Pills: Death

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"Quédate quieta o quieres que hable con tu jefe de esto?" El hombre susurró en su oído, su respiración chocando contra el oído de la coreana.

"Te lo ruego..." La coreana de sonrisa de conejo susurró por lo bajo. "No lo hagas..."

El contrario bufó, tomándola con fuerza del cabello y arrancándole un grito a esta. "Y crees que yo escucharé a una puta como tú?" Este preguntó, jalando con más fuerza su cabello para acercarla más a él. "Recuerda tu nivel, zorra."

La respiración de Nayeon se descontrolaba. Sus ojos empezaban a humedecerse, y esta trataba de mantener sus lágrimas dentro. Esta no quería verse débil ante ellos.

"Te voy a matar." Nayeon susurró por lo bajo, causando la risa del contrario.

"Oh," este comentó. "Ese es el pensamiento que quiero que tengas, Im Nayeon." La chica escuchó su propio nombre salir de sus labios. "Ahora, qué tal si jugamos a algo?" Este comentó, volteando a la coreana para que esta lo mirara. "Por cada venida que tenga dentro de ti, una pastilla."

Nayeon quería negarse. Ella sabía lo malo que las pastillas eran para ella.

El contrario sonrió de lado. Este contenía maldad y crueldad en esta.

"No te estoy preguntando, conejita." Este susurró, y se adentró en ella de golpe.

Un grito desgarrador salió de la garganta de Nayeon, sus lágrimas finalmente saliendo sin autorización de ella.

"Siempre serás mi pequeña juguete, Nayeon~" Este canturreó, ignorando las súplicas y gritos de la nombrada.






















"Nayeon! Nayeon! Despierta!" La nombrada se despertó de golpe. Su cuerpo sudaba y temblaba ante la pesadilla que había tenido hace unos segundos.

Nayeon ignoró a la persona quien la despertó, y miró en dirección a su cajón para buscar el frasco de pastillas.

Esta tiró todo lo que había encima de la mesa, y lo que había dentro del cajón, pero no encontró el frasco.

"J-Jihyo, d-dónde están mis pastillas?" Nayeon preguntó con nerviosismo, sintiendo que el aire le faltaba.

"Nayeon, ya te he dicho que no necesitas volver a tomar esas pastillas." Jihyo trató de calmar a la contraria, haciéndole pequeños círculos invisibles en la espalda con el intento de calmarla.

"N-No, tengo que tomarlas. T-Tengo que hacerlo!" Nayeon exclamó entrecortadamente. Sus manos temblaban y su mirada se nublaba. "N-No quiero quedarme embarazada!"

La coreana de sonrisa de conejo se estaba descontrolando, y lo único que pareció venirle a la mente a la menor en ese momento fue agarrarla de las muñecas para pararla.

"Nayeon, cálmate." Jihyo ordenó.

Grave error.

Una cuerda pareció romperse dentro de Nayeon pues esta rápidamente volteó a ambas, quedando encima de Jihyo e inmovilizándola completamente.

La coreana de ojos grandes parecía presentir el peligro de Nayeon, pues lo único que veía en sus ojos era el sentimiento de matar y lastimar.

"N-No me toques!" Nayeon exclamó, aplicando una fuerza descomunal, teniendo la respiración pesada. "Yo no v-voy a dejar que nadie me toque!"

"Nayeon, cálmate. Sé dónde están tus pastillas." Jihyo dijo rápidamente, tratando de salirse de aquel aprieto. "Pero primero necesitaré que te bajes de encima de mí."

Pills (Nayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora