"¿De verdad tengo que entrar?"
"Es eso, o dormir en la calle"
"Siempre puedo volver a casa..."
"Sabes tan bien como yo que no vas a poder pisar esa casa en mucho tiempo, por mucho que lo niegues"
"¿Porque mejor no te callas y te vas de una vez?"
"No aguantarías si una hora sin mí"
Lesath Black, una chica que nunca dudaba de si misma, ahora lo hacia al estar delante de una puerta donde era seguro que no la querrían ver. Estaba delante de la majestuosa puerta de la casa Black, en el número 12 de Grimmauld Place, en busca de una parte de su familia.
Aún recordaba la tarde de principios de verano donde encontró ese singular artículo que ocupaba toda la página principal.
"Sirius Black, el único hombre que fue capaz de escapar de la prisión Azkaban, ha sido declarado inocente la mañana del 2 de Julio.
Anteriormente Sirius fue condenado a Azkaban por ayudar a el-que-no-debe-ser-nombrado y traicionar a sus amigos, James y Lily Potter, dejando a el famoso Harry Potter con sus tíos muggles.
Gracias a Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasley y Remus Lupin, salió a la luz que no fue Sirius, si no Peter Pettigrew, quien lo hizo. La mañana del 31 de octubre de 1981, el-que-no-debe-ser-nombrado descubrió, gracias a Pettigrew, dónde se encontraban los Potter y acabó con su vida al proteger al niño que sobrevivió. La razón todavía es desconocida, puesto que años atrás la investigación quedó cancelada por el ministro de magia.
Peter Pettigrew ha sido condenado a Azkaban de por vida y Sirius Black será tratado como un nuevo hombre libre. Además..."
Lesath se había sorprendido al leer esa nueva noticia. Sirius Black, su familia, había sido declarado culpable injustamente y había pagado por un crimen que él no había cometido.
Ella nunca lo había conocido personalmente. Sabía quién era por los libros donde salía el árbol genealógico de la familia Black, aunque no se le veía la cara puesto que siempre lo habían tachado de traidor. La única vez que le vio la cara fue en una fotografía que había dentro de la misma casa donde estaba parada, aunque no la recordaba ya que era demasiado pequeña.
"Si no entras ya, te vas a congelar del frío"
Lesath decidió llamar a la puerta, sólo para no oír más esa estridente voz en su cabeza, y pronto agradeció haberlo echo.
Se escucharon una serie de gritos en el interior de la casa y , segundos después, una amable mujer abrió la puerta un poco confusa.
—Oh, emmm hola. ¿Buscas a alguien querida?
—Eeee, de echo sí. ¿Se encuentra por aquí Remus Lupin o Sirius Black? —Lesath intentó poner una amable sonrisa, aunque le salió un poco incómoda.
—Sí, están lo dos aquí dentro. Pasa, no te quedes aquí, cielo, que te resfriarás.
Aunque era 4 de julio, no hacia mucho calor por estar anocheciendo y hacia un aire que helaba.
—Gracias —dijo cuando entró en la casa.
La casa por dentro era un poco triste. Las paredes eran verdes y había muy pocas luces. Lesath siguió a la mujer que le abrió la puerta por un pasillo hasta que llegaron a lo que parecía la cocina, que no era ni grande ni pequeña, había muchos instrumentos de cocina y olía muy bien.
Cuando entraron todo el mundo se la quedó mirando y, aunque ella era una persona muy segura de si misma, se intimidó un poco.
Lesath era una chica alta con el pelo negro, largo y bastante ondulado. Tenia unos ojos marrones y grandes y unos carnosos y rojizos labios. con algunas pecas en el rostro. Llevaba puesto unos tejanos azules con un cinturón negro para que no se le cayeran, una camisa de tirantes roja que llevaba puesta por dentro del pantalón, unas bambas muggles y una chaqueta de cuero desabrochada.
A ella le gustaba su cuerpo y su estilo de ropa y nunca se había sentido insegura. Nunca hasta ese día cuando estuvo delante de once personas que la miraban fijamente.
—¿Lesath? —preguntó Remus a la vez que se levantaba y la abrazaba fuertemente.
—Hola Moony —le dijo ella mientras le seguía el abrazo.
—¿Qué haces aquí?
—Tengo que hablar contigo. Bueno, y con Sirius —contestó y se giró levemente para ver a Sirius que se había quedado petrificado.
—Vamos a la sala del árbol genealógico.
Sirius se levantó y siguió a Remus y a Lesath mientras todos en la cocina seguían en un asombroso silencio.
Los tres entraron en la habitación del árbol genealógico y se quedaron en silencio mirándose mutuamente.
—Necesito quedarme aquí durante un tiempo indefinido. No puedo vivir más tiempo sola, aunque quiera —dijo Lesath rompiendo el silencio.
—¿Por qué? —Sirius habló por primera vez.
—Esas son razones personales y no las voy a contar, al menos, no de momento.
—Less —empezó Remus. Que la hubiera llamado por cómo la llamaba antes de su casa, le alegró y le sacó una pequeña sonrisa que se borró cuando Remus continuó—. ¿Pero tu no vivías con Tara?
Lesath intentó no derramar ninguna lágrima y se quedo unos instantes en silencio mientras miraba el rostro de su padre, justo encima del suyo en el árbol genealógico de la familia Black.
—Vivía. Eso es algo difícil que aún no estoy preparada para contar —respondió con una sonrisa melancólica y con los ojos algo húmedos—. El caso es que no me veo capaz de vivir sola durante un tiempo.
—La habitación de Regulus está libre. Puedes instalarte allí el tiempo que necesites— dijo de repente Sirius con una tímida sonrisa en el rostro.
Less asintió y se dirigió hacia la puerta. Estaba a punto de cruzarla cuando se detuvo y grió vagamente la cabeza hacia Sirius.
—Sirius —él se giró y la miró con una ceja levemente más levantada que la otra—. Gracias.
Sirius asintió con otra sonrisa algo más amplia y Lesath se volvió girar para ir hacia la que ahora seria su habitación durante un tiempo.
—Esta casa es grande, ¿quieres que te acompañemos para que no te pierdas?
Lesath se giró cuando estaba empezando a subir las escaleras y se encontró de cara con dos chicos idénticos, con el pelo zanahoria y algo largo.
"¿Por que se parecen tanto?"
"Son gemelos idiota"
"AAAAA, eso tiene sentido"
Lesath sacudió levemente la cabeza para dejar de sentir a su extraña voz.
—De echo, viví hace un tiempo aquí, así que me conozco esta casa mejor que la palma de mi mano. Aún así, gracias.
Less se volvió a girar para seguir subiendo las escaleras y se rio levemente cuando oyó como esos gemelos volvían a la cocina después de resoplar.
Lesath llegó a la habitación y observo la puerta.
"Prohibida la entrada sin el permiso de Regulus A. Black"
Cogió aire para girar el pomo de la puerta y entró.
La habitación no era muy grande, pero había bastante sitio para dejar cosas. en la pared había algunos posters de Slytherin y todo estaba decorado con sus colores. En la pequeña mesa al lado de la cama habían varias fotografías.
Había una de un equipo con escobas , un equipo de Quidditch de Hogwarts que sonreía y saludaba a la cámara. También había otras donde salían Regulus y una chica con el pelo castaño y largo con los ojos marrones, muy parecidos a los de Lesath, y algunas pecas en la cara.
Y, en un marco grande y plateado, había una imagen de Regulus con una pequeña niña en brazos.
A Lesath se le salió una lágrima al ver esa última fotografía.
—Te echo mucho de menos, papá.
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𝓝𝓸𝓽 𝓮𝓿𝓮𝓻𝔂𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰 𝓲𝓼 𝔀𝓱𝓪𝓽 𝓲𝓽 𝓼𝓮𝓮𝓶𝓼 𝓽𝓸 𝓫𝓮 [ᖴᖇᗴᗪ ᗯ.]
FanfictionFred Weasey, un gryffindor, de famillia mágica y con una vida medianamente normal hasta que llegó ella. Lesath Crésida Black, una chica bromista, aunque a la vez respetuosa, que habia perdido el caractrístico brillo en sus ojos. ¿Podrá Fred devolvé...