—Johnny...
—Mmh.
—¿A-Algún día podré leer lo que estás escribiendo? —Preguntó un inseguro Doyoung sentado en la esquina de la cama de Johnny, tenía su mirada fija en la laptop pues de nuevo estaba haciéndole compañía, mientras tanto aprovechaba para hacer tareas pendientes.
Era la tarde del sábado Johnny aún seguía descansando, como el dolor de su espalda no había sanado del todo, está vez y sin objeciones Doyoung llamo al médico, esté le dijo que a causa del estrés y la mala posición en la que había estado trabajando su compañero, probablemente tuviera una contractura por lo que le receto otro tipo de analgésicos y vitaminas a causa de que no se estaba alimentando como debería, junto con bastante reposo, le aseguro que Johnny estaría bien en unos días.
—Si, quizá... cuando termine de escribir. —Respondió mientras leía un libro cualquiera de los que tenía en su repisa.
Doyoung frunció levemente el ceño. Y alejó la vista de su laptop.
—¿No se supone que ya lo habías terminado?
—Mmm si, solo que...
—¿Sigues con lo de cambiar todavía algunas cosas?
—Creo que si —Johnny le volteo a ver y viceversa, podía ver la carita tierna y casi enfadada de Doyoung la cual estaba a punto de reprochar —, pero —enfatizo aquella palabra —, se que en lo que menos debo de pensar es en el trabajo, pero a veces es inevitable más si no tengo mucho en qué entretenerme... Solo quiero cambiar las cosas que en verdad necesitan corregirse, me refiero a las cuestiones gramaticales u ortográficas.
El ceño de Doyoung se relajo, y le dedico una pequeña sonrisa.
—Me parece perfecto —Le dijo, creía que el que Johnny aceptará ya no cambiar su idea original era un avance. —, en verdad tengo ganas de leer tu libro.
Solo su hermano, sus papás y su abuelo; quien en su tiempo fue un periodista excepcional y su principal inspiración para escribir, sabían de la existencia de su trabajo. Incluso un día una vez terminada la cena salió a flote el tema. Para ese entonces Johnny ya había terminado de desarrollar su historia a un ochenta porciento y estaba a la mitad de proceso de escritura, aún así les había platicado desde el inicio a (casi) el final de la historia, dejando a su familia con la curiosidad.
Quizá y tan solo quizá por qué le empezaba a tener más confianza al pelinegro, le dejaría leer la introducción. Una pregunta salió a flote en la habitación:
—¿Quieres leer la introducción?
—¿Pero no acabas de decir que tienes que corregirla?
—Bueno, he cambiado de opinión... Puedes ser de los primeros en tener el honor de leerla tal como es y... leída por mi. —Le guiñó el ojo.
Doyoung soltó una risita a causa de ese gesto —: Muy bien, si tanto insistes... —Dijo claramente emocionado.
Johnny hizo un lado el libro que estaba leyendo y le pidió que le pasará el escrito que estaba en su portafolio, era un cuaderno engargolado de aproximadamente trescientas hojas o incluso más.
—Aqui tienes —le extendió el manuscrito —, ¿Cómo se llama tu libro?
—Se llama "Historias de media noche" —dijo como si fuera un papá orgulloso —. Ven, siéntate a mi lado. —palmeó el lado de su cama vacío.
Doyoung asintió y tomo asiento tímidamente a lado de él, Johnny aclaró su voz y comenzó a leer; era una introducción algo larga pero muy interesante, una introducción que estaba dando paso a historias contadas por la que parecía ser la protagonista, había inventado un mundo completamente mágico y utópico, con términos, personajes, nombres y palabras diferentes y extravagantes.
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Historias de media noche - JohnDo
Fiksi PenggemarJohnny es un ex-docente de literatura que recientemente empezó a compartir departamento con Doyoung, un universitario en su último año de carrera. Ha estado trabajando demasiado en su primer libro con la esperanza de publicarlo lo más pronto posible...