Si se ponía a pensarlo, no quería ni siquiera salir de casa de Sam; no soportaba ver a todos tan felices por fiestas de Diciembre. Todo eso le traía amargos recuerdos sobre su vida como el Soldado del Invierno. Detestaba con todo su ser recordar las cosas que hacía, a pesar de todos los intentos por no pensar y seguir adelante, no podía porque ahí estaba su vocecita para hacerle saber que no podía hacer nada bueno porque jamás lo fue y nunca lo será. Estar lejos de todos los demás, se sentía un alivio, pero con Zemo era diferente, tenía el remordimiento, solo que era demasiado tarde para regresar e intentar pasar esas fechas con ellos, porque si sabía que también estarían las dos niñas que adoraban estar detrás de él.
Por otro lado, estaba Helmut que realmente adoraba esas fechas que no podía esperar, pero había algo que le incomodaba, de cierta forma.
En ese momento, no quería admitirlo. No quería sentirse tan débil por pedirlo, no es como que fuera una necesidad, ¿verdad? Pero el frio, el sentimiento en su corazoncito sobre que no lo quería realmente eran más grande. El solo intentar decirlo le causaba cierta inseguridad, ¿Qué pensaría el otro sobre sus palabras? Tan siquiera como se lo diría, ¿por mensaje?
– ¿Y Barnes? – preguntó Yelena mientras colocaba su bota de navidad en la chimenea – porque aquí solo veo mi bota y la tuya, y se supone que somos tres en esta casa
– Cuatro, con tu amiga Kate Bishop
– Ella la va a colocar en cuanto regrese de la casa de Barton
– Ella tan siquiera está feliz por celebrar estas fiestas con nosotros, pero James es todo lo contrario
– ¿Quiere pasar estas fechas con alguien más? – le miro con duda
–Eso es lo que no sé
–No sabes o no sabes, no sabes – ellos entendían el lenguaje en el que se hablaban
–No sé en dónde o con quien quiere estar, pero con nosotros no es una opción
–¿Por qué?¿qué le hicimos?
–Simple, si no quiere estar aquí, no lo voy a obligar es posible que vaya a estar con la familia de Sam.
–¿El Capitán América?
–El mismo – sonó simple Zemo
–Navidad es un cuatro de días más, dale tiempo
–No me ha llamado, ¿no crees que es el suficiente tiempo y espacio?
–No te sugestiones. El tiempo lo hará entender que aquí está mejor.
Con tiempo se refería a ella y Kate. Por supuesto que iría a buscarlo en donde sea que se encontrara, si la felicidad estaba con ese imbécil, ella se encargaría de traerlo por la fuerza.
Mediante favores supo que Sam Wilson se encontraba en Delacroix, Louisiana, también logro moverse hasta ese lugar tan "libre" un día antes de nochebuena en busca de un solo ser que le encantaría patear en las bolas por idiota. De un clima bastante frio a uno cálido, podía darle la razón del porque eligió ese lugar y no New York; pero eso no era razón suficiente para dejarlo aquí sin darle un muy buen merecido.