🩺CAPITULO QUINCE🩺

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Un sonoro pitido proveniente de mi pequeño bolsillo se hizo presente y llamó mi atención rápidamente. Tomé el teléfono con mi mano y lo coloqué cerca de mi rostro, el número de Kate aparecía en la pantalla, deslicé mis dedos por el dispositivo y contesté.

―¿Hola?―levantándome del césped acerqué el equipo a mi oído.

―Green ¿Estas con Jones y Mendoza?

―Ahh ― traté de buscar a Emma pero no la vi por ningún lado ―Algo así.―pedí a Grecia que le marcara a su hermano para que viniera tan rápido como pueda y así lo hizo. Unos cuantos minutos después Hugo y yo estamos sentados algo nervioso por lo raro que es que Kate no este llamando a estas horas.

―Bien. Ponme en alta voz ―ordenó

―Ya estas.

―¡Traigan sus traseros para el hospital en este mismo instante!―tuve que alejar el teléfono de nosotros para que no nos quedarnos sordos de un solo grito. Como es que esta mujer puede gritar así.

―Pero no estamos en servicio― se quejó Hugo a mi lado.

― No me importa. Vengan Aquí, ahora―hubo una pausa ― O por el contrario tendré que entrar a la sala de operaciones yo sola. Acaban de avisar que vienen múltiples heridos al hospital―Hugo y yo compartimos una mirada.

Un momento, ella dijo que van a operar. Inconscientemente mis labios formaron una gran sonrisa al escuchar la palabra OPERACIONES.

―Nonono... Vamos enseguida― Y colgué

Los tres nos levantamos tan rápido como pudimos y fuimos a buscar nuestras cosas.

―Tu ropa está en mi cuarto ¿Vamos por ella?

―Si, ve adelantándote. ―le di la espalda y me dirigí hasta Hugo.

―¿Puedes hacerme un favor?―pregunté poniendo mi cara más adorable.

―Dime.

―Excelente. Busca a Emma y avísale que tenemos que ir al hospital.

―A sus órdenes―tomó su celular y se giró perdiéndose entre la gente.

Me agarré bien del pasamanos comenzando a subir las escaleras.

...

―¿Tienes todo?―preguntó Grecia mi lado.

―Si, eso creo―me examiné por última vez para ver si se me quedaba algo en la habitación―Y gracias por prestarme tu ropa, es muy cómoda y asentará bien en el hospital.

―No hay de que― como yo estaba al borde la cama se fue acercando hasta donde yo estaba, estiró su mano para agarrar el bolso que no me había dado cuenta que estaba atrás mío― Ya tienes una excusa para volver a verme.―tanto su cuerpo como su rostro estaban tan cerca a mí que podía sentir su respiración y oler su aroma.

―Así que este era tu plan.

―Puede―se encogió de hombro alejándose de mí, luego posó su cuerpo sobre la puerta― ¿Vienes?

―Claro que sí. No puedo perderme esas cirugías―ya había perdido una en la mañana no lo dejaré tan fácil.

Grecia apagó las luces de su cuarto y bajamos las escaleras juntas al paso de luz. Me dio un poco de pena no tener la oportunidad de despedirme de sus padres, fueron tan amables conmigo.

Sin importar las personas que casi tumbábamos por pasar casi corriendo fuimos hasta donde parecía una cochera, aproveche el momento para sacar mi móvil y escribirle a Emma en caso de que Hugo no la haya encontrado.

Mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora