Un secreto por otro.

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-¿Qué tal ella? Es linda- Krist señaló a un niña con el cabello largo hasta su cintura, su piel blanca y alta.

Gun y Off habían pasado a la secundaria, era su segundo año ahí y a su grupo de amigos se sumaron Krist y Singto. Oab ya no estaba con ellos, su padre había conseguido un trabajo fuera de la ciudad alejándolo del pequeño grupo.

-Son como niños- Singto comentó a un lado de Gun que se limitó a solo asentir.

Krist y Off siempre en su descanso calificaban a las chicas que veían con palabras como: “linda, súper linda o caliente”. Por alguna razón Gun no veía en las niñas nada lindo, no, lindo era su mejor amigo que con el paso de los años Off se había hecho mucho más alto que Gun, peinaba distinto su suave cabello y le quedaba tan bien. Él era lindo, no las niñas.

-¡Krist, Krist! Ella está caliente- Las burlas entre los dos amigos se hicieron fuertes y Gun no podía entender porque estos juegos lo lastimaban tanto.

-Hablando de caliente, mis padres no van a estar hoy y encontré una de las películas prohibidas de mi papá ¿Vamos a mi casa?- Off no tardó en asentir y luego giró a ver a Gun, porque sí, a pesar de tener más amigos Gun era el apoyo de Off y para Gun era lo mismo.

Al llegar a casa de Krist, los cuatro chicos fueron al cuarto de su amigo se acomodaron Singto y Gun en la cama sentados con sus piernas cruzadas y en el piso se encontraban Krist y Off. Su amigo puso la película y le bajó un poco al volumen sin querer delatarlos por si llegaban los padres de Krist.

-No se vayan a venir sobre mis cosas- Apunto a cada uno de sus amigos y Gun pudo notar como Singto giró sus ojos para después concentrarse en su celular.

La película llevaba ya unos quince minutos y sus dos amigos en el suelo frotaban ocasionalmente su pantalón con cierta incomodidad. Gun no podía entender que era lo que tanto les gustaba, la chica gritaba demasiado como si de verdad la fueran a atravesar, cuando noto a su amigo a un lado ya estaba acostado mientras todavía veía algo en su celular.

Sin mucho en donde poner atención se fijo en su mejor amigo y río un poco al ver su cara de embobamiento a lo que estaban viendo, pero entonces Gun notó como Off mojo delicadamente sus labios y se preguntó que se sentiría morderlos, luego noto la mano de su amigo en su entrepierna tratando de ocultar su tienda de acampar y lo próximo que noto es que él tenía un problema en su pantalón.

-Ay ¿Enserio Gun?- Singto se quejó descubriendo que Gun se había llevado ambas manos a su entrepierna.

-Me tengo que ir- Declaró un poco en medio de su pánico, Krist paro la película y todos sus amigos ya tenían la vista en él.

-Voy con…- Off iba a seguirlo y Gun entró aún más en pánico.

-¡No!...quiero decir, no es necesario tú te estás divirtiendo. Quédate, los veo en la escuela- No escuchó ningún gritó, no giró atrás, salió corriendo de ahí hasta su casa -No puede ser- Se susurró así mismo una vez encerrado en su habitación.

-Cariño- Su madre llamó gentilmente su puerta y aún así el brinco espantándose.

-¿Sí?- Quería llorar, lo escuchó él mismo en su voz. No podía creer que había tenido una erección imaginando como podría recorrer a Off con sus dedos o sus labios.

-¿Todo bien amor?- Su madre entró lentamente a su habitación y pudo notar el miedo en los ojos de su hijo, con rapidez corrió a abrazarlo intentado darle un poco de tranquilidad -¿Qué pasó amor?- La señora Atthaphan lo recorría buscando alguna herida.

-Ma…no soy normal- Sus lágrimas se acumulaban cada vez más, preso del pánico y todas sus emociones revueltas. La cara de su mamá se desfiguró en desagrado por sus palabras.

Permíteme QuedarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora