HOME; Tobias Eaton & Peter Hayes.

Capitulo 3

Pov.Bae

El día de la prueba.

Todo el día fue un completo caos; desde los constantes roces con mi familia, hasta la extraña actitud de Soojin.

Mi familia y yo nos despedimos bastante rápido, un pequeño abrazo y un te quiero por ambas partes alternas para cada uno.

Madre antes de salir me había susurrado los miles de motivos por que era necesario que nos quedaremos todos juntos y que no fuera capaz de arruinar mi futuro.

Para ese entonces yo ya era un manojo de nervios y con el pulso a mil.

Cuando terminamos de arreglarnos bajamos hasta encontramos con el auto de Jeanine la cuál nos había mandado a Soojin y a mi una larga carta escrita a mano acerca de lo orgullosa que estaba de nosotros y que esperaba que tomáramos la mejor desición para ambos.

Esas palabras fueron mis únicos consuelos hasta que el auto se detuvo en el gran edifico predilecto para las elecciones de facciones.

Habían tantas personas que tuvimos que entrar por detrás. Subimos escaleras y terminamos por reunirnos con Jeanine en el auditorio donde nos felicitó por el día de la elección y nos pidió que la siguiéramos para mostrarnos nuestros asientos.
Jeanine estaba señalando los de la fila de enfrente de Erudición diciendo que nos había conseguido los mejores.

De pronto un pequeño grupo de cabecitas castañas y ropas grisaceas atravesaron nuestro camino.

— Buen día Jeanine —. Saludo Andrew, la mano derecha de Marcus.

Mis padres hicieron una ligera reverencia cuando estos también los saludaron desinteresadamente.

— Buen día Andrew —. Respondió cortésmente Jeanine —. Y... ¿Cómo se encuentra Marcus?

— Tan bien como es de esperarse —. Contesto con un deje de sarcasmo que me resultó extrañamente irritante.

Fruncí el ceño.

— Claro, hay que averiguar quién inició los rumores —. Dijo Jeanine con convicción.

— Creó que todos sabemos quién es —. Contesto la mujer al lado del canoso e incómodo Andrew.

Jeanine se tenso por un momento al igual que mis padres.

— Les prometo que si fue alguien de erudición —. Dijo mirándolos con un deje de superioridad —. Lo averiguaré.

Se giro por un momento hasta dar con los chicos que se hallaban escondidos tras sus padres —. ¿Son sus hijos? —. Preguntó con una sonrisa igualmente desinteresada. Por pura cortesía.

Sonreí a mis adentros.

— No tenía idea de que elegirán hoy —. Refutó Jeanine mientras abría su carpeta de papeles llenos de los datos y nombres de los eruditos a elección en caso de algún desertor —. ¿Cómo se llaman? —. Paso la pila de papeles hacia mi padre quien se giro y se dispuso a terminar de arreglarlos

Era un insulto para nosotros tener papeleo desordenado.

— Mucho gusto, me llamo Caleb —. Se presentó educadamente el chico alto y castaño.

— Mucho gusto —. Jeanine estrechó su mano y se giro hacia la montaña de cabellos rubios escondidos por el hombro de su supuesta progenitora —. ¿Y tú eres...?

La chica por fin se dió a conocer. Vaya sorpresa que me llevé al reconocer esa afilada nariz y fríos ojos. Era Beatriz, si mi memoria no me fallaba.

La chica pareció reconocerme pero igual siguió con su semblante alerta, como si esperara algo.