CAPÍTULO VI: BRUJO MAESTRO

68 29 53
                                    

POV DE LAZARUS IRWIN:

Después de haber viajado casi toda la noche corriendo y siguiendo pistas, no había conseguido nada relevante, los rastros me indicaban lo mismo, alguien aparte de mí había pasado por aquí antes en busca del licántropo, había probado su sangre tal como lo indicaban las huellas en aquel charco, los oscuros recuerdos de mi pasado invadían mi mente cada vez que daba un paso, no soportaba ver a la gente a mi alrededor muerta y devastada, ese día del año 1912 el pueblo de Cork en mi natal Irlanda por poco pasa a ser un  simple pueblo fantasma.

 Desgraciadamente había sido el único que sobrevivió, luego de despertarme sin sentir una pizca de dolor, tristeza o alguna clase de emoción, entonces ahí comprendí que había dejado atrás mi vida humana y normal como miembro de la orden Magistrav para pasar a ser lo que soy y seré hasta el día de mi muerte: Un Nosferatu dotado con habilidades mágicas, insensible y que solo tiene un propósito en mente; buscar y vengar a los de mi pueblo, no sería un viaje medianamente sencillo, ahora tengo que lidiar con lo que me agobia, estoy seguro que es ese malnacido de los infiernos o sabrán los dioses de donde, aquel que se hace llamar Brujo Maestro

 Pero no solo tengo que lidiar con eso, con mi sentido agudizado del oído escuchaba los rumores que habían acerca del cazarrecompensas (que al final deduje que era él el que estaba tras las pistas), los rumores del hombre lobo y los de la desaparición de un miembro de un poderoso escuadrón que trabajaba para el Todopoderoso, las cosas estaban peor de lo que imaginé, ¿Qué sería de mí?, debería andarme con cuidado, agudizar más mis sentidos  y no morir en el intento.

-No puedes huir de mí,  Duque Lazarus Irwin-. Apreté mis ojos mientras gruñía, de nuevo estaba él atormentándome, decidí centrar mi magia interna, usaría "mi bestia" y magia interna para hacerle frente, el muy hijo de puta antes tenía el cinismo de reírse.

-No, hace mucho dejé de ser el Duque Lazarus, de hecho nunca lo fui, ahora solo soy Lazarus Conan Irwin y...-.

-No hijo de la noche, tal vez para ellos dejaste de serlo y tu creas que no mereces ese título, pero te equivocas-. Me cogió algo desprevenido, ¿Así que sabía lo que había hecho con sus secuaces?, de nuevo adopté una postura seria y decidida, ¿Hijo de la noche?, sutilmente me había dicho hijo o servidor de Satán, sentía como la sangre comenzaba a hervir dentro de mí. -Para mí aún sigues conservando tu título, además no puedes negar tu destino-.

-Solo tengo un destino, y ese es vengar el pueblo de Cork-. De nuevo el maldito se burló de mi, no aguantaba más, sentía como mis colmillos se hacían más prominentes, debía recordar lo que me dijo Nessa, no dejaría que ese bastardo se saliera con la suya. -No solo tengo  que vengar la muerte de mis seres queridos, tengo que vengarme a mí mismo-.

-Ay Duque Irwin-. Dijo esa voz, a mi mente acudía la imagen de alguien sentado en posición de Buda dentro de una cueva, vestido con ropa entre roja y café, parecía una armadura, tenía una capa roja algo rasgada, un bastón y un casco con cuernos,  gruñí mostrando mis colmillos y apretando los puños ante la imagen mental, me daba asco siquiera imaginarlo. -¿No te das cuenta de lo que te estoy  ofreciendo?, Podrías ser el Nosferatu más poderoso de toda Irlanda, incluso podrías ser el Nosferatu más poderoso que haya existido nunca, juntos podremos hacer cosas maravillosas, derrotar a los Werewolves, cazar a los mundanos y así solo viviría la raza pura-.

-¡No es cierto!, solo quieres que me una a ti para satisfacer tus nefastas necesidades, eres vil y cruel, solo quieres tener un ejercito de no vivos chupa sangre para ayudar a alguien externo a tener control mundial-. ¿Raza pura?, ¿Quién se cree, Hitler?, no estaba a favor de ningún bando, pero me parecía absurda esa idea.

-Eres algo necio y torpe Lazarus, pensaba que podías ser uno de mis mejores Duques, incluso pensé que podrías ser el gran Conde Irwin-. Vi como cambió de posición apuntando con su bastón al frente, unos murciélagos comenzaron a acercarse a él para luego convertirse en personas de mi misma especie, Nosferatus, apreté con más fuerza las espadas. -Aún puedes hacerlo Lazarus, déjame ilustrarte más que esos asquerosos mundanos...-.

EMBLM- LIBRO 2 / EL ATAQUE DE LOS MUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora