¿Eso era un sí? ¿Un no? ¿O un tal vez? ¿O una señal de que se callara y no repitiera la pregunta?
Lisa asintió solo dos veces con su cabeza, de manera lenta y luego la apretó contra ella, negando con rapidez sobre su hombro.
Jennie se separó hasta enfrentarla y la llamó por lo bajo, sonriendo al sentir un leve temblor en las manos de Lisa. Lisa podía ser autoritaria, gritaba a temprana hora del día y ordenaba sin esperar refutaciones; pero era dulce y preocupada aún en la misma o más cantidad.
Era Lisa quien llevaba el control del asma de Song Kang y compraba los inhaladores necesarios cuando lo creía conveniente. Era Lisa quien despertaba por la mañana y preparaba su café para cuando ella ocupaba la cocina.
Y era Lisa también la que calmaba a Ella cuando algo le generaba miedo. Como las tormentas, las arañas que solían estar en el baño o cuando Kuma se atoraba con su comida. Era divertido ver a la rubia con su gesto de asco al abrir la boca de Kuma y colar un dedo para que quitar los restos grandes de carne o algo que los niños le daban y no podía aún comer.
Lisa era la contraposición insuperable de sí misma y a ella le fascinaba; le parecía realmente único disfrutar de esa virtud. Y aunque incluso leyó su historial tiempo atrás, la Lisa fría y calculadora que no dejaba de resaltarse en cada línea, con ella nunca apareció. Con los niños mucho menos.
Porque sí, podía ser Lisa la que daba ordenes desde un principio y ser la malhumorada, pero llevaba tiempo calmada y trabajando ahora como lo que eran, un equipo.
Jennie repasó su labio inferior contra sus dientes y esperó su respuesta. Sin embargo, esa sí era la Lisa que conocía y que convivía con ella cada noche en la misma cama: la que no decía ni hacía algo de más si no podía controlarlo.
Se aclaró la garganta e insistió, preguntándole de manera distinta para no asustarla:
- ¿A ti te pasa algo conmigo? ¿Estás confundida? - estaba acostumbrada a hablar sin rodeos ni cohibirse sin importar la persona que la estuviese escuchando. Sabía que a veces eso podía ser un defecto o molestar, pero generalmente nunca le habían importado las opiniones ajenas hacia su persona-
- No- respondió Lisa al instante y por un momento algo de aire golpeó su espalda. Sonaba segura, pero la había visto tragar con dificultad, incluso la había oído - No lo sé, Jennie- agregó y de repente su corazón golpeó algo dentro de ella - Creo que...creo que aún no puedo llamarlo de ninguna manera porque no me gustan estas cosas-
- ¿Qué cosas? -
- Esto. El que me pregunten por mis sentimientos y tener que responder. No me gusta eso de estar enamorada o sentirme dependiente de alguien; no creo que mi vida funcione de mejor manera en relación con eso-
- No tendrías por qué sentirte así conmigo. Puedes seguir siendo tú en la independencia que quieras-
- Es que no se trata de ti, Jennie- aseguró Lisa y ella lo notó en su mirada. Sus ojos cafés se aclararon por el reflejo de la luna y podía leer algo de miedo en ellos. Todo se trataba de Lisa; de no salir lastimada en el proceso-
- Pero nosotras ya cruzamos un límite. Hemos tenido sexo. Tres veces- le recordó sin vergüenza y Lisa esquivó su mirada, suspirando hacia un costado y humedeciendo sus labios - Y no puedo olvidar cómo me trataste luego. Actuaste como una esposa enamorada realmente-
- No soy una esposa enamorada realmente-
- ¡Eso ya lo sé! - No, no lo sabía y escuchar eso solo la molestó. Porque sí, tal vez Lisa no estaba enamorada de ella, aún, pero no podía negarse la rubia a sí misma los abrazos que le daba antes de dormir. Cuando ella ya estaba dormida y despertaba por causa de ellos - Pero solo quiero encontrar una respuesta a tu forma de ser-
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The Golden Rules
FanfictionLalisa Manoban es una estafadora profesional que quiere dejar el negocio con un último golpe. Para lograrlo, deberá reclutar integrantes que fingirán ser junto a ella una familia feliz ¿Conseguirá quedar en el recuerdo? Contenido G!P Lisa Esto es un...