Pills: Lies

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"Este ha sido el crimen más horrible que toda Corea del Sur haya visto en su vida. T/Ab T/A, uno de los empresarios más famosos y grandes de Corea, ha sido hallado muerto y brutalizado en la plaza central de Seúl. La policía están viendo más profundamente el caso, pero todavía no han llegado con la conclusión de quiénes podrían ser los posibles sospechosos. Será este el inicio de una pesadilla en toda Corea del Sur?"

Jihyo apagó la televisión, evitando que sus compañeras siguieran escuchando.

"Jihyo, no es por decir algo, pero en serio creo que hay algo extraño en toda esta misión." Nayeon comentó, sintiéndose molestada por aquella intuición que llevaba dentro desde el día anterior.

"Qué?" Jihyo preguntó, mirándola con una ceja alzada.

Nayeon hizo una mueca. "Eso es lo que no sé." Esta dijo, rascándose la nuca. "Algo con esas drogas me está molestando." Esta dijo. "Él no nos dijo nada más sobre estas ni siquiera para salvar su vida."

"Hay gente que simplemente se querrá llevar sus secretos hasta la tumba." Jihyo se encogió de hombros.

"Espera, Jihyo." Mina dijo esta vez, mirando a la coreana de ojos grandes. "Tal vez Nayeon tenga razón." Esta dijo. "También siento que esta misión fue algo extraña, y si dejamos todas esas drogas, no nos asegura que más inocentes estén a salvo."

"Entonces que proponen que hagamos?" Esta preguntó con una ceja alzada.

"Propongo que volvamos a ese depósito y nos deshagamos de esas drogas." Mina dijo. Jihyo lo pensó por un momento.

"Vale, alístense. Iremos ahora." Jihyo dijo, tomando la pistola que tenía sobre el escritorio para meterlo dentro de la funda. "Tenemos que deshacernos de dicha droga."

• • • •

Las chicas estacionaron la van en frente del edificio, notando que no había guardias en la entrada.

"Huh?" No hay guardias?" Chaeyoung frunció el ceño confundida. "Eso es extraño. La otra vez que vinimos habían 4 en total."

"Mejor bajemos para ver que es lo que está sucediendo." Nayeon dijo, teniendo el ceño fruncido.

Todas bajaron de la van y se adentraron en el depósito, no viendo ningún guardia pero estaba lleno de trabajadores.

"Quiénes son ustedes—"

"No se muevan de sus sitios." Las chicas sacaron las pistolas, apuntando a todos los trabajadores.

Estos se congelaron en su sitio. "Q-Qué es lo que quieren—"

"Se mueven o llaman a la policía, son fritos." Jihyo amenazó con un tono serio. Esta miró a Nayeon y le hizo una seña con su cabeza. "Coneja, comprueba."

La coreana con el antifaz de conejo asintió antes de caminar en dirección a donde estaban los paquetes de antes.

"S-Señorita, esos paquetes no deben ser tocados—" Un trabajador trató de detener a Nayeon, pero Jihyo se acercó y le apuntó en la cabeza.

"Cállese." Jihyo dijo con un tono amenazante. Esta miró a Nayeon y le dio un asentimiento.

Nayeon sacó el cuchillo y abrió el paquete, dejando que un poco de polvo blanco saliera de este.

Esta tomó un poco en su dedo y probó, haciendo una mueca cuando supo salado.

"Esto es sal." La coreana de sonrisa de conejo dijo.

Pills (Nayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora