Chapitre 9 | Une Vérité

551 33 10
                                    


-¿Me vas a decir por qué has estado llorando toda la mañana sólo acá arriba? -me seque rápidamente las lágrimas con la manga del suéter, me giré al otro lado para que no viera mi cara, quizá aún pudiera mentir sobre mi llanto.

-No he estado ¡poop poop! llorando.

-Claro, y yo no digo mentiras. ¿Qué sucede, Ji? -solté el humo que tenía en mi boca hacia otro lado y apagué el cigarro en mi mano.

-Nada, sólo sucedió algo sin importancia, eso es todo -Sunoo se veía molesto, suspiré pesado y volví la vista al atardecer-. Me enteré de un par de cosas esta semana, sólo no han sido buenos días, Sunoo, eso es todo.

-Ji, sabes que eres mi amigo, confío en ti y sé que estarás bien, pero estabas teniendo una buena racha, ¿qué te suc-

-¡Nada, Sunoo, Nada me pasa! -lo miré con rabia, él no tenía la culpa por lo que me pasaba-. Song me está engañando con una de las chicas del burdel y además está traicionando al bando. Él fue el causante del ataque en la mansión de Chan, y aunque quisiera terminarlo ahora mismo tengo que estar con él fingiendo que todo está bien y que no está pasando nada aún cuando es más que claro que nada está bien con él... además, el doctor Shin dijo que yo no tenía vocación para ser doctor y me puso un nueve. Ah, y por si fuera poco me dispararon el jueves pasado, ¿Algo más que se me esté olvidando? Ah, sí, conocí a un chico y al parecer me tiene más atado del cuello de lo que yo pensaba tenerlo a él. Sí, definitivamente no es nada, Sunoo.

El silencio se apoderó de ambos y la tensión se podía cortar con tijeras, hice un leve ruido gracias a uno de mis tics sonoros. A veces las acciones cuentan más que las palabras, y a a pesar de que las palabras son nuestra forma de comunicar más fácil nuestras emociones, un gesto dice más que mil palabras. Sus brazos me acogieron entre los suyos fundiendo me en un cálido y protector abrazo. Yo no rebazaba el metro setenta, pero el muchacho de escasos meses menor que yo era lo bastante alto como para poder lograr que mi cabeza descansara en el espacio entre su cuello y hombro.

-Estoy bien, Sunoo, en serio no te tienes que preocupar por mí.

-Me preocuparé por ti toda la vida por qué soy tu amigo, y para mí eres mi hermano, te adoro, Hyung. Y aunque sé que nunca dirás qué estás mal, aquí estaré para escucharte hablar toda la vida de lo que te pesa. Puedes confiar y apoyarte en mí -mis ojos reaccionaron solos y dos pequeñas cascadas incontrolables comenzaron a salir de ellos. ¿Podía culparlas por ello? No, ellas tenían derecho de salir después de nunca hacerlo cuando debieron hacerlo.

-Es solo que... Creí que Kang era el indicado para mí, creí que lo hacía por amor y al parecer lo hacía por dinero. Creí que podría suceder algo más.

-Lo sé, lo sé, puedes llorar todo lo que quieras, Jisunggie. Acá estás seguro conmigo -acarició mi cabeza igual que como mi nana lo hacía. Cerré los ojos y me aferré a su torso, los pensamientos invadieron mi cabeza, no era un mártir, pero sabía jugar bien al papel de víctima, y muchas veces me sentía incluso más cómodo en él.

-Creí que está vez sí estaba cambiando, en serio creí que lo hacía por mí.

-Jisung, te lo dije. Kang no cambia por otra cosa que no sea de su interés, y aunque suene cruel, tú no le intersabas. Puedes llorar todo lo que quieras por el infierno que estás pasando, pero si no renacerás de entre las cenizas como un ave fénix, lo mínimo que puedes hacer es entrar a ese infierno y demostrarle quién manda ahí. Demuestra que conoces el lugar y que ese es terreno -sentenció con esa voz tan melodiosa y a la vez afilada que tanto le caracterizaba, me sonrió con simpatía y limpió mis lágrimas-. No te diría nada de esto, si no supiera que convertirás todas estas palabras y las transformaras en el motor de tu nueva venganza. Saca toda la ira que acumulaste en el último año y dale una patada en la entrepierna de mi parte, el tipo es un asco y siempre lo fue conmigo.

Hide & Seek | Minsung AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora