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A cualquier lugar a donde volteaba a ver las resplandecientes luces de la época navideña brillaban en su rostro

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A cualquier lugar a donde volteaba a ver las resplandecientes luces de la época navideña brillaban en su rostro. Casi podía sentir el olor del chocolate caliente y bombones en su nariz, y vaya que eres una fascinación la Navidad. Su emoción le hacía sentir tan alegre por todo, fue a comprar víveres para la semana, y decidió comprar en el super un par de suéteres navideños y un par de tazas con estampados de esferas navideñas y monos de nieve. ¿A quién no gustaba la mejor época del año?

Bueno, si había alguien. James, su pareja.

Detuvo por un momento su caminar para pensar, ¿Por qué compro dos suéteres navideños y un par de tazas especiales? La emoción de la temporada, probablemente.

James no era la típica persona que amaba la Navidad, era un día común y corriente. Era su segunda Navidad juntos, y en la primera fingió, porque lo sabía, tener gripe. ¿Cómo un super soldado se enfermaría de una jodida enfermedad estacional? En aquel momento no lo enfrento y simplemente vio películas navideñas en la sala acompañado de una botella de vino y el corazón doliéndole por el rechazo. Esta vez, no mostraba desagrado ante los comentarios sobre pasar épocas navideñas en compañía de amigos, solo, que era un gasto innecesario impuesto por el capitalismo; según palabras propias que menciono en algún momento dentro de su conversación.

Zemo no dudo en sentirse como un tonto y golpear levemente su nariz ante el evidente sentimiento negativo creciente en su interior.

Pensó en regalar las cosas a alguna pareja para evitar un mal rato. O dejarlas en el auto, y al día siguiente tratar de devolverlas para recuperar su dinero.

- ¿Esta nevando? - escuchó preguntar a sus espaldas a una chica mientras se abrazaba así misma

Volteo hacia arriba, y efectivamente estaba comenzando a nevar. Apretó sus manos enguantadas y dirigió su camino a casa que compartía con James; quien estaría en casa esperándole para cenar, o algo así. Miles de excusas aparecían en su mente, para evitar darle el suéter, o que tan solo los viera. Subió a su auto y emprendió viaje de regreso a casa.

Llegó a casa en un aproximado de 20 minutos. El golpe de aire frio le llego al rostro que casi pudo sentir su sangre helarse, cerro los ojos un momento para reponerse del crudo frio.

- ¿Necesitas ayuda por ahí? - preguntó desde el otro lado James

- ¿Estas aquí? Pensé que estarías con Steve - mintió

- ¿Steve? Pero si no está en el país - le dio un toquecito en la frente

- Entonces algo de ayuda no me molestaría. - sonrió Zemo

Se bajo del coche, mientras James bajaba algunas bolsas de la parte trasera del auto. Escucho como una pequeña risilla escapo de su pareja, le miro directamente y este solo le sonrió mientras caminaba en dirección a entrar a la casa.

En su mente apareció la imagen de lo que había comprado horas atrás... ¡Oh no!

Con rapidez, buscó, entre las bolsas que tenía en las manos, los suéteres, y no estaba con sí. Entro casi corriendo para tomar esa bolsa y esconderla en algún lugar antes de que pronunciara algo que le afectaría, o que simplemente le daría un comentario muy tonto sobre ellos.

- Son bastantes lindos para ser suéteres horribles de Navidad - le enseño James mientras se lo colocaba enfrente - probablemente tenga que cortarle la manga al mío, ¿no?

- ¿Qué? - no sabía que hacer o decir Zemo

- Si, en pocas palabras es que, ¿cuál es el mío? - dejo de lado el suéter y tomo las dos tacitas para verlas con detalle - Mejor aún, ¿con cuál taza me puedo quedar?

- ¿T-te gustan? - sonó tan serio que vio el cambio en el rostro del super soldado

- ¿Por qué no me gustarían? - le miro con extrañeza a Helmut

- Es que tu habías dicho...

- Si, ya sé lo que he dicho, pero no por eso me voy a comportar como un idiota cuando a ti te hace mucha ilusión la Navidad. - colocó las tazas en la repisa - el año pasado lo hice, esta vez no será así, haremos lo que quieras para poder recompensar lo que he hecho o dicho, ¿ok? - James parecía tener el espíritu navideño

- ¿No te incomoda? Enserio, no me molestaría si no quieres celebrar la Navidad; puedes dejar de fingir porque creas que...

- Amor, no estes pensando tanto. Quiero festejar contigo estas fechas, jamás las he pasado con alguien. - su voz era sincera - afuera está nevando, y realmente quiero usar estos suéteres y poder tomar chocolate caliente a tu lado mientras hablamos de cosas extrañas como siempre

- Es cierto, la nieve va a empeorar y yo necesito calor.

- Que por supuesto yo te puedo brindar

- ¡James!

- Solo decía, Zemo.

Ahí estaba ese sentimiento de alegría y felicidad que solo la Navidad podría brindar en un pequeño hogar donde el amor estaba presente.

¿Qué es una Navidad? - [WinterBaron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora