Pills: Pureblood Japanese

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Dos meses exactos pasaron desde aquel día donde Nayeon encontró a Jihyo con una fiebre alta. Desde ese día, Nayeon, Jeongyeon y Momo veían muy pocas veces a la coreana menor en la casa.

"Terminemos el entrenamiento por hoy." Nayeon llamó la atención de las contrarias. Estas dejaron de hacer lo que estuvieron haciendo, y se sentaron en el césped para descansar un rato y tomar agua.

Nayeon hizo lo mismo y miró al cielo mientras se secaba el sudor de la cara.

"Nayeon?" La nombrada volteó al ser llamada. Esta notó que la coreana menor se sentó a un lado de ella. "Puedo preguntarte algo?"

"Claro." Nayeon asintió, fijando su atención sobre la coreana para escuchar atentamente a su pregunta. "Qué quieres preguntar?"

Jeongyeon se rascó la nuca. "Sabes sobre lo que ha estado haciendo Jihyo?" Esta preguntó, en su rostro se dibujaba una expresión preocupada. "No la he visto últimamente, y la he visto regresar muy tarde por la noche."

Nayeon no tenía una respuesta concreta para aquella pregunta. "Tal vez está tratando con algunos asuntos personales." Nayeon respondió con el intento de calmar a la menor. "No nos tenemos que preocupar mucho por ella. Ella es fuerte." Nayeon mostró una sonrisa llena de confianza.

Jeongyeon parecía haberse calmado un poco, pero aquella mirada llena de preocupación seguía ahí.

"Desearía que ella pudiera confiar un poco más en nosotras." Jeongyeon comentó, mirando un rato el cielo despejado de Seúl. "A veces siento que ella hace muchas cosas a nuestras espaldas." Esta dijo. "Al menos quisiera que ella pudiera ver que no está sola en esto."

Nayeon sonrió de lado. "Cuando la atrapemos en una de sus salidas nocturnas, le decimos, vale?" La coreana mayor dijo, y Jeongyeon sonrió levemente antes de asentir.

"Eso sería una buena idea." Jeongyeon asintió, y luego miró en dirección a la mansión. "Iré a ver qué hay de comer." Jeongyeon comentó, levantándose del suelo y retirándose del lugar.

Nayeon volvió a quedar en aquel silencio de la tarde cuando una japonesa se sentó a un lado de ella. La coreana miró a su lado para ver que la japonesa miraba el cielo al igual que ella.

"Gracias." La japonesa dijo repentinamente.

Nayeon frunció el ceño, estando confundida por el repentino agradecimiento.

"De nada...?" La mayor respondió, recibiendo la risa de Momo.

"Si no fuera por ti, creo que seguiría en la calle muriendo de hambre." La japonesa comentó con sinceridad.

Nayeon solo la observó en silencio. Habían pasado solo dos meses, pero esta podía notar el gran cambio en la figura de Momo. La japonesa se veía mucho más saludable ahora a comparación de la primera vez que la vio.

Nayeon negó con la cabeza. "No tienes que agradecer por algo así." La mayor comentó. "La vida de un asesino no es una gran vida."

"Pero es mucho mejor que estar en la calle y ser pisoteada por gente que piensa que es mucho mejor que tú o que son más privilegiados que uno." Momo dijo. "Tal vez no es una gran vida comparada a muchos, pero es mucho mejor que la vida que tenía antes."

Nayeon sonrió de lado. "Que optimista eres."

"No fuiste tú quien me dijo que tuviera un poco de fé?" Momo preguntó entre risillas.

Nayeon le siguió la risa. "Tal vez." Esta rió.

Momo sonrió de lado, lentamente fijando su mirada en Nayeon. "estoy preocupada por Jihyo." Esta admitió.

Pills (Nayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora