Chapitre 2 | Chasse

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Llevaba cerca de cinco minutos siguiendo lo por las calles de Seul

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Llevaba cerca de cinco minutos siguiendo lo por las calles de Seul. Había avanzado lo suficiente para alejarse de las personas que vagaban por los callejones, algo poco común ya que sea de día o de noche, este barrio tenía fama de ser peligroso.

Hacía muchos años esta zona era un zona llena de vida, era un barrio humilde que se regocijaba con la alegría y el optimismo de las mismas personas que vivían en los departamentos del lugar.
Cuando era pequeño, la nana me llevaba a este lugar a comprar los ingredientes para la cena, normalmente en los puestos de frutas y verduras se podían hallar buenos precios y a gente muy amable que te ayudaba en lo que necesitaras.

El objetivo dió una última vuelta en un callejón, al final de este se abría la avenida principal, tenía que evitar que  llegara al final del callejón, sinó no podría concluir el trabajo.
Corrí hasta alcanzarlo, el hombre se giró y levantó sus brazos, estaba atrapado y lo sabía. Apunté el arma hacia él, la idea era sacar una última información, su destino estaba firmado, pero necesitaba saber una última cosa.

—¡Espera por favor. Tengo hijos, no puedo dejarlos así, ellos necesitan a su padre en su vida! —era curiosa la idea de que un hijo necesitaba a su padre en su vida, el mío sólo me había traído más problemas de los que hubiera deseado, y estaba seguro que en los pasos en los que estaba el señor Yang, los jóvenes Yang también tendrían problemas por su culpa— ¡Haré lo que quieras, pero por favor, no lo hagas!

— ¿Qué sabes sobre el robo a Jeon Technologies? ¿Qué sabes sobre la tarjeta madre? ¿Hacia donde llevaron los químicos que se robaron? ¿Quiénes están atrás de todo esto?

— No sé nada, ¡lo juro! A mí me pagaron para llevarlos y traerlos, yo era el encargado de darles mano de obra. Me pagaron para que no dijera nada pero yo no sabía qué era lo que robarían, ellos solo me dieron direcciones y ya, no sé quiénes eran, ellos usaban seudónimos y no decían nombres. Los químicos fueron llevados a una bodega a las afueras de la ciudad, cerca de el aeropuerto y la plaza abandonada.

—Entiendo... —este hombre era buscado por una infinidad de casos de acoso en la industria, era CEO de una empresa de entretenimiento que se encargaba de atraer a gente con sueños a base de engaños y en el mejor de los casos solo les robaba su dinero o hacía comentarios sexuales en tu presencia. Tenía cientos de cargos por acoso y violaciones a actrices y modelos que intentaban llegar con él para ganar dinero—. En ese caso sólo me qued-

— ¡Papá! —levanté la mirada; un joven de cabello negro, ojos brillosos y mejillas abultadas se encontraba al final del callejón bajando de una camioneta negra. Corría riesgo si seguía esperando a que algo más sucediera; apunté el arma y disparé en la frente al hombre que se hayan frente mío. Guardé el arma en la chaqueta y me regresé por el callejón. Antes de irme miré una última vez al chico que estaba ahí, sus ojos se volvieron negros y afilados al verme, hicimos contacto visual antes de desaparecer entre la multitud que había en el pequeño mercado.

Hide & Seek | Minsung AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora