Ardía, dolía. Dolía como el mismísimo infierno. Podía sentir perfectamente cómo aquél caliente líquido carmesí salía de su garganta.
Había fallado su misión. Aquella misión tan importante que le habían encomendado, aquella misión de la que cuyos resultados tantos dependían. Y, aún así, siendo consciente de ello, fracasó. Todos sus esfuerzos habían sido en vano.
El motivo por el que estaba allí y ahora, libre de aquella pesadilla que había vivido en su pasado. El motivo por el que Dazai le había salvado y entrenado.
¿A cuántos habría decepcionado?
A ese punto, lamentarse ya no valía de nada. Lo hecho, hecho estaba. Aún así, no podía evitarlo; ¿Por qué terminó así?
Se sentía increíblemente cansado. Sentía como sus párpados peleaban por cerrarse y sus piernas se volvían incapaces de mantenerlo de pie por más tiempo.
Lo único que podía hacer era dejar todo en manos de su rival, el chico que supuestamente odiaba.
-Maldito idiota, apúrate y vete -formuló con pesar, usando las únicas fuerzas que le quedaban para esbozar una sonrisa.
Tenía frío.
Ya no podía sostenerse en pie. Se desplomó duramente en el piso, incapaz de soportar más, cayendo sobre el charco de sangre que él mismo había dejado.
Sucumbió al cansancio, cerrando sus ojos. Sus sentidos estaban nublados, pero, aún así, hizo un último esfuerzo para escuchar unos pasos alejarse. El chico tigre había conseguido huir, aparentemente, y eso le permitió relajarse. No todo había sido en vano. No podría haberse permitido que, aún así, el albino no hubiera conseguido escapar.
¿Estaba llorando, verdad?
Una vez más, se disculpó mentalmente; por haber fallado en su misión, por irse sin siquiera susurrar un último adiós. Por haber sido tan débil.
Ya no sentía nada. Su sentimiento de dolor se había desvanecido como si fuera polvo, al igual que el casi imperceptible brillo en sus grises ojos.
La cálida brisa marina sopló una vez más, llevándose junto a ella aquella vida como si nunca hubiera existido nada, en primer lugar; siendo el cielo y el mar los únicos testigos de sus últimos respiros y lamentaciones.
Todo aquello se esfumó como el viento.
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Un último adiós [BSD]
Hayran Kurgu『 Y, una vez más, se disculpó mentalmente; por haber fallado en su misión, por irse sin siquiera susurrar un último adiós. 』 ▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓ ⚠️Alerta de spoilers del manga. Leer bajo su propia precaución⚠️ ✎Dabble sin shipps (353 palabras). ✎...