7.Letras inconclusas💌

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Caminaba por los pasillos de la preparatoria con una pila de libros que el profesor Gojo me había pedido llevarle a otro salón.
Ni siquiera podía ver el camino pues los libros obstruían mi vista.

Ni Nobara ni Yuuji se ofrecieron a ayudarme a traerlos.

No espero mucho de ese par.

Pensé en mis adentros mientras sonreía.

—¿Te estás riendo sola?
Un brazo obstruyó mi camino, una mano se recargaba en la pared. Ni siquiera podía ver de quién era. Estuve a punto de decir algo cuando esa pesada pila de libros se redujo a la mitad y ahí fue cuando pude reconocer a la persona.

—Takuma...

—¿De pronto dejaste de llamarme por mi nombre?

—Ah, lo siento, creo que debería llamarte así ya que es más respetuoso.

—Puedes decirme como quieras.—Casi me interrumpió.

—Que tal llamarte... ¿idiota?

—¿Qué?—Hizo una mueca rara al oír lo último.

Reí.
—Lo siento, solo quería vengarme por la manera en la que me llamaste cuando nos conocimos.

—Te pedí disculpas, te había confundido.—Desvió la vista avergonzado.

—Lo sé, aún así me la debías.

—Muy graciosa.—Me sonrió de lado.

—Anda, dame esos libros.—Señalé con la barbilla los que llevaba en sus manos para que me los devolviera.

—Déjame ayudarte, hace un momento ni siquiera podías ver por dónde caminabas.

—¿No tienes clase? No quisiera que...

—No. No hay problema. Ya camina.—Me interrumpió y comenzó a caminar por el pasillo, yo imité su acción y me mantuve un paso atrás de él, estaba a punto de decirme algo cuando una voz a la lejanía interrumpió.

—¡__________!

Volteé en la dirección de dónde prevenía, detrás de nosotros.
Era Megumi.

—¿Qué pasa?—Respondí cuando estuvo lo suficientemente cerca.

—Nobara y Yuuji me dijeron lo de los libros, vine a ayudarte, dame eso.—Extendió sus manos para que le entregara lo que llevaba en las mías.

—Ya la estoy ayudando yo.—Dijo de pronto el castaño.
El pelinegro lo miró fijamente con su semblante serio, sin decir ni una palabra.

Si pudiera describir como me sentía en ese momento; sería como una pequeña hormiga entre dos gigantes, ¿De dónde había salido toda esta tensión?
Honestamente no tenía ganas de lidiar con eso, por lo que se me ocurrió una idea.

—Bien, si tanto quieren llevar libros...ten.—Dejé caer estos sobre los brazos de Megumi y a pesar de ser más baja que ellos puse una mano en el hombro de cada uno y lo palmeé.
—Lleven esto al aula 2-C y les voy a suplicar que lleguen sanos y salvos ya que yo soy la responsable.—Les sonreí. —¿Entendieron?

—S-si.—Dijo el castaño algo nervioso.

—Más te vale.—Mi expresión pasó a ser extremadamente seria.
—Lo mismo va para ti Megumi.—También lo miré de igual manera que a Takuma.—Bien, ya me voy.—Comencé a caminar en dirección contraria a donde había llegado y me despedí con la mano de ambos.

Solo miré como los chicos para nada contentos hacían lo que les había pedido.

Me dirigí al baño.
No tardé mucho, lavé, sequé mis manos y después de secarlas al salir de ahí coincidentemente Takuma regresaba de dónde había ido a dejar aquellos libros.
Al verme sonrió y se acercó a mí.

Destinatario Secreto [Nanami Kento x Reader] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora