EMBLM- LIBRO 2 / EL ATAQUE DE LOS MUNDOS

CAPÍTULO XVII: HOLA DE NUEVO, RAMSEY

MANSIÓN DE CROWLEY AZKA:

El trío de Cassius, acompañados por Crowley ya habían aterrizado en el patio de la mansión de Ramsey, Crowley había sido el primero en bajarse del lomo de Falkor para saludar a su hijo, este vestía una camisa gris de mangas cortas, un pantalón color madera y unas botas negras, llevaba su camisa abotonada a excepción de los tres primeros botones, dejando ver así la runa de protección que llevaba en el pecho y por primera vez llevaba el cabello recogido en una coleta; Ramsey levantó la vista para ver a su padre dejando de recoger troncos para la chimenea, su cara cambió de inmediato a una de duda, se dieron un abrazo pero el semblante de Ramsey seguía igual.

-Ramsey he vuelto-. Se soltó del abrazo para verlo señalando las lejanas figuras de los acompañantes de su padre, lo miró con duda señalando a las figuras. -Tranquilo son conocidos Ramsey, además de que te tengo una sorpresa-. Ante eso Ramsey comenzó a caminar más hacia el grupo.

 Nessa que se había bajado de Falkor y comenzaba a caminar hacia ellos dos volteó a verlo, en ese instante sus miradas se cruzaron y el tiempo se pausó para ellos, inmediatamente Nessa salió corriendo hacia él y lo tacleó con un abrazo casi botándolo al suelo, Ramsey quedó un poco desconcertado antes de corresponder el abrazo y aprisionarla más hacia él, asegurándose que no se iba a ir jamás, Crowley los miraba con felicidad porque sabía que ellos dos tenían una relación bastante cercana, por otro lado Zowie y Mercy los miraban sin saber qué decir, aunque Zowie los miraba con algo de enojo, Mercy aguantaba las ganas de reírse, de haber hecho una apuesta, Zowie tendría que darle 100 libras esterlinas.

-¿Celoso Zowie?-. Le preguntó Mercy poniendo una mano en el hombro de su amigo mientras sonreía, era cuestión de tiempo para que Zowie se diera cuenta de que Mercy tenía razón sobre de que a él le gustaba Nessa, también era tiempo de que se lo dijera.

-Claro que no-.

-Si no estás celoso-. Le señaló las manos antes de quitarse un poco de nieve que tenía en su ropa y se le acercaba al oído. -¿Por qué estás creando pequeños copos de nieve mientras tienes las manos en puño y el entrecejo fruncido, eh?-. Inmediatamente Zowie se miró las manos antes de sacudirlas y cruzarse de brazos, tratando de disimular los sentimientos de celos y rabia en su interior, Mercy sonrío de lado antes de quitarse sus lentes de sol y guardarlos en el bolsillo interno de su chaqueta. 

-Eso no es nada-.

-¿Cuánto tiempo más vas a guardártelo?-. Le preguntó antes de seguir a Crowley al interior la mini mansión, rodando los ojos y algo fastidiado Zowie lo siguió mientras que Nessa y Ramsey seguían abrazados, se separaron para verse y como era de esperar Nessa tenía lágrimas, Ramsey la tomó del rostro para limpiar sus lágrimas con sus pulgares, depositar un beso en su frente y sonreírle, sí que la extrañaba y quería asegurase de que no fuera un sueño.

-Creí que estabas muerto Ramsey-. Le confesó Nessa jugando con el collar que le había regalado, de nuevo él la atrajo hacia él para darle un abrazo, sintiéndose en paz, ella cerró los ojos hundiéndose más en su pecho y después se separaron para mirase a los ojos, él también estaba llorando, pero de felicidad. -Cuando encontré tu cabaña, me temí lo peor-.

-Pequeña, tuve que hacerlo porque no voy a volver a ese lugar-. La tomó de la mano antes de inclinarse un poco a su altura y acomodar un mechón detrás de su oreja, para Ramsey este momento significaba la verdadera felicidad, "No quiero que este momento se acabe", pensó internamente, bajó la mirada antes de decir. - Perdóname pequeña-.

-¿Por qué debería perdonarte?-.

-Por haber sido un cobarde, debí haberte acompañado a buscar a tu padre-. Lo decía de verdad, ese tiempo que estuvo solo extrañándola lo hizo darse cuenta de que esconderse en ese lugar no lo ayudaría de mucho y de que en algún momento esto pasaría, también se dio cuenta de que esconderse para siempre no era la mejor solución. -Si tienes alguna aventura, iré contigo y estaré allí para ti, te lo aseguro-.