54. Yo tengo claro que tu eres lo primero.

3 0 0
                                    

Una vez que Tommy y Mark subieron al loft, primero traían cuatro bolsas con la cena y luego volvieron a bajar a los coches junto a Gabi para poder subir el regalo, no se que es pero se perfectamente que Tommy y Mark están muy fuertes y ya tiene que pesar demasiado cuando también tiene que bajar Gabi, a mi no me han dejado bajar ya que quieren esperar mas la sorpresa, me siento en el sofá, ya que no quieren que baje al garaje, me pongo a mirar el móvil, pasa bastante rato hasta que por fin suben, cada uno lleva una caja enorme y por el metal verde oscuro con las letras negras reconozco que son armas, las dejan encima de la mesa y yo me pongo de pie, me acerco a ellos, la mesa esta llena de las cajas y encima de ellas hay una flor de colores diferentes.

-¿Puedo abrirlas ya?- les digo emocionadas aunque ya se que son armas, pero como a mi me encantan las armas sigo emocionada, Gabi me mira sonriendo con una ternura que me derrite.

-Claro mi niña- me dice y abro las cajas emocionada, al abrirlas veo que no son armas cualquieras, si no que su metal exterior es rojo, siempre me han gustado las armas rojas pero siempre se han quedado como un sueño por cumplir pero esta vez ya que uno de mis pocos sueños se a cumplido, sigo sacando armas de las cajas, todas son rojas, con un brillo especial, hay todo tipo de armas que yo suelo usar, se que es gracias a Mark que se lo habrá chivado pero me parece bien por una parte.

-No puedo aceptarlas, te habrán costado un ojo de la cara, porque yo lo mire y no es nada barato personalizarlas- le digo mirando exclusivamente a Tommy, este sonríe pero yo frunzo el ceño ya que esta no tiene nada de gracioso que se gaste mucho dinero en mi.

-¿Y crees que eso es todo?- se vuelve a reír -también esta esto junto a un reservado en una preciosa discoteca y también vendrá Tatiana- dice extendiéndome una precisa bolsa, la agarro dudosa, dentro hay una caja de tacones negros preciosos, un conjunto de lencería granate, lo miro con el ceño fruncido pero con una mirada de picardía -eso es para que lo utilices con nuestros querido Gabi y no para que lo luzcas en la barra que conste- me dice y yo sigo sacando la ultima cosa que queda en la bolsa antes de contarles la noticia, es un vestido precioso granate, que en la parte de arriba era como un corset y luego es una mini falda que se queda apegada en mis piernas.

-Las cosas de la bolsa si te lo puedo aceptar igual que lo de la discoteca, pero las armas no- y antes de que pueda hablar sigo -y claro que no voy a lucir este conjunto en una barra ya que ahora soy solamente la jefa y no una stripper- les digo con una sonrisa tan grande como la que pusieron ellos al escucharme decir eso, Tommy se acerca a mi cogiéndome en sus brazos.

-Mi niña me encanta que lo hallas dejado, aunque sabes que si no lo hubiese dejado también te habría apoyado y claramente que las armas te las vas a quedar, prácticamente nos has regalado una casa preciosa a nosotros y siempre nos has apoyado en nuestra relación, me has salvado de mi padre, me has dado todo su dinero para que no me quede pobre y me has acogido cuando no tenia nada asi que no me digas ahora que no te puedo regalar quince armas valoradas en mas de medio millón de euros porque no pienso quedármelas- me dice y me quedo sorprendida cuando me a dicho lo que vale, y antes que pueda volver a intentar convencerlo para que no me quede con las armas Mark le pega una colleja desde atrás.

-Nene que no puedes decirle el precio- le regaña Mark y yo miro a Gabi que nos reímos, me bajo de los brazos de Tommy mientras ellos siguen discutiendo sobre lo del dinero, me voy a los brazos de mi precioso Trajecitos.

-¿Porque tu y yo nunca discutimos?- le pregunto con el ceño fruncido mirándolo desde abajo, este se encoje de hombros y se pone a pensar mientras que mira como siguen discutiendo.

-Quizás es por que somos perfectos el uno para el otro- me dice agarrándome de las mejillas y besándome, pongo mis manos en su cintura mientras que profundizamos mas el beso, siento como su lengua poco a poco va entrando en contacto con la mía, noto como un silencio en nuestra casa y eso es raro, parece que Gabi también lo a notado y nos separamos para mirar como nos miran riéndose de nosotros, yo entierro mi cara en el pecho de Gabi mientras que el me abraza riéndose de nosotros, Mark se acerca mi y me agarra cogiéndome como cogen los príncipes a las princesas en las películas de Disney.

La hija misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora