[Esto fué lo que pasó en el especial del 14 de febrero pero desde la perspectiva del Minsung. Espero lo disfruten ^^]
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—Agh~... —mi mano subía y bajaba por mi miembro lentamente. Mi laptop se encontraba frente mío reproduciendo aquel escandaloso video, en mis audífonos podía escuchar los gemidos de la chica siendo tomada por el apuesto y alto chico que arremetía una y otra vez contra ella. Mis gemidos poco a poco comenzaron a hacerse más audibles, y con ello, mi erección.
Comenzaba a sentir la oxitocina recorriendo cada parte de mi torrente sanguíneo, mi cuerpo reacciona como un animal en celo ante el placer que poco a poco sentía. Mi mano acariciaba de nueva cuenta el glande y se paseaba por todo el tronco. Era la tercera vez que me masturbaba en el día, no tenía un mejor plan; Kang me había dejado solo desde hacía días, no voy a fingir no saber por qué me había abandonado, era casi obvio: había visto a su prometido cogiendo con otro chico en la cama de su padre. Tal vez si se hubiera tratado de mí, lo habría perdonado en un par de horas, pero era Song Kang, eso era una forma de herir su orgullo y por ende, la peor traición que pude haber cometido.
Estaba tan concentrado en mí y mis audífonos, que había tardado un buen tiempo en escuchar el golpeteo en la puerta. Aventé mis audífonos leja de mí y cerré de golpe la laptop, acomodé mi ropa y me subí el short para poder abrir la puerta.
Corrí al monitor cerca de la puerta y miré quién demonios era el imbécil que se atrevía a seguir tocando la puerta como desquiciado.
Una sonrisa escapó de mis labios al ver de quién se trataba. Apreté el botón y desbloqueé la puerta dejando pasar al invitado. En una de sus manos tenía una bolsa negra al lado de una bolsa de papel, en la otra tenía una bolsa con el logo de lo que reconocía era el restaurante de kimbap de la esquina y varias botellas de soju de la tienda de conveniencia de enfrente.—Hey... N-no esperaba tu ¡pop pop pop! visita. ¿Q-qué necesitas, Minho?
—Creo que el que necesita más ayuda eres tú. ¿No te duele? Esa erección se ve grande.Con mi mano tapé mi entrepierna. Me miré por el espejo al final del pasillo: mi cabello estaba desordenado, mis shorts estaban mal puestos, la camiseta se veía manchada gracias al desayuno de hace unas horas y mi cabello estaba alborotado y enredado en algunas partes.
—Traje un par de cosas para divertirnos y pasar un buen 14 de febrero. Digo, es lo mínimo que puedo hacer después de arruinar tu matrimonio fallido.
—No estamos casados... ¡Koki Koki! no aún. ¿Qué trajiste?
—¿Quieres beber alcohol y comer kimbap ahora o quieres saber qué hay en las otras bolsas?
—Me aterra sabe- ¡Idiota! qué es lo que hay en las otras bolsas —me acerqué a la isla de la cocina en donde se encontraba Minho recargado, mostrándome las dos opciones y claro, sin dejarme espiar cuál era la segunda opción—. Bien, no tengo ganas de llorar gracias al soju, enséñame lo que hay en las otras bolsas.El rostro de Minho se iluminó, me empujó el par de bolsas cerca mío. Miré dentro de la bolsa negra que parecía estar más llena. Me quedé callado unos segundos y miré en dirección a donde estaba MinHo, se veía tranquilo y la risa burlona en su rostro no se quitaba.
—¿Q-qué es esto, Min? —la bolsa estaba llena de cuerdas, había una pequeña caja blanca y larga con cubierta de papel al fondo, había un bote de lubricante blanco que asemejaba al semen, un par de correas que inmovilizaban tus manos y pies, y abajo de esos estaba una mordaza de cuero diferente a las convencionales, esta tenía un fino y largo hueso blanco de silicón al frente que se colocaba en la boca. Miré de reojo la última bolsa y saqué la única caja que había en este. Reconocí al instante el dildo negro que estaba frente a mí, sin poder ocultarlo una enorme carcajada salió de mi boca. De este, salía una válvula que se conectaba a una manguera e inflaba el dildo mientras más lo presionas, similar al mecanismo del baumanómetro que utilizaba en la escuela para medir la presión cardíaca de mis compañeros, al parecer este incluía un vibrador dentro del propio dildo, Kang me había dicho muchas veces sobre probar algo así pero siempre ignoraba sus propuestas. Abrí la caja blanca que había dejado de la otra bolsa y saqué su contenido. Era un dilatador para el pene, fino en el inicio y comenzaba a hacerce más grueso conforme se acercaba a la argolla que quedaba fuera del miembro.
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Hide & Seek | Minsung AU
Acción「 ❝ Cuando te vi, me enamoré; y tú sonreíste porque lo sabías. ❞ 」 -Romeo y Julieta | William Shakespeare ‹ ∅ ┊ Corea ha sufrido de un incremento de asaltos, robos, secuestros y asesinatos durante los últimos años; la gente teme salir de sus casas...