HOME; Tobias Eaton & Peter Hayes.

Capitulo 2

Pov. Bae

— Hace cien años, después de la guerra, nuestros fundadores crearon un sistema que pensaron que evitaría futuros conflictos y establecería la paz. Hoy las pruebas actitud basadas en su personalidad los asignarán a una de las facciones. Aunque pensamos que elegir la facción indicada por su prueba es la mejor manera de asegurar el éxito en el sistema de facciones, tienen el derecho de mañana en la ceremonia de elección, elegir cualquiera de las cinco facciones sin importar el resultado de la prueba. Sin embargo, una vez hecha su elección... No se permitirá ningún cambio —. Comenzó hablar Lyra, la asistente de Jeanine para informarnos.

Estábamos todos reunidos en una sala llena de todo tipo de chicos, cada uno con un estilo muy marcado. Las paredes era blancas en su totalidad acompañadas de un gran ventanal de cristal que dejaba a la vista las calles de erudición. Todos los auxiliares para la prueba eran chicas y mujeres eruditas, cada una vestida pulcramente con sus trajes del correspondiente color azul marino y sus cabellos desde el rubio hasta el cobrizo perfectamente amarrados en chongos altos.

— ¿No te aburre escuchar eso? —. Me preguntó Peter al sentarse a mi lado. El chico seguía con su semblante algo extrañado al igual que su chaqueta térmica blanco con negro (El color de verdad), estaba arrugada, seguramente por recargarse en una de las columnas de la habitación.

— ¿Bromeas?, Yo la ayudé a ensayarlo —. Dije con burla, Peter sonrió con gracia.

— Entonces... ¿Dónde está tu príncipe azul? —. Preguntó mirando al rededor, sus manos apretaron su pantalón mientras sus ojos se entrecerraban en busca de Jason.

Me encogí de hombros sin ganas de hablar de ese tema —. Probablemente salvando a alguna damisela.

Peter y yo nos reímos.

— Seguramente...

— ¿Piensas quedar en verdad? —. Le susurré con curiosidad, Peter era una persona muy espontánea sobre todo, sus acciones siempre me hicieron verlo como alguien creativo y despreocupado.

Ahora el se encogió de hombros —. No soy precisamente bueno en eso de ser honesto y justo —. Me miró con esa mirada que solo Peter podía hacer, llena de altanería —. Probablemente esté buscando ampliar mis opciones.

Nuestra mirada se dirigió a la línea de Osadía cuando este los señaló. Peter, ¿qué...?

— Nunca te imagine ahí —. Dije con sinceridad, mi vista fija en los cabellos trenzados y pintados de colores llamativos, piel llena de tatuajes con pinta de animales que solo había visto en libros de mitología, y un sin fin de ropas negras y rojizas.

— Ni yo a ti —. Susurro de vuelta. Alcé ambas cejas ante la mención y solo lo miré sintiendo como mi cuerpo se erizaba.

— No tienes nada de que preocuparte —. Dije asintiendo con convicción aunque sentí más la respuesta para mi que para Peter. Eso solo e hizo sentir indefenso.

— El problema es que si tengo —. Aseguró.

— Sabes lo que tengo que hacer, no puedo saltar a la deriva —. Fruncí el ceño disconforme con sus palabras y disparates.

— Y no lo harás —. Aseguró—. Lo harás conmigo.

Por un momento, por un mínimo segundo, pude plantearme la idea de Peter y yo eligiendo el camino osado. Pestañee varias veces cuando la idea hizo que mi corazón saltara con emoción.

— No se trata de lo que quiero, lo sabes —. Sujeté las mangas de mi saco con más fuerza, el haberme permitido un pensamiento así me hizo enojar de pronto.

— Bae...

— ¡Peter! —. Lo llamaron en el fondo las voces de Oliver y Nicolas.

— Tengo que irme, es Aaron —. Dijo levantándose a regaña dientes —. No hemos terminado de hablar —. Me apunto con su dedo índice.