñaré a controlar tus dones.
- Mejor dicho a reprimirlos- dijo Madison.
- Nada de reprimir, pero son tiempos difíciles y hay que ser cauta.

Mery le tocó compartir habitación con Zoe. Sin embargo, fue a la habitación de Madison. Madison estaba pintandose los labios:
- A sí que de rojo.
- No es rojo, es rojo perversión. ¿Nos vamos?
Madison era una de esas personas que siempre decía lo que sentía, y a veces no las decía con tacto.

Entraron en la discoteca, Madison fue a " hablar" con unos chicos mientras Mery fue a por algo de beber. Cuando Mery iba con las bebidas, chocó con un chico y se las tiró:
- Lo siento mucho de verdad- dijo el chico.
- No pasa nada.
Entonces sus miradas se encontraron:
- Me llamo Mikel.
- Yo Mery.
Ambos estuvieron charlando durante un rato. Mery observó que en muchas cosas coincidían. Madison llegó, dijo que era hora de irse y Mery se despidió de Mikel:
- ¿Volveremos a vernos?
- Tal vez- contestó Mikel.
Mery ardía en ganas de volver a verlo, se había enamorado.Cuando salieron de la discoteca chocaron con una mujer con la mitad del pelo blanco y la mitad del pelo negro, con un abrigo de pieles puesto:
- Cuidado idiotas- dijo la mujer.
- Pero esta de qué va- dijo Madison.

Mery llegó a su habitación, tenía muchas ganas de contárselo a Roger, entonces Zoe habló:
- Conozco esa mirada.
- ¿Qué mirada?
- La de estar enamorada y no.poder estar con él porque eres la viuda negra.
-¿ Por besar a un chico lo matas?
- No, al acostarme con él.
- Lo siento, pero da seguridad de estar con alguien como yo, que me entienda. Oye ¿por casualidad no habrá una peluquería por aquí?
- Sí ahora te apunto la dirección.

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