La chica de los ojos verdes ( Segunda parte)
A Yaman le iba a estallar la cabeza, ya habían pasado tres días y ni rastro de ella...la chica de los ojos verdes se había evaporado y no había forma de encontrarla. Era la primera vez en su vida que perseguía a una mujer...casi no se reconocía a si mismo. Aquella noche tras perderla de vista después del casi beso del ascensor soñó con ella...él no solía soñar y si lo hacía no lo recordaba, lo único que sí recordaba eran las pesadillas de su infancia. Pero sí, había soñado con ella aquella noche y las noches posteriores...La muchacha había tomado posesión de su subconsciente y no parecía que lo fuese a abandonar. Más bien era el motor que cada mañana lo empujaba a seguir buscándola. Porque Yaman quería convertir esos sueños en realidad...
Su móvil personal sonó, al comprobar la pantalla vio que se trataba de Cenger su fiel mayordomo y amigo.
- ¿Qué sucede Cenger?
- Señor Yaman lamento molestarlo pero...la hermana de la señora Kevser esta aquí de nuevo y dice que se esposará a la reja de la mansión si no la dejamos pasar a ver a su hermana y su sobrino...
Yaman se llevó la mano a la cabeza y presionó un punto especialmente doloroso en un intento de disminuir el dolor...a todas sus preocupaciones se unía desde hacia tres días la insistencia de la hermana de su cuñada en entrar a la mansión. La dichosa mujer era muy persistente y no sabía aceptar un no por respuesta. Pero aquella misma mañana la niñera de Yusuf se había despedido complicando aun más la situación en casa. Así que al final el gran Yaman Kirimli cedió...
- Esta bien Cenger déjala pasar...cuando vea que su hermana ni siquiera la reconoce quizás entienda porque es del todo innecesario que venga y ya no querrá volver.
- Esta bien señor gracias.
Seher estaba frente a los fogones de la gran cocina de la mansión Kirimli, cocinaba una de las sopas favoritas de su hermana...Se había propuesto traerla de vuelta de allí donde se encontraba. La depresión de su hermana por la muerte de su marido la había sumido en tal desesperación que ni el precioso Yusuf conseguía sacarla a flote. Pensó en cuánto amaba Kevser a Yalcin y cuando le había dolido su muerte...un amor así era una bendición y una maldición. Una bendición porque... ¿quien no querría sentir un amor de leyenda? Y una maldición porque la perdida de dicho amor estaba haciendo que ella también se quisiera ir tras él....Pero Seher no lo permitiría, sabía que el amor por su hijo sería lo único que podía salvar a Kevser. Tenía un plan...poco a poco estimularía los sentidos de su hermana hasta traerla a la superficie de su pena y una vez allí la haría darse cuenta de que Yalcin vivía en Yusuf y que ella debía vivir por él.
Yusuf entró en la cocina y olfateó el ambiente.
- Ummm huele muy bien tía...¿Qué es?
- Es la sopa favorita de tu mamá y también será la tuya, ya veras. Después de que la tomes, si te la terminas entera te haré galletas...¿Qué me dices?
El niño la miró pensativo hasta que finalmente accedió con un movimiento de cabeza. Ella le dedicó una gran sonrisa y el pequeño se la devolvió algo tímido. Desde que había entrado en la casa aquella tarde el niño no se había separado de ella aunque mantenía la distancia...era un niño muy observador y también callado. Aunque cada hora que pasaba lo veía acercarse y hablar más como una pequeña flor que necesita riego, sol y mimos. Cuando la sopa estuvo terminada primero se la dieron a Kevser, que para sorpresa del personal de servicio se la tomó entera y se quedó dormida. Después le llegó el turno a Yusuf que para felicidad de Seher se subió a su regazo y allí tomó la suya. Luego hicieron las galletas prometidas que Yusuf tomó con leche antes de ir a la cama.
Ya era tarde cuando Seher bajó de la habitación de su sobrino y se encontró con Cenger en el salón.
- Buenas noches, Yusuf ya se durmió...¿ha llegado el señor Kirimli?
- No señorita, me temo que no.
- Necesito hablar con él...
- Es muy tarde, si me lo permite la acompañaré a la habitación de invitados y mañana podrá hablar con el señor.
- Yo no...no quiero abusar...
- Señorita es muy tarde y si no escuché mal le prometió al señorito desayunar con él mañana...
- Sí, se lo prometí, escuchó usted bien...
- Entonces no se hable más, le prepararé un camisón de su hermana, si le parece bien y ropa para mañana.
- Muchas gracias Cenger.
Seher avisó a su padre del cambio de planes y aunque reticente aceptó, especialmente cuando ella le contó de la situación de su hermana. Su padre había cambiado mucho en estos últimos tiempos, gracias a Dios.
Yaman entró por las puertas de la mansión ya pasada la media noche. Varios problemas en el contrato con los españoles los habían hecho trabajar hasta tarde...después había vuelto a repasar el informe de personal y la chica de ojos verdes no aparecía. Él creyó que sería fácil encontrarla porque debía haber dejado un curriculum...pero se equivocó, ella no estaba allí buscando trabajo y ahora las posibilidades de encontrarla eran tantas como las de encontrar una aguja en un pajar.
Hambriento se dirigió a la cocina a tomar algo antes de irse a su habitación. El olor en la cocina le hizo la boca agua, Adalet la cocinera hoy se había superado. Tras buscar un poco encontró una suntuosa sopa que le supo a poco y luego para su sorpresa se encontró a si mismo tomando leche con galletas como un niño...unas galletas que olían como ella...
Era ya muy de madrugada cuando unos sonidos de quejidos despertaron a Seher, se levantó rápidamente de la cama pensando que podían ser su sobrino o su hermana. En su precipitación ni siquiera tomó la bata para cubrir el corto camisón de su hermana que llevaba puesto. Comprobó el estado de su hermana y de Yusuf y ambos dormían plácidamente. Se dirigió entonces a su habitación de nuevo cuando otro quejido la detuvo. El sonido procedía de la habitación que estaba frente a la suya.
Seher permaneció indecisa y a la espera en el pasillo sin saber bien que hacer. Si algo la caracterizaba desde pequeña era su necesidad de hacer sentir mejor a los demás. Era superior a sus fuerzas, si veía sufrimiento no podía evitar el intentar aliviarlo. Así que cuando otro lamento de angustia rompió el silencio de la noche entró en la habitación desconocida.
Al otro lado de la puerta encontró lo que parecía un despacho, la luz de la luna iluminaba la estancia ya que no había persiana alguna que bloqueara los grandes ventanales. A la derecha del gran escritorio había una puerta entreabierta y hacía ella se dirigió. Al igual que en el despacho la luz de la luna se derramaba en este dormitorio dominado por una enorme cama. Había alguien acostado en ella que se revolvía en un intento de librarse de su mal sueño. Seher se acercó con cautela, "debo estar loca" pensó...se armó de valentía y se dijo a si misma que despertaría a la persona de esa cama liberándola de su mal sueño y después se marcharía inmediatamente.
Yaman no podía respirar, estaba en un profundo mar gris rodeado de montones de mujeres. Él la buscaba desesperado...las miraba una por una tratando de encontrar el verde esperanza en su infinito mar gris...pero ninguna era ella y ni siquiera sabía su nombre para llamarla entre la multitud... De repente alguien tocó su hombro ...
- Despierta...despierta...no es más que un sueño...
La atención de Yaman se volvió hacia esa dulce voz...¿ la había encontrado?...necesitaba verla, olerla para comprobar que era ella...Abrió los ojos y allí estaba, por fin la había encontrado. La luz de la luna la envolvía, llevaba un camisón corto de color claro que dejaba al descubierto su nívea piel. Su larga melena rizada caía sobre sus hombros...y sí, por fin, allí estaban... esos ojos verdes con los que soñaba desde hacia tres días. Con la rapidez de un rayo la tomó en sus brazos y la abrazó arrastrándola con él a la cama.
Seher estaba tan sorprendida que no supo reaccionar, aquel hombre la había metido en la cama y ella no había podido hacer nada para evitarlo....
Continuará ...
ESTÁS LEYENDO
LA CHICA DE LOS OJOS VERDES
FanficRelato corto de Yaman y Seher, protagonistas de Emanet, una historia diferente.