4.Ya no se como me veo dentro de cinco años.

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Si antes no quería a los reyes ahora menos sobre todo al rey, por lo que me había contado el príncipe anoche, la reina era muy buena pero el rey era todo lo contrario, es de esas personas que las a creado el mis mismo diablo, que lo llevan dentro de el.

Cuando termine de desayunar me vestí con ropa deportiva y me fui hasta el gimnasio de la esquina como todas las mañanas, empecé a entrenar mientras que algunos me miraban con deseo aunque yo a ellos los miraba con despreció ya que me parecían repulsivos que se quedaran mirando tan descaradamente cuando ni siquiera habíamos cruzado una palabra, una vez termine de entrenar me dirijo hasta mi apartamento, cuando llegue a la puerta de la entrada allí estaban los tres (el rey, la reina y el príncipe).

-¿Qué hacéis aquí ?- pregunte sin rodeos ya que estaban echando a perder mi bonita mañana, abrí la puerta y antes de que pudiese cerrársela en la cara, Gabi leyó mis pensamientos y se adentro en mi apartamento, seguido pasaron el rey y la reina.

-Hemos venido a darte los resultados del ADN - dijo la reina Cristina con algo de emoción en la voz, no se si es porque no lo soy o por que cree que lo soy, una vez cerrada la puerta me senté delante de ellos donde anoche estuvo sentado el príncipe.

-Y no me podíais haber llamado para decirme que no lo soy - dije sonriendo de medio lado, era lógico que con una simple llamada todo seria más fácil.

-Lo cierto es que por desgracia no es así - dijo el rey apoyando sus codos sobre sus rodillas y tendiéndome un sobre, aquel comentario me callo como un jarro de agua fría pero me repetía una y otra vez "esto es mentira, el esta mintiendo" , agarre el sobre y lo abrí, ponía mi nombre unos números al cien por ciento y la palabra positivo, levante la cabeza con el ceño fruncido sin entender nada, la reina tenia la cara de felicidad, el rey cabreado y el príncipe la tenia neutra.

Sin pensarlo dos veces agarre mi teléfono y marqué el número de mis padres o eso creía que eran, me levante y empecé a andar por el apartamento, al tercer tono descolgaron.

-¿Sabíais que no soy vuestra hija ?- pregunte sin rodeos, estaba furiosa con el mundo, aunque tenia la esperanza de que todo esto fuera un sueño.

- Isabela podemos explicártelo -dijo mi padre con voz triste y sorprendido, mis ojos se llenaron de lágrimas que se peleaban por salir de ellos.

-¿Sabíais que era la princesa y no me dijisteis nada ?- dije furiosa y triste, note una manos en mi espalda me gire rápidamente y allí esta la reina ¿o debía llamarla mama? , estoy muy confundida.

-No, claro que no lo sabíamos -dijo a través de la llamada pero antes de que dijera nada más lo estrelle contra la pared, haciéndolo estallar en mil pedazos, agache la cabeza intentado tranquilizarme pero no podía, necesitaba guardar todos mis sentimientos en un baúl con varios candados, puse una expresión seria y me dirigí a sentarme donde estaba antes, Gabi me miraba preocupado mientras que el rey me miraba con ¿admiración?.

-Esa es la actitud que necesita el país - dijo mientras que me miraba con admiración- parece que nada pasa cuando realmente pasa de todo -mi rostro seguía siendo neutro - con esa actitud de dejar tus sentimientos a un lado puedes llegar muy lejos - no le pegue un guantazo por respeto a la mano.

- ¿Qué pretendes hacer conmigo?- pregunte mientras que rotaba mi mirada por los tres, no podía pensar con claridad.

- Recoge tus cosas te vienes a vivir al castillo - dijo el rey Carlos mientras que se levantaba del sofá - te espero en el aeropuerto - hizo una pausa mientras que habría la puerta y dejaba pasar a tres mayordomos cargados de cajas y maletas que supongo que me ayudaran - ayúdale - dijo refiriéndose al príncipe, ni por un segundo estos me iban a ayudar, de mis cosas me ocupaba yo, una vez que el rey y la reina salieron por la puerta ya no tenia que fingir que estaba furiosa y a la vez decepcionada.

- Ya podéis sentaros porque son mis cosas y las recojo yo - dije mientras le quitaba las maletas de las manos, estos se quedaron sorprendidos, Gabi fue quien habló.

-Tampoco lo pensaba hacer - dijo sirviéndose una copa, sin contestarle me fui a la habitación para recoger todo.

Cuando ya lo tenia todo listo salimos de mi apartamento, no quería ir con ellos en el mismo coche, no podía soportarlos. tenía que aclararme las ideas.

- Yo iré en mi moto - dije mientras que ayudaba a cargar mis pertenencias en los diferentes coches.

-En la moto no la podemos proteger princesa - dijo unos de los guardaespaldas, entonces le lanzo una mirada asesina.

- Nadie me conoce - mentí ya que tenia bastantes enemigos que me conocían a la perfección.

- Dejadla que se valla en la moto - dijo el príncipe mientras que se subía en un coche con los guardaespaldas.

Me subo en la moto mientras que los guardaespaldas me decían la dirección del aeropuerto donde tenían el avión privado.

Mientas que iba para allá me adelante bastante ya que no bajaba de los ciento cincuenta por hora, me daba igual el color del semáforo, los coches que hubiera, la vida que iba a tener de ahora en adelante, mi banda, me daba igual todo.

Una vez que llegue al aeropuerto me pasaron por la zona vip, aparque junto a la limusina de los reyes y el avión, me baje pero no me desplace a su lado.

- Quiero llevarme mi moto - dije con afirmación no como propuesta.

- No la necesitas, siempre tendrás que ir acompañada por guardias -dijo la reina.

- No los quiero, no los necesito - y era verdad no necesita unos niñeros, me valia por mi misma.

- Lo que la niña diga - dijo el rey antes de meterse dentro del avión sin ganas de discutir o llevarme la contraria.

Unos hombres se llevaron la moto para transportarla en un camión ya que en el avión no cabía, me subí en una zona con dos asiento en la parte de la ventanilla, seguimos esperando a que llegara el príncipe y los guardias, una vez llegaron los guardias se dispersaron por todo el avión aunque no era muy grande, el príncipe se sentó conmigo aunque ni siquiera lo mire, cuando el avión empezaba a volar yo me cuestione unas cuantas preguntas : ¿ por qué mis supuestos padres no me habían dicho nada ? ¿ cómo se suponía que yo iba a ser la futura reina ? ¿ cómo llevaría el país y mi banda a la vez? ¿ cómo seria vivir con Gabi ? ¿ cómo seria mi vida de ahora en adelante ? Y con todas esas preguntas en mi cabeza conseguí dormirme apoyada en la ventanilla.

La hija misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora