¿Debería dejar a Yibo hablar?
Joder Zhan, ésto no es una novela romántica, simplemente escúchalo. Se decía Zhan a sí mismo.
Zhan asintió sin decir palabra alguna.
- Y-yo...Lo siento, demasiado, me altere mucho antes, hable un poco con Cheng y me ayudo a darme cuenta de que lo arruine, es sólo que, yo...estaba... - Yibo paro de hablar, aún con su frente pegada al hombro de Zhan.
- ¿Tu estabas...? - Pregunto Zhan indicandole que prosiguiera.
- Estaba preocupado por ti, Zhan, por qué te pasara algo - Susurro lentamente cada palabra, logrando que hiciera eco cada una en la mente de Zhan.
¿Preocupado? ¿Por mi? Se pregunto Zhan aún sin poder creerlo.
Se giro, haciendo que Yibo se separase de el menor y bajara la cabeza por la vergüenza.
Yibo no estaba acostumbrado a pedir disculpas ni a agradecer, pero sabía perfectamente que en esos momentos era necesario.
- Está bien - Dijo Zhan jugando con sus pequeñas manos, las cuales estaban en su espalda, escondidas - Acepto tus disculpas sólo por qué me sorprendieron tus palabras - Dijo cruzando sus brazos y girando su cabeza - Pero aún sigo triste - Bromeó.
Yibo soltó una pequeña risa y se acerco a Zhan, atrayendolo hacia su fuerte pecho, mientras acariciaba su cabeza lentamente.
Zhan abrió sus ojos sin poder creer lo que estaba sucediendo.
¿El frío y distante Wang Yibo, quién lo odiaba al inicio, lo estaba abrazando tan tiernamente?
Zhan envolvió a Yibo un abrazo de la misma forma, con algo de temor.
- V-vaya, ¿Wang Yibo abrazándome? - Rió Zhan tratando de aligerar el ambiente, el cual se había tornado algo incómodo.
- Cállate o harás que me arrepienta de todo lo que dije hasta ahora - Dijo Yibo con voz seria, aún así, una pequeña sonrisa se asomaba por sus labios.
- ¡No puedes arrepentirte! - Dijo Zhan riendo, llenandole a Yibo el corazón de alegría.
•••
- ¿Cómo...era tu vida antes de ésto? - Pregunto Zhan apoyando su cabeza en las piernas de Yibo.
Ambos chicos en la azotea del edificio en el que se encontraban viviendo, las estrellas de la noche iluminando sus rostros.
- ¿Te refieres a mi personalidad? Quieres saber por qué soy como soy, ¿No es así? - Pregunto Yibo mirando las estrellas, intentando que su voz sonase lo más tranquila posible.
- S-si, lo siento - Dijo Zhan de forma tímida, imitando la acción de Yibo, observando las estrellas de la misma manera.
Yibo suspiro y asintió.
- Supongo que a ti puedo contartelo, tus encantos me convencen - Dijo quitando un mechón de pelo de la cara de Zhan.
Zhan se sonrojo y sonrió.
- Yo ya era de ésta forma antes de que todo pasara ¿Sabes? - Dijo Yibo mirando las estrellas de nuevo - Sólo era más amable, y no me daba miedo mostrar mi cariño, pero desde ese día... - Yibo hizo una pausa, tragando saliva.
Zhan miro a Yibo, leyendo sus expresiones.
- Si es imposible para ti hablar sobre eso, está bien, no es necesario - Dijo Zhan acariciando la pierna de Yibo mientras dibujaba cosas imaginarias.
Yibo negó.
- Te lo contare todo, puede que no volvamos a tener estos momentos tan tranquilos.
Zhan asintió, aún acariciando la pierna de Yibo.
- El día en el que el virus llegó hasta aquí, estaba con mi familia haciendo un picnic tranquilo cerca del río Hai - Dijo Yibo recordando esos momentos mientras sonreía - Era un día soleado, los pájaros cantaban muy bonito, y estar con mi familia de esa forma me daba mucha tranquilidad.
Zhan observaba a Yibo mientras hablaba, la forma en que brillaban los ojos del mayor era impresionante.
Nunca había visto a Yibo de esa forma desde que habían llegado, sus ojos nunca habían brillado tanto como en ese momento.
- Pero, de repente, la gente comenzo a correr de un lado a otro y a gritar de dolor, había sangre por todos lados, mis hermanos menores y yo no sabíamos que hacer, estábamos en un lugar público y al aire, cualquier persona podía acercarse a nosotros...Así que, una persona corrió hacia nosotros... - Dijo Yibo suavemente.
- Esa cosa que creíamos que era persona, era un zombie, quién se acerco a morder a mi madre primero...después siguió mi padre y al final mis hermanos, lo último que mi mamá dijo fue "Corran".
Lo único que pude hacer fue mirar espantado, ni siquiera trate de luchar por la vida de mis pequeños hermanos y simplemente huí. Corrí, y corrí tan lejos como pude, al final topandome con Cheng y los demás, desmayandome al final.A Zhan se le acumulaban las lágrimas al escuchar la historia de Yibo, quién iba perdiendo el brillo en sus ojos mientras más hablaba.
- Ellos me trajeron a éste lugar, cuidaron de mi a pesar que nunca les conté lo que paso y se quedaron conmigo hasta ahora - Dijo Yibo dirigiendo su mirada a Zhan, quién sólo lloraba en silencio.
Sentía dolor y desesperación al no poder hacer nada.
- De verdad sufriste...mucho... - Decía Zhan aún acariciando la pierna de Yibo.
Yibo levanto a Zhan y seco sus lágrimas.
El menor de ambos abrazo a Yibo, recargando la cabeza del mayor en su pecho mientas lo acariciaba.
- Puedes desahogarte aquí, conmigo, ahora y siempre - Susurro Zhan abrazando fuertemente a Yibo.
Wang comenzo a derramar sus lágrimas, después de todo, la muerte de su familia había pasado hace una semana atrás.
Realmente intentaba mostrarse fuerte ante Zhan, pero en esos momentos le era imposible.
Después de eso, decidieron irse a dormir, juntos, a petición de Yibo ya que le causaba temor despertar Zhan a su lado.
El mayor dijo que sentiría que todo fue un sueño si no despertaba a su lado.
Al despertar, Hao Xuan entro corriendo a la habitación de Wang y Zhan, agitado y sudando al máximo.
Yibo se paro de la cama rápidamente y miro a Hao Xuan.
- ¿Qué sucede ahí afuera? ¿Por qué tanto grito? - Pregunto Yibo mirando a Hao Xuan.
- Zombies... - Dijo tratando de recuperar el aire - Entraron al edificio - Dijo Hao Xuan con lágrimas en los ojos - Tenemos que reunirnos con Cheng lo más rápido posible con todas las armas que tengamos a nuestra disposición, despierta a Zhan rápidamente, tenemos que cuidar de Han también.
Hao Xuan salió corriendo de nuevo en dirección a su habitación con Ji Yang para alistarse.
No puede ser...Pensó Yibo.
- ¿Por qué ahora?

ESTÁS LEYENDO
SURVIVING
RandomXiao Zhan, totalmente sólo, sin compañía y desamparado en las calles de Beijing, sin saber qué hacer, a dónde ir, dónde refugiarse. Esperar su salvación, esperar su muerte, esperar noticias o simplemente no esperar nada, sin un rayo de esperanza. ...