"Para vernos"

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Jennie le dio un vistazo a todo su alrededor y se sintió reconfortante. Especial y cálidamente exclusiva; y eso en nada tenía que ver con lo costoso y lujoso que se veía el lugar dónde estaban.

Había una pareja ocupando cada mesa y cada una perdida en ese pequeño círculo, dentro de una burbuja íntima que ni su mirada expectante llamaba la atención. Podría quedarse allí toda la noche, o el resto de la semana, o cientos de días, pensó; nada de allí molestaba y todo formaba un ambiente de naturalidad imposible de ignorar.

Desvió su vista hacia dos de las mesas al final; se preguntó si les tocaría la del lado de la ventana, para tener la vista a la calle y al cielo estrellado o si ocuparían la del lado derecho; casi alejada de las del resto y en donde la luz interior era más tenue.

- La mesa 17 es la nuestra- Lisa se detuvo tras ella y habló contra su oreja. Cerró un segundo los ojos y exhaló aire, su voz sonaba ronca, tanto como cuando le deseaba buenas noches y la creía dormida- Vamos- la guio con una mano en su espalda y caminaron entre los demás, llegando al final del lugar y deteniéndose en su lado derecho-

- No había notado que tenían número- murmuró ella, señalando los pequeños carteles color blanco con los números impresos en negro-

- Según el mesero, podemos quitarlo si molesta- le aclaró Lisa, alejando una silla y dándole lugar a que la ocupara. Le agradeció por lo bajo y negó ligeramente con la cabeza luego de sentarse - Es un bonito lugar ¿cierto? - agregó preocupada al acomodarse frente a ella-

- Cierto. Has elegido un restaurante muy lindo....pero parece costoso-

- Bueno, eso es lo de menos. Cobraste tu sueldo ayer ¿no? - bromeó la rubia - podemos comer todo lo que deseemos mientras tu cheque nos lo permita-

- Señora Manoban- las interrumpió el camarero, entregándole la carta de menú a Jennie - Un pequeño aperitivo mientras se deciden- terminó él, dejando una bandeja con hojaldres saladas rellenos de verdura-

- Solo dejó una carta- murmuró Jennie confundida, volteando a ver la partida del muchacho-

- Observa las otras mesas- lo hizo y a simple vista no entendió el pedido. Lisa tomó una servilleta y la sacudió al reír, antes de acomodarla sobre su muslo - es un restaurante exclusivo para matrimonios. La idea es que las parejas lean y escojan su comida juntos; como parte de un detalle romántico-

- ¿Romántico? Eso es raro ¿Y qué tal si uno es vegetariano y el otro no? -

- ¿Eres vegetariana? -

- No-

- Pues yo tampoco. Ese no es nuestro problema-

- No lo soy, pero si tengo un respeto por los animales. Es algo confuso pero real-

- Tranquila- le sonrió Lisa divertida - será nuestro secreto- agregó al tomar uno de los bocadillos y llevarlo a su boca, gimiendo al sentir el sabor contra su paladar - Esto está delicioso-

- ¿Conocías este lugar?...Realmente si- apoyó las palabras de la rubia al morder un primer bocado-

- No lo conocía- respondió Lisa, estirándose sobre la mesa y hablando por lo bajo - pero tú querías una cita y de entre los lugares que busqué, me pareció el más adecuado-

- ¿Estás aquí solo porque yo quería? -

- Busqué los lugares porque querías...pero estoy aquí por las dos, sí. Tienes razón-

- No he dicho nada- dijo Jennie, guiñándole un ojo y leyendo nuevamente las opciones del menú - ¿Quieres algo en especial? ¿Pastas? -

- Tú elige. Me encargaré del postre-

The Golden RulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora