Pills (Nayeon)

Pills: One More

Unas semanas habían pasado desde aquella misión con Mina y nada parecía ocurrir.

Todo era tan tranquilo, y Nayeon no sabía si aquello era bueno en la vida de un asesino, o no.

"Jihyo." Nayeon se acercó a la nombrada.

La coreana de ojos grandes volteó a mirarla con una ceja en alto. "Sucede algo?"

"Hay alguna misión que pueda hacer?" Esta preguntó, mirando a la contraria. "Siento que tengo que hacer algo o me volveré loca."

Jihyo la miró nuevamente y negó con la cabeza. "No hay misiones ahora mismo." La menor negó con la cabeza.

"Demonios." Nayeon maldijo por lo bajo, y luego miró a Jihyo con una leve sonrisa. "Gracias de todos modos." Esta dijo, y salió de la oficina para caminar por la mansión sin rumbo.

Nayeon jamás se había sentido de aquella manera.

Por qué se sentía inquieta al no hacer nada? Al no matar gente?

Al parecer, se había acostumbrado más de lo normal a matar, y aquello le preocupaba.

La vida de asesina se estaba metiendo en la cabeza de la coreana de sonrisa de conejo.

Nayeon decidió buscar a la única persona que podía calmarla en ese momento, caminando en dirección a la cocina.

Ella sabía que tenía que dejar esos tipos de cosas, pero parecía que era la única manera de mantenerla ocupada.

Al ir en dirección a la cocina, esta se encontró con la japonesa de cabello rubio.

"Nayeon." Esta dijo con una sonrisa al ver la nombrada. La mayor le dio una sonrisa rápida. "A dónde vas?"

"Estoy buscando a Irene." Nayeon dijo apresuradamente y siguió su camino.

Al entrar a la cocina, vio a la contraria terminar de organizar algunas cosas. Esta se dio media vuelta con un poco de sorpresa y alzó una ceja. "Señorita Im?"

Nayeon respiraba pesadamente y se acercó a la contraria, tomándola de la cintura y apoyándola contra la mesa y de espalda a ella.

Irene estaba un poco sorprendida por la repentina acción, y soltó un chillido ahogado cuando sintió los labios de Nayeon sobre su cuello.

"N-Nayeon?" Irene tartamudeó, cerrando los ojos con fuerza cuando Nayeon chupó con algo de fuerza.

"Quédate callada." Nayeon susurró, y lentamente metió su mano por debajo de la falda de Irene para acariciar con suavidad sus bragas.

Irene se tensó un poco, sintiendo la mano de Nayeon acariciarle en su zona y dar leves apretones.

La mayor abría la boca para dejar ir leves suspiros.

Nayeon la miraba con unos ojos oscuros, viéndola como si esta fuera su presa.

"Estás mojada por mí?" Nayeon susurró, lentamente echando las bragas de la mayor a un lado para acariciar sus labios.

Irene se retorció debajo de Nayeon al sentir aquel tacto. "N-Nayeon~"

La menor tenía una sonrisa de suficiencia en su rostro, viendo cómo la contraria movía sus caderas con el intento de sentir los dedos de Nayeon.

La coreana de sonrisa de conejo insertó sus dedos y arqueó con algo de fuerza, causando que Irene sobresaltara, se agarrará fuertemente de la mesa, y gimiera un poco en alto.