Epílogo
La luna de miel de Seher y Yaman duró una semana. Cuando volvieron a la mansión la vida ya había cambiado...otro giro. Es muy curioso como los acontecimientos que marcan la existencia de las personas a veces las enriquecen y a veces la destruyen. Para mi ver la felicidad de mi hermana me llenaba en ocasiones de amor y en ocasiones de tristeza. Por lo que pudo ser y no fue y por lo que tuve y soy consciente que hay quien nunca tendrá.
La cuestión es que decidí volver a donde todo empezó, regresé a mi hogar de la infancia. Puede que un poco más sabía y de la mano de mi niño. El fruto de mi amor y mi locura juvenil, lo mejor que habíamos hecho Yalcin y yo juntos...Necesitaba reconstruir la relación con mi padre y comenzar una nueva vida por todos nosotros. Ellos, mi familia se merecían una Kevser nueva que fuese portadora de alegría y no de preocupación y pena.
Hoy hace justo un año de la boda de mi hermana y del comienzo de mi nueva vida. Yusuf se ha adaptado maravillosamente a la vida de vecindario, cierto que no es el típico chico de barrio humilde, es un heredero con un fideicomiso extraordinario que no tocará hasta que sea mayor de edad. Pero de momento vivimos y nos mantenemos de mi trabajo, soy la secretaria de Nedim en la empresa de la familia. Al principio me costó muchísimo convencer a la familia de mi decisión...la cara de Yaman era un poema y casi llevaba tatuado el no en la frente mientras le contaba mis planes de buscar trabajo.
- Kevser, eres una mujer muy rica una Kirimli, eres conocida y cualquiera que te contrate tendrá motivos ocultos o se acercará a ti por interés...la única solución es que trabajes en la empresa...pero todos los trabajadores te conocen y se sentirán intimidados.- le explicó Yaman pacientemente sentado tras la inmensa mesa de su escritorio en la oficina.
No le quedó más remedio que reconocer que tenía razón, estaba buscando argumentos en su cabeza para conseguir el favor de su cuñado cuando la voz de Nedim intervino.
- Que sea mi secretaria...la mía se ha quedado embarazada y ha dejado el trabajo.
Las miradas perplejas de Kevser y Yaman se volvieron hacia el hombre que los miraba apoyado en el dintel de la puerta con expresión seria.
- Podéis estar tranquilos los Kirimli no me intimidan, le daré quince días de prueba si no me satisface su trabajo la despediré.
Bien, así había sido, Nedim era un trabajador incansable y exigía la misma eficacia al equipo a su alrededor. Era un jefe exigente pero justo y ella había estado a la altura...se había convertido en su mano derecha en la oficina y también organizaba su vida personal. No había demasiada vida personal en realidad, el día a día de Nedim era la empresa y nada más...
Por esa razón estaba muy preocupada, Nedim no había ido hoy a trabajar y no contestaba al teléfono. Así que aquí estaba frente a la puerta de su apartamento con la llave en la mano dispuesta a entrar directamente ya que tampoco contestaba al timbre.
Entró al luminoso pero frío apartamento de soltero de Nedim y todo le pareció como siempre, ella iba en ocasiones a dejar ropa de la tintorería o prendas nuevas para su jefe que ella misma elegía. Pero jamás había entrado a las zonas privadas de la casa, es decir, a las habitaciones más allá del salón. Con la preocupación en niveles máximos dejó su bolso en el sofá y entró mientras lo llamaba.
Al acercarse al dormitorio principal escuchó la ducha de caer y dudó en entrar. Lo llamó con más fuerza y siguió sin recibir respuesta. Así que entró en la habitación...entrar allí fue una total sorpresa. En contraste con el salón el dormitorio era todo calidez...maderas, colores y texturas cálidas. La totalidad del suelo de la habitación estaba cubierta con alfombras y las paredes estaban cubiertas con multitud de cuadros al oleo de todo tipo de temáticas, el elemento principal y dominante de la habitación era una enorme cama estilo japonesa casi en el suelo que en ese momento se encontraba desbaratada. Había dos puertas al fondo y dedujo que una de ellas sería el baño se acercó y tocó de nuevo llamando a su jefe...no hubo respuesta así que entró...
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LA CHICA DE LOS OJOS VERDES
FanfictionRelato corto de Yaman y Seher, protagonistas de Emanet, una historia diferente.