"Sangre en las venas"

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45 días de embarazo y no creía que festejar una fecha menos en el calendario debiera hacerse de esa manera. No, definitivamente no estaba eso en sus planes, pensó, cuando vio a Lisa caminar directo a Rosé en sus acostumbradas caminatas.

- Lisa...- intentó detenerla siguiéndole los pasos, pero la rubia avanzaba con violencia y no la escuchaba - Lisa.... ¡Lisa! - la vio sujetarla por el cuello de su sudadera y sacudirla, aprovechando la ausencia de Yuri que solía acompañarla o de cualquier otro vecino-

- Esto no va a quedar así- la oyó hablar entre dientes y supo que verdaderamente estaba enojada. La mirada de la rubia, sus nudillos claros mientras la apretaba y su porte duro al detenerse mientras que Rosé pareció tambalear - ¿es que no sabes que mi esposa está embarazada? Si llega a pasarle algo iré a buscarte. Si llega a pasarle algo a alguno de mis hijos te irá peor ¿estás oyéndome? - Lisa la alejó de su rostro y la empujó hacia atrás, golpeándola contra el capó de su auto-

- ¡Lisa! - insistió Jennie al ver la caída la rubia. Un seco sonido se oyó cuando su rodilla se estrelló contra el cemento y estaba segura de que era cuestión de segundos para que algunos chismosos escucharan el alboroto-

Pero Lisa la ignoró, buscando nuevamente a la culpable del desastre en su casa y volvió a jalarla a su altura.

- ¡Lisa! - pretendió Jennie advertirla cuando alguien más se acercó a la escena y mostraba signo de acompañar a Rosé solo que, quizás, se había retrasado. Porque Jung Wook caminaba hacia la rubia con rapidez y su equipo deportivo prolijamente colocado así lo demostraban-

- ¿Qué significa esta penosa situación? - Bien, pensó, acababan de mandar al diablo por lo que habían trabajado estos meses. El tono de voz de Jung fue obvio, demostrando su máximo nivel de liderazgo en el lugar y exigiendo una explicación cuánto antes. La mujer separó con violencia a Lisa de Rosé y ella de inmediato se acercó a su esposa, tomando sus manos y alejándola unos pasos para no provocar algo más-

- Solo fue un mal entendido- se excusó ella, pero Rosé chistó con burla y negando con la cabeza se acercó a Jung Wook-

- Ningún malentendido- Lisa gruñó tras ella y tuvo que agarrarla de su camiseta para que no volviera a saltarle encima - Estaba caminando, bueno tú venias detrás de mí, Jung y cuando paso por aquí me encuentro con el ataque de la señora Manoban. Sin justificación-

- ¡Por supuesto que tiene justificación! - gritó Lisa-

- ¿Y según usted qué tipo de justificación tiene que haber para actuar de esa manera? - preguntó Jung y Jennie entrecerró los ojos; no importaba qué dijeran porque la mujer iba a terminar cegada por las palabras de Rosé - ¿Es esta la confianza que estoy depositando en usted? - agregó esta vez con la mirada sobre ella y Jennie negó ligeramente con la cabeza. En menos de dos horas debía enviar el almuerzo de David a su casa y aún no tenía idea siquiera de qué iba a preparar - Les daré una advertencia- continuó señalando a ambas con dos de sus dedos - una queja más de Rosé hacia ustedes y me veré obligada a quitarles su casa-

- Pago mis impuestos para tenerla- murmuró Lisa-

- ¡Impuestos que yo impongo y van a parar a mi bolsillo! Son los últimos vecinos en entrar y cualquiera quisiera su lugar...Están advertidas- repitió con su dedo esta vez sobre Lisa - y por hoy, el almuerzo se cancela- agregó hacia Jennie antes de girar y regresar su caminata a la calle.

Apenas le bastó mirar de reojo hacia la vereda para que Rosé saliera corriendo en su compañía. Jennie se echó hacia atrás y alzó su mirada frustrada, si no comenzaba a manejar el temperamento de Lisa, iban a terminar con las manos vacías y, quizás, hasta descubiertas frente a todos.

The Golden RulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora