Bucky y Zemo podían jurar que si sabían hacer las compras para Navidad. En su lista contaba por escrito esferas, luces, adornos, estrella y, por supuesto, el árbol. Ahí estaban los dos, por el centro de la ciudad buscando algo que fuese vistoso, pero tampoco tanto, solo sería para adornar el pequeño departamento de Barnes en su primera navidad como pareja. Después todo, antes ni siquiera parecía agradarles estas fechas, pero tenían una relación y todas celebrarían fiestas en casa, ¿Por qué ellos no?
–¿Quieres comprar un cascanueces? – pregunto Bucky mientras caminaba aún lado de Zemo
–Tal vez para la próxima, ¿no?
–Compremos un árbol pequeño con nieve en las ramas, eso seria lindo – describió su idea del árbol
–¿Cómo aquel? – señalo uno a la distancia que se encontraba en un aparador de una tienda con luces de colores
–Es perfecto, así como tú – entrelazo sus manos con el contrario
–No digas tonterías, y vamos – se limitó a sonreír y seguirle el paso
Con toda la actitud navideña, al ver el aparador se dieron cuenta que era el árbol de navidad perfecto para ambos, y que no era necesario buscar más. Entraron y tomaron lo que consideraron necesario para adornarlo. El árbol por casualidad era el último disponible en toda la tienda; ahí, ambos se dieron cuenta que todo marcaba perfección. Compraron lo que habían elegido.
–¿Entrara el árbol en el auto?
–La caja es pequeña, por supuesto que lo hará
De regreso a casa, escuchaban música mientras tarareaban al ritmo de esta. Estando en casa, bajaron todo y ahora sí, a decorar su árbol.
–No soy experto en armar árboles, pero veamos que sale de este intento
–Si podremos, ¿Qué tan difícil es?
–Por lo mientras preparo las decoraciones para no tardar tanto
Toda la tarde y parte de la noche los llevo decorar. Entre duda, confusión y mucho amor decoraron su maravilloso y perfecto árbol navideño.
–Dude muchísimo de cómo iban las luces alrededor – negó con la cabeza un tanto divertido
–Es mucho mejor de lo que esperaba. Se siente como si nuestras ideas estuviesen ahí, es precioso
–La verdad somos buenos haciendo esto, esto será una tradición para nosotros porque es obvio que seremos tu y yo toda la vida – lo abrazo mientras depositaba un beso en su frente
–Para toda la vida, James – afirmo
La melodía de fondo y el cariño por hacer cosas juntos realmente les hacia sentir que no estaban solos por primera vez en años.