- Yibo - Zhan movió el cuerpo de Yibo lentamente intentando despertarlo.
Llevaban días durmiendo juntos en la misma cama, no les molestaba y les agradaba sentir el calor del otro.
Yibo solía tener pesadillas muy seguido, por lo que Zhan pensó que también le serviría mucho al mayor para tranquilizarse y hacerle saber que no estaba sólo.
Pero esa noche, Zhan decidió interrumpir los tranquilos sueños de Yibo debido al sonido de un helicóptero.
- ¿Qué sucede? - Yibo se sento en la cama rápidamente preocupado por el menor.
- Escucha.
Yibo miró hacia afuera observando una luz brillante que provenía del cielo, en el cual había un gran helicóptero alejándose cada vez más de dónde se encontraban.
- Joder - Yibo se coloco una chaqueta y corrió a la azotea, intentando mirar mejor el helicóptero, quien ya había desaparecido para ese entonces - ¡Mierda!
Zhan corrió detrás de Yibo hasta llegar a su lado.
- Se fué - Dijo Yibo colocando sus manos en el barandal con la cabeza inclinada hacia el suelo.
Zhan suspiro y sonrió débilmente acercándose a Yibo por detrás para después pasar sus pequeñas y delicadas manos por la cintura de Yibo, intentando calmarlo.
Yibo se aparto bruscamente, sin la intención de herir los sentimientos de Zhan, dándose cuenta de que ya era muy tarde.
- Yo...
- Está bien, no pasa nada - Dijo Zhan bajando sus manos dejándolas a un lado de sus caderas, algo desanimado.
- Lo siento, Zhan - Yibo bajo de nuevo y se dirigió al cuarto que dejaban libre en la casa.
Necesitaba pensar en algo, algún plan que los ayudase a todos a salir de ahí de una buena vez, necesitaba idear algo que de verdad funcionara y no fallara durante la misión.
No dejaría que alguien más muriese.
Sus pesadillas se basaban en eso, gente a su alrededor muriendo lentamente mientras que el se quedaba estático sin poder hacer nada más que mirar, con un inmenso dolor en su pecho.
Y las lágrimas comenzaron a brotar, lo único que se escuchaba en el silencio de la noche eran sus sollozos, el aire comenzaba a faltarle y sus ojos estaban acuosos debido a las lágrimas.
Lo único que pensó fué "Zhan".
Su lugar seguro era Zhan y lo sabía, lo necesitaba en esos momentos, pero el mismo lo había apartado momentos atrás.
Yibo se dirigió a la puerta del cuarto en el que se encontraba y la abrió con intención de subir las escaleras e ir a hablar con Zhan.
El era su oxígeno y lo necesitaba.
Al momento de abrir la puerta, Zhan se encontraba del otro lado con pequeñas lágrimas resbalando por sus mejillas.
Le dolía escuchar y ver a Yibo de esa forma.
- Zh...an - Yibo hablaba con dificultad y respiraba pesadamente, solo quería dejarse caer en los brazos de Zhan y quedarse profundamente dormido.
- Ven acá - Dijo Zhan abriendo sus brazos estirandolos en dirección al mayor.
Sin esperar ni un segundo más, Yibo abrazó fuertemente a Zhan soltando todas sus emociones mediante grandes lágrimas, las cuáles se desvanecían en la playera color amarilla que Zhan llevaba puesta.
El menor acariciaba suavemente la nuca de Yibo, sintiendo como se tranquilizaba al instante, dándole una señal de que estaba haciendo lo correcto.
Zhan tomó a Yibo de la mano y subieron las escaleras juntos hasta llegar a la habitación que compartían.
Yibo se recostó sobre el pecho de Zhan, dejando que el menor lo acariciara justo como el sabía hacerlo.
- Perdóname Zhan, estoy siendo muy inmaduro, pero realmente no puedo más.
Zhan beso la cabeza de Yibo con suavidad y asintió.
- Lo sé, A-Yi, estás a salvo conmigo, no te preocupes más, estamos juntos en ésto.
- Zhan.
- ¿Mhm?
- Te amo - Dijo Yibo claramente, ésta vez si ninguna vergüenza ni pena de por medio - Te amo tanto - Yibo se acurrucó en el pecho del menor aún sollozando.
- También te amo, Wang Yibo, en ésta y en muchas vidas más - Dijo Zhan besando la frente del mayor - En cualquier vida te amaré y te encontraré.
Y con éstas últimas palabras, ambos quedaron totalmente dormidos sin separarse ni un segundo el uno del otro por el resto de la noche.
Al día siguiente, Yibo les contó a todos los presentes el plan que llegó a idear la noche anterior, el cual todos aceptaron y estuvieron de acuerdo.
El plan se basaba en salir de esa casa y caminar cuatro kilómetros al norte de dónde se encontraban con mucho sigilo y estrategia.
- La supuesta base se encuentra justo antes de cruzar hacia Chongqing, el cual está totalmente libre de zombies, pero con gente herida y algunos fallecidos - Dijo Hai Kuan señalando un mapa de la ciudad.
- Gracias al cielo estamos cerca de la base, así que podríamos llegar sin problema alguno - Dijo Cheng tomando su mochila.
- Entonces ¿De verdad vamos a irnos en éste momento?
Hai Kuan asintió mientras Hao Xuan y Wen Han subían las escaleras para empacar sus cosas.
- Guarden sólo lo necesario, y botes de agua para el camino, cuatro kilómetros no es poco.
Zhan asintió subiendo las escaleras junto a Yibo, dirigiéndose a la habitación que compartían.
- Estás nervioso, ¿Cierto? - Pregunto Yibo mirando las manos de Zhan.
El menor negó con su cabeza, claramente temblando mientras guardaba ciertas prendas en su mochila.
Yibo beso suavemente la cabeza de Zhan y se acerco a su oído.
- No te preocupes bonito, todo va a estar bien, estoy contigo - Susurro Yibo para después restregar su nariz contra la delicada oreja de Zhan, a quien le dieron escalofríos debido al inesperado contacto.
- Gracias, Yibo - Susurro Zhan mirando al contrario a los ojos antes de depositar un caso beso en sus delgados y brillantes labios, los cuales lo recibieron con gusto y encanto.
Cuando estuvieron listos, todos salieron de la casa despidiéndose de ella silenciosamente, ya que habían creado bonitos recuerdos en ella los cuales serían imposible olvidar.
- Síganme y no hagan absolutamente nada de ruido - Dijo Hai Kuan caminando por en frente de todos intentando cuidarlos desde su posición.
Cheng también los cuidaba sólo que desde la parte trasera del grupo.
- Esperen - Susurro Yibo asomándose por un callejón observando a varios zombies a lo lejos - Bien, hay zombies por la izquierda, están lejos, así que si cruzamos por el callejón de abajo podríamos...
Yibo giro su cabeza al no recibir respuesta y sus ojos se abrieron de par en par.
Hao Xuan estaba siendo mordido por un zombie en el área de la clavícula con tanta fuerza que parte de su piel fué arrancada.
Y ya era muy tarde para siquiera intentar ayudarlo.
Por favor, no otra vez. Pensó Yibo sin poder mover ni un dedo.

ESTÁS LEYENDO
SURVIVING
RandomXiao Zhan, totalmente sólo, sin compañía y desamparado en las calles de Beijing, sin saber qué hacer, a dónde ir, dónde refugiarse. Esperar su salvación, esperar su muerte, esperar noticias o simplemente no esperar nada, sin un rayo de esperanza. ...